Las personas que pasaron por delante de un cajero automático de la calle Alcalá García Conde, en Oviedo, a eso de las cuatro de la madrugada del domingo, reaccionaron de varias maneras. Unas se quedaron mirando. Otras aceleraron el paso. Hubo quien se santiguó. Y alguno se fotografió para enseñar el “selfie” (autorretrato) en las redes sociales. Lo llamativo estaba dentro del cajero, en el suelo, junto a la máquina expendedora, un reguero de ropa, un cinturón y cuatro pares de zapatos, conducían hasta el motivo del revuelo. Allí había una pareja desnuda, únicamente con los calcetines puestos, practicando sexo.
Foto La Nueva España Los entregados amantes, ajenos a la expectación que despertaban, siguieron con su práctica amatoria entre silbidos, aplausos, flashes, gritos, risas y advertencias del tipo: “¡Pero parái, ho¡”.
La patrulla de
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