martes, 17 de febrero de 2015

Culo veo...

Las operaciones para tener el trasero perfecto han crecido un 80% desde el año 2000.
Las posaderas femeninas están de moda y cuanto mas grandes mejor.
Las posaderas femeninas vuelven a estar de moda, y parece que cuanto mas grandes, mejor. Kim Kardashian, Jennifer López, Rihanna, Lady Gaga o Beyoncé, son algunas de las famosas que lucen palmito orgullosamente y que han vuelto a convertir las curvas traseras en objeto de deseo. El culo ha sido desde siempre una de las partes mas atractivas para los hombres y que mas
obsesiona alas mujeres. Más respingan, menos voluminoso o más redondo, según la época ha variado el tipo perfecto, pero nunca ha dejado de captar la atención
Con el auge de las redes sociales y los “belfies” - autorretratos de las posaderas que ha puesto tan de moda la propietaria del culo XXL mas famoso, Kim Kardashian – trabajar esa parte del cuerpo con ejercicios y cremas ya no es suficiente. Y es que el trasero a la carta ya es posible. Cirugías que introducen grasa de otras partes del cuerpo en las nalgas para ganar volumen, una operación que ha crecido un 80 % entre los años 2000 y 2013 en Estados Unidos, según los cirujanos plásticos. Tecnologías innovadoras como la mesoterapia o la aplicación de ondas eléctricas para eliminar la grasa sobrante de una zona, que hace que el culo pierda su forma, o el uso de pantalones o fajas con rellenos que crean el efecto óptico deseado. Atrás queda la moda de de los cuerpos delgados y rectos, que no hace mucho ocupaban el canon de belleza.
Desde siempre las nalgas han sido símbolo de fertilidad y encendedoras del deseo sexual. En los cincuenta Marilyn Monroe revoluciono el mundo con sus curvas y sus prendas “luce posaderas” . Faldas tubo de largo midi ajustadas, shorts, pantalones pegados al cuerpo y sujetadores bala que jugaban con el erotismo y demostraban que el volumen era importante por delante y por detrás. Y era solo el principio. En los sesenta, Brigitte Bardot y Rachel Welch se convirtieron en íconos sexuales gracias a tapar poco y enseñar mucho. Los pantalones acampanados de los setenta eran los mejores aliados para lucir un buen pompis. En esa época empezaban a predominar los traseros moldeados, algo respingones y no de mucho tamaño. Eva Nasarre y Jane Fonda son dos de las defensoras de los primeros ejercicios para tornear los glúteos y conseguir dureza y firmeza en los ochenta. En los noventa llegan los cuerpos ultrafemeninas, con las grandes top models como ejemplo, y la explosión de los implantes mamarios, con Pamela Anderson a la cabeza. Los 2000 traen los extremos: la delgadez y las inyecciones para ganar volumen.
Ver.:www.lne.es

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