Contra lujuria, ya se sabe, castidad. Pecado contra virtud. Como si no hubiera un término medio. El de disfrutar del sexo y no estar pecando
Lujuria es un grupo de heavy metal originario de Segovia. Lujuria es deseo excesivo del placer sexual. Existe el verbo lujuriar, que es precioso y no sé cómo meter en una conversación. Es incurrir en lujuria. ¿Qué? ¿Lujuriando? No vayas a lujuriar con pelanduscas, no pilles algo.
Un fotograma de Lolita ABC
Pese a que el deseo sexual mueve el mundo (no sólo por su consecuencia reproductiva), la lujuria está pasada de moda. La palabra. Michael Douglas se internó en un centro por su adicción al sexo. A nadie se le ocurre anunciar un centro médico que trate la lujuria. Contra lujuria, ya se sabe, castidad. Pecado contra virtud. Como si no hubiera un término medio. El de disfrutar del sexo y no estar pecando. En tiempos de censura, las autoridades españolas de mente sucia se valieron del doblaje en el cine. Famoso es el caso de 'Mogambo', donde prefirieron un incesto a un adulterio. Tenían experiencia por 'Su vida íntima' (1941), con Charles Boyer y Margaret Sullavan. La chica decidía ser amante del hombre casado. Los tres envejecían en esa situación. También aquí tiraron de los hermanos. Se suponía que Boyer vivía con su hermana viuda y sus sobrinos (su mujer y sus hijos). Los amantes no se podían casar. «Mi hermana no quiere, no lo consentirá nunca».
La lujuria está presente en el cine español de siempre. El de las suecas como objeto de deseo. Una lujuria más aceptable que la de 'La naranja mecánica', 'American Psycho' o 'Lolita'. Más normalita es en 'American Beauty' o 'Eyes Wide Shut'. Cuando la lujuria no es pecado sino delito tenemos a los depredadores de toda la vida, los Weinstein o Epstein de ahora.
Mejor volver al Don Juan de Zorrilla. «Uno para conquistarlas, / otro para conseguirlas, / otro para abandonarlas, / dos para sustituirlas, / y una hora para olvidarlas». 73 mujeres burladas al año en una España que tenía la virginidad en un pedestal tanto por tradición cristiana como musulmana. Y un moro es Manolo Escobar cuando canta lo de «No me gusta que, a los toros, vayas con la minifalda, la gente mira para arriba, porque quiere ver tu cara y quiere ver tus rodillas». ¿La gente? Los tíos.
«Los tíos son tíos»
A las mujeres que nos gobiernan no les gusta la lujuria de los hombres. Las de las mujeres supongo que sí. Se reivindica a la fresca (otra palabra preciosa) diciendo eso de «sola y borracha quiero llegar a casa». Muy bien. Empezaron censurando los piropos, desahogo al deseo sexual que provoca una mujer (y chulería). Porque como diría la madre de una amiga mía, «los tíos son tíos», como dándolos por perdidos a causa de su segundo cerebro, que para ellos no es el intestino sino lo que rima con olla. Censurando el piropo se censura el chiste de Eugenio. El alemán que llegaba a la Costa del Sol para ligar y pedía consejo a un amigo español. «Cuando pase a tu lado una chica, tú le dices 'Viva la madre que te parió'. Y después de estar al sol unas horas y quemarse, le suelta a una: 'A ti te parió una madre'. 'Y a ti una gamba, hijoputa'». En 'Sublime decisión', de Mihura, Erasmo Pascual repite mucho lo que dijo a una máscara en un baile «¡Vaya gallega!». Como hemos avanzado, en 'La que se avecina' Estela Reynolds repite como hito en su carrera la vez que Fernando Esteso le chupó un pezón. Y una vez, Esteso, que tanta lujuria había manifestado en el cine, salió en la serie (como Aretha Franklin en 'Murphy Brown').
La Pasionaria y su nieta
También en la lujuria pensaría la Pasionaria en su casa de Moscú cuando vio salir a su nieta, Lolita, con una falda cortísima y le riñó. A ver, que los tíos son tíos. Aquí y en Moscú.
Rosa Belmonte
https://www.abc.es/cultura/lujuria-mueve-mundo-20220805014310-nt.html
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