La petición, dirigida a la policía metropolitana de Tokio e impulsada a través de la plataforma Change.org, acumula 18.976 signatarios por la tarde y refleja el gran revuelo causado en Japón por el caso de Igarashi, que también ha sido recogido por los medios internacionales.
Igarashi es una artista de 42 años residente en Tokio que, aunque trabaja con el alias de Rokudenashi-ko (chica mala)se ha ganado el sobrenombre de “artista de la vagina “por sus diversas esculturas e instalaciones de arte pop inspiradas en los genitales femeninos. La artista permanece detenida por haber, supuestamente, distribuido material obsceno y, en particular, por enviar datos digitales que permitirían reproducir sus genitales en una impresora en tres dimensiones, a cambio de una suma de dinero. Igarashi puso en marcha una iniciativa de “crowdfunding” en la red con el objeto de recaudar fondos para construir un “kayak” con la forma del aparato reproductor femenino, y y hasta la fecha habría conseguido 7.200 € de unos 125 donantes. La artista alegó que únicamente envió a sus donantes datos digitalizados y afirmo que no considera la información para la impresión en 3D como material obsceno. Su objetivo es “desafiar los tabúes” y luchar “contra la discriminación” sobre la sexualidad femenina.
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