lunes, 8 de febrero de 2021

Ligar en el supermercado, último recurso en tiempo de pandemia

El supermercado alemán que abre los viernes de seis a ocho solo para solteros

AFP
Volkach es una ciudad del distrito de Kitzingen, en Baviera, con apenas cinco mil habitantes y rodeada de viñedos. Como el resto de Alemania, lleva desde el pasado 2 de noviembre soportando el cierre total de gastronomía, ocio, cultura y deporte. El 2 de diciembre se sumó el cierre del comercio, excepto supermercados y farmacias. Se puede salir a la calle, de dos en dos y máximo dos núcleos familiares juntos, pero las temperaturas invernales dificultan también este último recurso, por lo que el confinamiento se vuelve cada día más difícil de llevar, sobre todo para los solteros. Christoph Kolb lo sabe bien y ha tenido la idea de ofrecer un novedoso servicio a este sufrido sector de la población desde el supermercado en el que trabaja como gerente: ha inventado el «single shopping».
Este supermercado, que pertenece a la cadena Edeka, abre los viernes de 18:00 a 20:00 especialmente para solteros en busca de pareja. Al ingresar en el local, los clientes pueden colocarse un distintivo adhesivo en forma de corazón con un determinado número, si es que aceptan la propuesta de participar. De esta guisa comienzan a recorrer los pasillos del supermercado, empujando su carrito, con la mascarilla reglamentaria y respetando la distancia de seguridad, aunque con oportunidad de ojeo. Se supone que también van comprando, al mismo tiempo, los productos que necesiten. Al pasar por caja y si le ha echado el ojo a alguien en especial, se rellena un formulario con el número de la persona elegida y se marca con una cruz la opción preferida, en una lista en la que figuran, por ejemplo, las opciones de «Me encantaría conocerte mejor mientras damos un paseo a orillas del Meno» o «Me encantaría encontrarme contigo ahora mismo para tomarnos juntos un zumo natural en la sección de frutas».

Seguidamente llega la parte más difícil para los tímidos. El cajero recibe el formulario y llama por megafonía al número seleccionado, haciéndole partícipe también del mensaje. Dado que este sistema original disuadía a algunos clientes de participar en el evento, por requerir algo más de intimidad, el organizador ha accedido a la posibilidad de que uno de los reponedores busque personalmente a la persona con el número seleccionado en los pasillos y le entregue la nota con el mensaje, evitando así la indiscreta megafonía. Lo que pase a partir de ese momento dará sin duda para muchas crónicas, pero no forma parte de esta.
Los clientes parecen encantados con la iniciativa. Solamente ha habido aisladas quejas por algunos carteles instalados para caldear el ambiente y favorecer los encuentros, como una reproducción a gran escala de la obra titulada «Banana Split» del artista estadounidense Mel Ramos, en la que una mujer desnuda se recuesta sobre un cuenco del citado postre en pose insinuante. Los pezones de la figura han sido cubiertos para evitar herir sensibilidades de usuarios que acuden en otros horarios al establecimiento y había encontrado la ilustración demasiado subida de tono. Y los que definitivamente están emocionados son los empleados del supermercado, que reconocen que pasan la semana esperando que llegue el viernes, la jornada laboral más excitante.

La idea, como no podía ser de otra forma, ha llamado la atención de los medios de comunicación locales y, posteriormente, del resto de Alemania, dando lugar rápidamente a otras iniciativas por el estilo. Steven Schellhorn, que ha explicado la actividad alternativa del supermercado en el diario Main Post, asegura que ya ha surgido alguna pareja y confía en que esta labor de celestinos convierta a los empleados en padrinos de alguna boda en el futuro.
Hace años que habían organizado ocasionalmente algún «single shopping», pero la situación de soledad en la que los solteros se encuentran durante la pandemia, sumada al hecho de que les resulta imposible conocer potenciales parejas o al menos pasar un rato en compañía, les llevó a convertir en una cita regular esa experiencia. Además ayuda a aumentar notablemente la satisfacción de los empleados con su trabajo. Schellhorn considera que el supermercado se ha convertido en un «espacio para desahogarse creativamente» y minimiza la incomodidad de algunos clientes que solo pueden hacer a la última hora del viernes la compra del fin de semana y se encuentran sin quererlo con los cruces de miradas.
Rosalía Sánchez
https://www.abc.es/sociedad/abci-ligar-supermercado-ultimo-recurso-tiempo-pandemia-202102051703_noticia.html

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