Una inglesa acaba en urgencias por un síndrome de excitación sexual persistente
Se llama síndrome de excitación sexual persistente (PSAS son sus siglas en ingles), y no es ninguna tontería, al contrario, puede convertirse en un drama. La semana anterior se supo del caso de una mujer británica que tuvo que ser atendida en urgencias al sufrir un orgasmo continuado de dos horas. La historia hay que cogerla con pinzas, sobre todo porque la exclusiva la dio el diario sensacionalista “The Mirror” y porque el marido de la paciente grabó la instancia hospitalaria de su esposa y la colgó en Internet. El video ha sido visto por millones de personas en todo el mundo; pero realidad o ficción, el caso sirvió para que el mudo recuerde un síndrome descrito hace muy poco tiempo, en 2001, y y del que se conocen apenas un millar de casos en todo el mundo. Se hablo de él hace pocos años, cuando se conoció el el drama de la estadounidense Michelle Thompson, capaz de generar 300 orgasmos en un día.
El PSAS no tiene cura pero si se puede controlar con psicofármacos.
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