miércoles, 4 de mayo de 2022

La lista de libros prohibidos crece en Occidente

El año pasado las bibliotecas de EE.UU. censuraron 729 libros, la mayor cifra de los últimos años. La ideologización en las escuelas y la polarización social han avivado el veto literario. Un mal del que ya se empieza a contagiar Europa
Un tomo de ‘Políticamente Indeseable’, de Cayetana Álvarez de Toledo.
Es un detalle de la librería de El Corte Inglés de Goya, en Madrid, que sirve para resumir la orientación ideológica del que ha ordenado los libros para el cliente. En una segunda fila, solo a la vista del que lo va buscando, se puede encontrar el libro de Pablo Iglesias ‘Verdades a la cara’.
Nada que ver con el puesto preeminente que la tapa morada que firma el exlíder de Podemos ocupa en La Central, en una calle cercana a Callao. Iglesias disfruta de un escaparate entero para sí, con entrecomillado y generosa foto en blanco y negro, nada menos.
El escaparate de la librería La Central, en Callao (Madrid) copado por el libro de Pablo Iglesias 'Verdades a la cara' - B.L.E
Vamos hasta la librería Neblí, de Serrano, en la que no se perciben las preferencias del librero, o no de forma tan evidente. Está Cayetana, pero también Díaz e Iglesias, el periodista Antonio Maestre y Pedro J. Ramírez. Sí se puede intuir cierta querencia por la historia: las obras del historiador John Elliott, fallecido en marzo, están a la vista del público, quizá en un homenaje secreto del dueño.
Elliott y Cayetana –cuya tesis dirigió el historiador–, así como Juan Fernández-Miranda y Javier Chicote con ‘El jefe de los espías’ están algo escondidos en Fnac– no están, sin embargo, en La Universal, una librería entre Tirso de Molina y La Latina. Algo que contrasta con el mensaje escrito en la cristalera que da a la calle: “Libros de todo pelaje. Ensayo crítico. Feminismos. Ecología. Libro Infantil. Novela gráfica. Literatura de otros mundos». Traspasado el umbral de la puerta se comprueba que los libros son solo ‘de un pelaje’.
Escaparate de la librería La Universal. «Libros de todo pelaje. Ensayo crítico. Feminismos. Ecología. Libro infantil. Novela gráfica. Literatura de otros mundos» - B.L.E
La censura en España se ejerce de maneras diversas y muy sutiles. Los libreros, como el ciudadano, no están libres de prejuicios y dejan claro que la ideología se puede ordenar en una estantería. Sin embargo, aún estamos lejos de rozar la situación que vive Estados Unidos.
Se triplica el veto de 2020
Hace unas semanas se hizo público el informe con las obras censuradas en Estados Unidos en 2021, que cada año publica la American Library Association (ALA, por sus siglas en inglés). El dato es elocuente: 729 libros fueron retirados de las bibliotecas públicas e infantiles en algunos estados. Es la mayor cifra de libros vetados que este informe ha reportado jamás (se elabora desde hace más de 20 años) y casi triplica el dato del 2020: en el año de la pandemia se señalaron 273 libros. Por momentos, a uno le da por pensar en el argumento de ‘Fahrenheit 451’.
El año pasado se censuraron 729 libros en Estados Unidos, casi el triple que en 2020. La mayor parte de ellos se retiraron de bibliotecas infantiles y públicas a petición de padres de menores en varios estados republicanos
En el bosque escondido, a las afueras de una ciudad en guerra, pasean los hombres-libro del clásico de Ray Bradbury. «Yo soy ‘La República’, de Platón. ¿Desea leer a Marco Aurelio?». En esta distopía se prohíben los libros buscando «que nadie pueda sentirse superior», un supuesto bien social. Con todas las novelas calcinadas, un grupo de resistencia se afana en memorizar grandes clásicos literarios en su cabeza, allí donde las autoridades no consigan quemarlos. Los hombres-libro son «mendigos por fuera y bibliotecas por dentro», que guardan en su memoria las páginas escritas por la humanidad por si algún día una nueva civilización quisiera imprimirlas.
La resistencia, los hombres-libro, viven hoy bajo distintas formas. La Biblioteca Pública de Nueva York decidió la pasada semana –como respuesta a la realidad que plasma el informe de ALA– que regalaría algunas de las obras literarias censuradas, de hoy y de siempre.
Cualquier persona de más de 13 años –y no tiene por qué ser neoyorquina– podrá acceder de forma gratuita a cuatro títulos que soportaron el veto tras ser publicados. No podía faltar ‘El guardián entre el centeno’ (en su momento se dijo que utilizaba un lenguaje «peligroso»), primer título de una lista que completan ‘El dios de las pequeñas cosas’; ‘Beloved’, de la Nobel de Literatura Toni Morrison y el cuento infantil ‘And Tango Makes Three’.


El libro más censurado en 2021 en EE.UU., sobre lo 'Queer' - ABC
Según ALA, los padres de menores son el colectivo que más demanda el veto de alguna determinada obra literaria –con un 39% de las peticiones– y le siguen usuarios individuales –un 18%–. ¿De dónde se retiran los libros?. Un 44% de las veces se han censurado en bibliotecas infantiles, un 37% en librerías públicas, un 18% en colegios y un 1% en universidades. Se trata, en su mayoría, de libros de temática sexualizada, vinculados a las teorías de género y al colectivo LGTBI. De hecho, la obra más censurada en 2021 por su explícito contenido sexual fue la novela gráfica ‘Gender Queer’, de la autora Maia Kobabe.
En el estado de Florida se han prohibido el 41% de los textos escolares de matemáticas alegando que promueven la ideología de género y trasladan a los alumnos la imagen de un país que padece un racismo endémico. Pero la intención censora va en ambos sentidos. En el informe también aparecen títulos prohibidos por considerarse racistas, despectivos con los afroamericanos, polarizadores o tránsfobos.
En este tipo de títulos, a la prohibición se suma el fenómeno de la cancelación (el rechazo social generalizado de una determinada obra). Quizá uno de los casos más célebres es el del ensayo ‘Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas’, de Abigail Shrier, una periodista de ‘The Wall Street Journal’. A pesar de ser cancelado, consiguió esquivar varios intentos de veto que juzgaban el libro como profundamente tránsfobo. En él la autora no niega que la transexualidad exista, pero sugiere que se acoge con un excesivo fervor social y menciona ciertos intereses empresariales.
A Allen le costó encontrar editorial que en EE.UU. publicara su autobiografía - ABC
Pero la cancelación, además, deja de interesarse por el contenido del libro para examinar la moralidad del autor que lo firma. Ahí están casos como el de la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, o el de la autobiografía del cineasta Woody Allen ‘A propósito de nada’, a la que le costó encontrar editorial. En las páginas de este diario se entrevistó recientemente a Tony Lyons, el nombre tras ‘Skyhorse’, una editorial conocida por apostar por temáticas ‘incorrectas’ –y determinados autores caídos en desgracia–. Fue precisamente Lyon quien publicó las memorias de Allen, además del único en EE.UU. que se atrevió con títulos con tintes negacionistas en la pandemia. «Hay límites sobre lo que se puede publicar, pero ahora mismo no se me ocurre ninguno», declaró a ABC.
¿Por qué este aumento de la censura en la primera potencia del mundo? Según varios sociólogos norteamericanos, desde el asesinato de George Floyd y el apogeo del movimiento "Black Lives Matter", la guerra cultural se ha trasladado al peligroso terreno de la censura. Los datos que arroja el informe de ALA no se entienden sin la llamada ‘Teoría Crítica de Raza", una nueva asignatura que se encuentra de forma no oficial dentro del programa escolar público de EE.UU. Muchos colegios han reforzado las charlas y programas en los que se explica este concepto académico, que ve a la población estadounidense como «sistemáticamente racista».
Esto ha provocado que una treintena de estados estén intentando aprobar leyes para limitar el contenido de estas lecciones. «Podemos y debemos enseñar esta historia sin etiquetar a un niño pequeño como opresor o exigirle que se sienta culpable o avergonzado por su raza o sexo», dijo el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt. «Me niego a tolerar lo contrario en una época en la que ya estamos tan polarizados». Los padres de varios estados republicanos, molestos con lo que ellos perciben como un «adoctrinamiento» a sus hijos, cada vez son más intolerantes con obras en las que se promuevan relaciones homosexuales o se incorporen contenidos explícitos. De ahí proceden muchas de las demandas de veto que recibe ALA.
Pero esa polarización y esa estrechez de ideas ya se han empezado a extender por Europa o Canadá. En el país gobernado por Justin Trudeau, una comisión escolar de Ontario quemó el pasado año 4.700 libros infantiles –entre los que se encontraban los cómics de Astérix o Tintín– por considerarse que incluían contenido ofensivo para el pueblo indígena.
Vetos de algunos clásicos de la historia
‘Un mundo feliz’, de Aldous Huxley
Esta distopía, que anticipa el desarrollo de la tecnología reproductiva, es el tercer libro más censurado en las bibliotecas de EE.UU. de los últimos 20 años, según ALA.
‘La Regenta’, de Clarín
El franquismo vetó la considerada como mejor novela del siglo XX escrita en español. Pasaron más de quince años hasta que se autorizara su publicación en la dictadura.
‘Matar un ruiseñor’, de Harper Lee
Tras la queja de una madre en 2016, esta novela se prohibió en algunas escuelas de EE.UU., al ser tachada de «racista».
Los ecos en Europa
El cuento popular ‘Caperucita Roja’ se eliminó de algunos colegios de Cataluña por sexista. En agosto de 2020 la novela de Agatha Christie ‘Diez negritos’, pasó a llamarse ‘Eran diez’ en Francia. En 2019 se paralizó en Valencia la publicación del libro ‘Valencia. Ephemera y publicidad’ por contener anuncios históricos taurinos. O, hace tres meses, la universidad británica censuró un poema griego de Semónides de Amorgos. Unos versos de más de 2.000 años que ya no se pueden encontrar por machistas.


Se censuró a finales de los ochenta por mostrar a una mujer en toples - ABC
‘¿Dónde está Wally?’ fue censurado a finales de los ochenta por aparecer en sus páginas una mujer en toples, que hubo que vestir. ‘Lolita’ estuvo rodeada de polémica en los sesenta, pero la nueva corrección política también la ha cancelado por «perversa». La censura subsiste en las sociedades ‘libres’ de Occidente.
Lo de Fahrenheit que, por cierto, también fue prohibida.
https://www.abc.es/cultura/abci-censura-libros-occidente-enf-202204300307_noticia.html
Beatriz L. Echazarreta

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