domingo, 16 de julio de 2017

El gigantesco bosque indio formado por un único árbol

·       Se trata de un baniano conocido como Thimmamma Marrimanu y cubre un área de 19 kilómetros cuadrados 

BITÁCORAS Madrid
Imagina que viajas a India y buscando espacios verdes que visitar acabas en la localidad de Kadiri, próxima a una reserva natural del mismo nombre. Una vez allí, alguien te sugiere que vayas algo más de 25 kilómetros al sudeste para contemplar el Thimmamma Marrimanu. Si nadie te avisa de antemano y no prestas atención a los detalles, podrías pasear por un terreno de 19.000 metros cuadrados pensando que estás en un bonito bosque... pero en realidad, estarás rodeado por un solo árbol.
Descubrimos esta maravilla de la naturaleza gracias al blog Walk Through India, que ha realizado un interesante repaso con el baniano como protagonista. También conocido como «higuera de Bengala», el baniano se considera el árbol nacional de la India y es un símbolo asociado a las tradiciones de la religión hindú. El Thimmamma Marrimanu es para muchos el ejemplar más hermoso de esta especie; y según la leyenda, podría tener cerca de seis siglos de antigüedad.
Ese relato cuenta que una mujer llamada Thimmamma se inmoló en el lugar en el siglo XV, poco después de la muerte de su esposo, un rito conocido como «sati» en el hinduismo. Allí creció el árbol, especialmente venerado por las parejas. Son muchas las que visitan el templo erigido a la sombra de su ramaje confiando en que el gesto les ayude a concebir un hijo, tal como indica la creencia popular. También bajo sus ramas se celebra la festividad de «la gran noche de Shiva» (Maha Shivaratri) en la noche del decimotercer día del mes Phalguna del calendario hindú.
Pero, ¿cómo es posible que un único árbol alcance semejantes dimensiones? La peculiaridad que distingue a los banianos es que no crecen desde la tierra, sino de arriba a abajo. Sus semillas germinan en muros o en otros árboles para extenderse en raíces aéreas con forma de trenza. Crecen hacia el suelo hasta clavarse en él con fuerza y a continuación devoran o destrozan aquel punto de apoyo inicial. La dureza de esas raíces, casi troncos en apariencia, es lo que puede hacernos creer que no se trata de un solo árbol sino de un bosque.
El respetado Thimmamma Marrimanu disfruta de los cuidados de varios jardineros que supervisan su crecimiento, su alimentación y su estado de salud. Su majestuosidad nos recuerda otros casos de ejemplares impresionantes de los que hemos hablado en esta misma sección, como el enigmático bosque de los árboles retorcidos en Pomerania Occidental (Polonia) o el asombroso «árbol doble» que es cerezo y morera a la vez, en las proximidades de la pequeña localidad de Casorzo (Italia).

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