sábado, 19 de junio de 2021

Ni pico ni alas, identificado un extraño lagarto que se creía un pájaro primitivo

Una nueva especie de hace 99 millones de años reescribe por completo la historia de unos fósiles hallados en Myanmar
Muchas veces las cosas no son lo que parecen. Tampoco en la ciencia. En marzo de 2020 la revista 'Nature' daba a conocer una nueva especie de ave primitiva del tamaño de un colibrí denominada Oculudentavis khaungraae. Los investigadores la identificaron a partir de un pequeño cráneo de 99 millones de años de antigüedad atrapado en una piedra de ámbar de Myanmar. Todo parecía indicar que era un pájaro: mandíbula alargada, grandes ojos, una caja craneal corta... Incluso lo emparentaron con el icónico Archaeopteryx, una de las primeras aves. Sin embargo, algunos expertos se mostraron escépticos sobre la identidad del animal. Ahora, el estudio de un segundo fósil extraordinariamente bien conservado, confirma que, en efecto, ni pico, ni alas, ni plumas. El supuesto pajarillo era un lagarto.

Recreación del aspecto en vida de Oculudentavis naga antes de quedar atrapado en resina - Stephanie Abramowicz / Peretti Museum Foundation
Un equipo internacional, del que forma parte Arnau Bolet, investigador ‘Juan de la Cierva’ en el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), se encargó del estudio del nuevo fósil. Proveniente del mismo lugar y con la misma antigüedad, el ámbar incluía un cráneo y partes del esqueleto: un pequeño fragmento de la columna vertebral y de la cintura escapular. Los científicos se dieron cuenta de que este especimen pertenecía al género Oculudentavis, el mismo que el de la supuesta ave primitiva, pero que, en realidad, ambas especies eran lagartos. El artículo que describía al pájaro primitivo fue retirado por sus autores.

El fósil de Oculudentavis naga en ámbar - Adolf Peretti / Peretti Museum Foundation
Del tamaño de una largartija
La nueva especie, dada a conocer hoy en la revista 'Current Biology', ha sido bautizada como O. naga para honrar a varios grupos étnicos nativos del noreste de la India y el noroeste de Myanmar. «El espécimen nos desconcertó a todos al principio porque si se trataba de un lagarto ¡era uno muy muy raro!», dice Bolet. «Tenía el tamaño de una lagartija de la Península Ibérica y características que recuerdan a las aves, pero por convergencia evolutiva, no porque estén emparentados», señala.
¿Qué llevó al primer equipo a confundir a un lagarto con un ave? «El primer ejemplar se había deformado en el proceso de fosilización. El hocico se había estrechado y era puntiagudo, recordaba al pico de un ave», explica el investigador. «Imagina que pellizcamos la nariz de un lagarto de modo que adquiere una forma triangular. ¡Se parecería mucho más a un pájaro!», comenta el coautor del estudio Edward Stanley, director del Florida Museum of Natural History’s Digital Discovery and Dissemination Laboratory. Mientras, el cráneo de O. naga también se había deformado, pero se había comprimido, lo que reforzaba sus características reptilianas.
Diurnos e insectívoros

«Concluimos que ambos especímenes eran lo suficientemente parecidos como para pertenecer al mismo género, Oculudentavis, pero presentan una serie de diferencias que sugieren que se trata de especies distintas», explica Bolet. El científico reconoce que, con solo dos cráneos y la parte anterior del esqueleto de un ejemplar «no sabemos mucho, pero creemos que estos lagartos eran insectívoros por sus dientes pequeños y puntiagudos. No tenían una mordida fuerte, pero sí bastante rápida». Además, «la forma de las cuencas oculares nos dicen que eran diurnos», añade.
Este hallazgo muestra también cómo la ciencia avanza y corrige sus errores. «Es bastante recurrente en paleontología cuando no se tienen fósiles bien preservados o completos, o cuando no hay otros con los que comparar», subraya el investigador.

El espécimen de O. naga muestra una excelente preservación de huesos y tejidos blandos
Los depósitos de ámbar de Myanmar son un tesoro de fósiles que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, pero adquirir ámbar birmano de forma ética es cada vez más complicado, especialmente después de que el ejército tomara el control del país en febrero. El espécimen de O. naga fue adquirido siguiendo las pautas éticas para el uso del ámbar birmano establecidas por la Society of Vertebrate Paleontology y se conserva en la Fundación del Museo Peretti (en Suiza), mientras que el de O. khaungraae forma parte de la colección del Hupoge Amber Museum (en China).
Judith de Jorge
https://www.abc.es/ciencia/abci-pico-alas-identificado-extrano-lagarto-creia-pajaro-primitivo-202106141759_noticia.html

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