Si
aún no ha pasado el bisturí por tu piel,
Si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,
Si los rollitos no te generan trauma,
Si nunca has sufrido de anorexia,
Si tu estatura no afecta tu desarrollo personal,
Si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el
mar y no estar sobre una toalla durante horas.
Si crees que la fidelidad sí es posible y la
practicas,
Si sabes cómo se prepara un arroz,
Si puedes preparar un almuerzo completo con postre,
Si tu prioridad no es ser rubia para llamar la
atención,
Si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar
primera al gimnasio,
Si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la
calle un domingo, sin una gota de maquillaje en el rostro…
ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN… Eres una mujer exquisita!
Una mujer exquisita no es aquella que más hombres
tiene a sus pies;Si no aquella que tiene uno solo que la hace
realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más
flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo;
Es aquella que con tan sólo una franca y abierta
sonrisa, con una simple caricia y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más
títulos, ni más cargos académicos;
Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque
si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes… y los que estamos
fuera de foco somos los hombres); sino la que vibra al hacer el amor solamente
con el hombre que ama.
Una mujer interesante no es aquella que se siente
halagada al ser admirada por su belleza y elegancia; es aquella mujer firme de
carácter que puede decir NO.
Y un HOMBRE… UN HOMBRE EXQUISITO es aquel
que valora a una mujer así.
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera…
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca
su amado instrumento…
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y tender la ropa, hasta devolverle los masajes y cuidados
que ella le prodigó antes…
La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres
en eso de ser ‘Muy machas’ nos llevan gran recorrido…
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos
el “regalo” solamente por la vistosidad de su empaque…!
Tonto y mil veces tonto el hombre o la mujer que
busca en la calle, teniendo un exquisito manjar en casa.
Por Gabriel
García Márquez
LEO LO QUE OTROS ESCRIBEN, COPIO LO MAS DIVERTIDO, LO MAS CURIOSO. A VECES LO MAS TRISTE. ASÍ PASO LAS MAÑANAS.
sábado, 16 de diciembre de 2017
martes, 5 de diciembre de 2017
El gesto erótico en el arte costarricense
·
La exposición Detrás del Portón Rojo analiza la
articulación constante de la mirada y el deseo en la práctica creativa de
artistas costarricenses
La
exposición 'Detrás del Portón Rojo: Una visión de la erótica en el arte
costarricense estará abierta hasta abril del 2018. Fotografía José Cordero
“¿Porqué no poner órganos
sexuales en lugar de ojos, y ojos entre las piernas?”, interrogaba Pablo
Picasso, epítome del artista moderno. Para él, el acto de pintar y el acto
sexual constituían una sola y misma cosa, donde convergen el placer y la
violencia en una estruendosa afirmación de la existencia. La pasión erótica se
asimila entonces al gesto creativo, y por ende, al impulso vital.
La exposición Detrás del
Portón Rojo, presentada en el Museo de Arte Costarricense desde el 17 de
noviembre, analiza la articulación constante de la mirada y el deseo en la
práctica creativa de artistas costarricenses desde el siglo XIX, así como las
relaciones entre el artista y su modelo, entre el exhibicionista y el voyeur
(siendo este segundo también el propio visitante), entre la reivindicación
y el ocultamiento.
Se desprende que el gesto
erótico ha fascinado a innumerables generaciones de artistas y se ha declinado
en intenciones más o menos íntimas, más o menos políticas. De la travesura
creativa a la militancia social, las manifestaciones de lo erótico en el arte
costarricense plantean problemáticas fundamentales sobre el lugar y la
expresión del impulso sexual en nuestra historia reciente.
No solo su contenido, sino la
transversalidad de esta muestra, perturba los códigos usuales del Museo:
apuesta por correspondencias simbólicas subterráneas y cuestionamientos
inusitados, fecundos y de amplia consecuencia conceptual, en oposición a
categorías estilísticas o secuencias temáticas o cronológicas.
Picasso
Cuenta historias
extraordinarias sobre la representación, interpretación, censura y celebración
del cuerpo desde la mirada de los artistas.
El Museo de Arte
Costarricense, como espacio simbólico de tradición, constituye una plataforma
particularmente propicia para la re-significación del erotismo en el arte
costarricense. En la coyuntura de una revisión de discursos oficiales sobre la
educación afectiva y sexual, el gesto artístico contenido e interpretado en
este guión se transforma en poderosa insignia de nuevos tiempos y nuevas ideas.
Desde la voluntad de
permanencia implícita en el arte, y la desesperada negación de la muerte propia
del goce erótico, esta exposición nos abre una puerta a la inmortalidad.
“El arte es peligroso”,
dijo Pablo Picasso.
Por: Sofía Soto-Maffioli:-Directora
del Museo de Arte Costarricense.
lunes, 4 de diciembre de 2017
Una de cada cuatro mujeres trans de la GAM (C.R.) tiene VIH
·
Este viernes
se dieron resultados preliminares de la Encuesta de Comportamiento Sexual y Prevalencia
de VIH.
La
población trans es de las más vulnerables al VIH, tanto en Costa Rica como en
el mundo. / AFP PHOTO / STR
Una de cada cuatro mujeres
trans de la Gran
Área Metropolitana de San José -C.R- (GAM) porta el Virus de Imunodeficiencia
Humana (VIH, causante del sida). Además, el 13% tiene sífilis.
Estos son dos de los
resultados preliminares de la
Encuesta de Comportamiento Sexual y Prevalencia de VIH e
Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), que fueron presentados la mañana de
este viernes en el Hotel Holiday Inn en el centro de San José.
Las personas trans son
aquellas que no se identifican con el género (masculino o femenino) que se les
asignó al nacer con base en sus genitales.
La encuesta fue desarrollada
por el Ministerio de Salud, la
ONG HIVOS, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el
Consejo Nacional de Atención Integral al VIH y Sida (Conasida).
El análisis tuvo tres
poblaciones principales de estudio: las mujeres trans, las trabajadoras del
sexo y los hombres que tienen sexo con otros hombres.
Este viernes se presentaron
conclusiones preliminares para los dos primeros grupos, pues aún se encuentra
bajo análisis la tercera población.
El estudio tomó en cuenta a
259 mujeres trans, y, dentro de sus conclusiones, arrojó que el 24% tiene el
VIH.
De esas seropositvas, el 46%
tiene más de cinco años de haber sido diagnosticadas, el 20% no acude a
revisiones médicas y el 30,6% no toma medicamentos antirretrovirales.
Ello pese a que la política
de la CCSS es
darles este tratamiento a todas las personas con diagnóstico del virus.
Además, se evidenció que el
26% no tiene educación o solamente logró terminar la primaria, y el 60% tiene
"algo" de educación secundaria.
Solamente el 14% ha logrado
llegar a las aulas universitarias.
En deuda
Para los investigadores, las
conclusiones, aunque preliminares, ya denotan que las mujeres trans son una
población desatendida por la sociedad.
Sida.
La célula infectada por el VIH (verde), se une y contagia mediante sinapsis,
células sanas (rojas). Foto Science para La Nación
“Debemos trabajar en procesos
de sensibilización. Todavía hay profesionales de la salud que son insensibles
con esta población y les manifiestan cierto rechazo. También debemos hacer más
por educar en autocuidado y decirle a estas personas lo importante de cuidar su
salud y de realizarse la prueba contra VIH y otras enfermedades de transmisión
sexual”, destacó Gloria Elena Terwes, coordinadora del programa de prevención
de normalización del VIH y de las infecciones de transmisión sexual de la CCSS.
Alejandra Acuña, coordinadora
de Conasida, indicó que el estigma hacia la población trans y hacia el VIH
ahuyenta a los ciudadanos de buscar atención en salud.
“Mucha gente, en general, no
se acerca a pedir la prueba de VIH porque sufre los estigmas de los amigos o de
la gente que está en el centro de salud. Temen hasta ser despedidos por eso”,
enfatizó Acuña.
Dayana Hernández, presidenta de
la Asociación
Transvida, explicó que muchos de ellos viven discriminación
desde todos los ámbitos sociales, por lo que se les dificulta obtener pruebas
para VIH o conseguir atención médica.
“La encuesta es muy clara: el
80% no tiene una red de apoyo con familia o amigos, el 64% reporta múltiples
rechazos, el 50% dice haber sufrido repudio en centros de salud, que es
cabalmente donde se nos deberían atender nuestras dudas sobre la salud sexual y
hacernos exámenes”, manifestó la activista.
El mal trato en los centros
de salud es puesto en evidencia en la encuesta: solo el 40% se realizan la
prueba contra VIH en un centro público. Seis de cada diez aprovechan
iniciativas de ONGs.
A pesar de toda esta
realidad, la investigación destacó que siete de cada diez mujeres trans sí
tienen conocimientos de cómo prevenir el VIH.
Trabajadoras del sexo
La encuesta también exploró
la prevalencia de infecciones de transmisión sexual en las trabajadoras del
sexo de la GAM. De
esta parte del estudio participaron 393 mujeres.
Allí se vio, que aunque la
prevalencia del VIH es solo del 3%, sí hay datos que preocupan. Por ejemplo, el
21% denuncia que ha sido víctima de abuso o maltrato por ser trabajadora
sexual, el 22% ha recibido ofensas de sus familiares o amigos, el 11% ha
enfrentado maltrato en los servicios de salud y el 50,4% asegura ocultar su
profesión cuando acude a consulta médica.
"El estudio evidenció
que solo el 17,8% mostró un conocimiento adecuado de prevención y de vías de
transmisión sexual", aseveró Berta Álvarez, una de las investigadoras.
Al respecto, Acuña, como
representante de Conasida, aseguró que es mucho el trabajo de educación sexual
que debe hacerse desde edades tempranas para evitar abusos y falta de
conocimiento.
"En casi todas las
poblaciones vimos que hay una media de 15 años de edad en el inicio de la vida
sexual, en muchos casos con adultos. Esto es algo a lo que debemos prestar
atención", concluyó Acuña.
Por Irene Rodríguez
Periodista en la sección Aldea Global. Máster en Salud
Pública con Énfasis en Gerencia de la
Salud en la
Universidad de Costa Rica. Ganó el Premio Nacional de
Periodismo Científico del Conicit.
domingo, 3 de diciembre de 2017
«Chemsex»: cuando sexo y drogas se alían
Las nuevas sustancias se
venden a precios muy bajos a través de Internet y las sesiones de sexo se alargan
durante días
Andrés Quinteros, director de Centro de Adicciones
de Madrid, (CETRAD)
augura que en los próximos años «las personas que ahora frecuentan las chemsex
llenarán
los centros de adicciones». Representan un fenómeno que gana
adeptos a diario, son sesiones de sexo ininterrumpidas durante días bajo los
efectos de las drogas, «es una realidad que está modificando los hábitos de
gran parte de la población homosexual y tienen una grave incidencia los
asistentes, tanto en su salud física y mental como en el desarrollo habitual de
su vida», reconoce el experto.
Así son las chemsex - Apoyo Positivo/Vídeo: Raquel F-Novoa
Se celebran cada día y basta
con descargarse una aplicación en el móvil para tener acceso a ellas. El uso de
nuevas drogas altamente adictivas como la mefedrona, el GHB o la denominada
Tina (metanfetamina) y prácticas como el slamming -la mezcla de ambas por vía
intravenosa- son el elemento más peligroso de estas fiestas. Las adicciones se
disparan y la despreocupación del individuo bajo sus efectos conlleva prácticas sexuales de riesgo,
abusos y un cambio en el orden de prioridades en la vida de la
persona, que prolonga el momento dejando de lado sus responsabilidades
laborales y familiares, como indica Juan, 27 años «amigos han perdido su
trabajo. Simplemente se olvidaron de ir porque estaban demasiado drogados».
«Llevo
dos años sin practicar sexo porque no lo disfruto sin drogarme»
Las aplicaciones de citas
como Grindr o Scruff herramientas que extendieron y masificaron
estas prácticas, ya
que facilitan la comunicación y el contacto de personas de una forma sencilla,
anónima y rápida. En el centro de Madrid todos los días y a casi cualquier hora
se puede encontrar un perfil que lleve el nombre «sesión» en
la que bastan una foto y el deseo para ser bien recibido en ellas.
El término «chemsex» se
utiliza en España desde hace aproximadamente 5 años, nació en Estados Unidos y
dio el salto a Inglaterra, que lo importó a sus vecinos europeos estableciendo
y arraigando el fenómeno. Sin embargo la terminología anglosajona es la
denominación a una práctica que, como indica Percy Fernández Dávila,
experto en chemsex «siempre ha existido».
«Tengo
amigos que han perdido su trabajo, simplemente se olvidaron de ir porque
estaban demasiado drogados»
Uno de los detonantes que
fomenta su existencia es la falta de autoestima y los prejuicios que tiene el
consumidor, que en ocasiones necesita la desinhibición de las drogas para desenvolverse en
los entornos sexuales que quiere frecuentar. «Te llevan a hacer cosas que no harías de otra manera», indica Ana, de Energy Control, una un proyecto de la asociación
Bienestar y desarrollo cuyo fin es informar y sensibilizar acerca del consumo
de drogas.
Jorge Garrido, director de la
ONG Apoyo Positivo, señala que «los
prejuicios como la serofobia interioriorizada o la homofobia en contraposición
con el deseo sexual que realmente manifiesta la persona provoca que se llegue a
estos ambientes». Explica que muchas de las personas que acuden a Chemsex son homosexuales que no
aceptan su orientación sexual y utilizan las drogas para
desinhibirse.
La celebración de estas
particulares fiestas está directamente relacionada con el aumento de contagios
enfermedades de transmisión sexual como el VIH, hepatitis C, la sífilis
y la gonorrea tanto por la despreocupación que el consumo de drogas provoca en
sus usuarios como en el mal hábito de compartir jeringuillas cuando las
sustancias se consumen por vía intravenosa. Jorge Garrido hace hincapié en que
apuntar solamente al fenómeno chemsex sería impreciso, ya que las estadísticas
recogidas por el Centro Sandoval indican que más del 90% de las personas que padecen
enfermedades de transmisión sexual tuvieron sexo bajo los
efectos de las drogas pero que esta situación no tiene por qué darse
necesariamente en una chemsex.
«De
300 personas que podían entrar en el local una noche, al cierre recogía
solamente 40 preservativos»
Las nuevas drogas que se
filtran en el mercado negro son las predilectas para este tipo de sesiones ya
que son propicias para la estimulación sensorial y sexual. La ONG Apoyo Positivo
indica que las adicciones no son el factor principal por el que los afectados
acuden en busca de ayuda sino los desajustes emocionales en los que
los sume este estilo de vida: «lo que estamos detectando es que se sustituyen
muchas de las carencias que tenemos en nuestras relaciones afectivas y sexuales
por el uso recreativo de sustancias que enfatizan el encuentro». El verdadero
problema viene después, cuando se tiene que volver a practicar sexo sin contar con esas
sustancias.
El experto establece un
paralelismo muy sencillo y cotidiano: «cuando las personas empiezan a salir y
beber alcohol asocian los dos conceptos y dejan de concebir una cosa sin la
otra. Con las drogas ocurre lo mismo y con el factor sexual también».
«He
visto a personas abusar sexualmente de chicos muy jóvenes que no se enteraban
de lo que ocurría a su alrededor»
En los centros especializados
están percibiendo una modificación conductual preocupante, cuando las personas se acostumbran a practicar sexo en grupo bajo
los efectos de las drogas se vuelven adictas. Al abandonar ese estilo de vida
ya no les satisface el sexo tradicional.
«Llevo dos años sin practicar
sexo porque ya no lo disfruto sin drogarme y con una única pareja», confiesa
Mario de 26 años. Pedro (nombre ficticio) ex trabajador de un conocido club de
intercambio, confiesa haber visto situaciones tan extremas que adquirió
aversión al sexo «he visto a personas abusar sexualmente de chicos que no se
enteraban de lo que estaba pasando a su alrededor, he visto prácticas
aberrantes y, lo
peor de todo, es que de 300 personas que podían entrar en el local una noche,
al cierre recogía solamente 40 preservativos».
Nuevas drogas y nuevos «callejones»
Las drogas más tradicionales
como la cocaína o el MDMA son una constante en las citas, pero una serie de
nuevas sustancias como la mefedrona, el GHB, la tina y diferentes derivados de la
metanfetamina se han convertido en los últimos años en las
sustancias predilectas de los usuarios de chemsex.
De la presencia del GHB en
España se empieza a tener constancia a principios de los 90, cuando empezó
a aparecer en las primeras carrozas en el Orgullo Gay y se traía de
Londres, pero es en los últimos dos años cuando su consumo se arraigó en los
entornos del ambiente. Conseguir estas sustancias es relativamente sencillo,
cada vez son más los traficantes que la suministran en la calle pero Internet
se convirtió en el nuevo callejón sin salida. Las aplicaciones de citas se
convirtieron en la vía de contacto idónea entre traficantes y consumidores, que
se comunican a través de códigos creados. La descripción de un perfil que indica
que le gusta el color azul, por ejemplo, indica que esa persona trafica viagra.
Narices es el equivalente para sustancias que utilizan esa vía para ser
consumidas como cocaína o mefedrona y el melómano enamorado del pop lo que
ofrece es poper. En ocasiones no es necesario ni siquiera buscarlas y el
camello las ofrece directamente.
La mefedrona es, de entre las
nuevas drogas, la más consumida. Es uno de los muchos derivados de la
anfetamina, estimula el sistema nervioso, energiza y altera las percepciones
sensoriales, lo que la convierte en una sustancia idónea para
estas prácticas. Es altamente adictiva y se desconocen sus efectos en el
organismo a largo plazo.
GHB está creando situaciones
alarmantes. Es una sustancia depresora del sistema nervioso y sus efectos son
parecidos al alcohol y, en dosis bajas, tienen efectos de euforia y
desinhibición pero su principal riesgo es que la dosis recreativa y la
dosis tóxica están muy próximas y es mucho más fácil pasarse.
En el organismo por sí solo tiene efectos inocuos, el problema viene cuando se
mezcla con alcohol u otras sustancias porque potencian mucho sus efectos: «Ha
habido sobredosis con menos de un gramo, porque no sabemos las
sustancias que esa persona había consumido antes y los efectos secundarios de
ambas se juntan, el descanso es un factor brutal y también la alimentación.
Cuando alguien lleva dos días despierto empiezan a aparecer efectos secundarios
como la paranoia o agitación que ya no dependen de la propia sustancia». En el
argot coloquial una sobredosis de GHB se denomina «volcar»,
las personas tienen convulsiones y llegan a perder el conocimiento.
La tina es un estimulante que se activa en dosis muy pequeñas en
comparación con otras sustancias similares y sus efectos en el cuerpo duran
alrededor de 8 horas. La sobredosis con estimulantes es más peligrosa que con
depresores, por eso el slam (mezcla de tina y mefedrona por
vía intravenosa) tiene como consecuencia la aparición de efectos secundarios
como ansiedad, paranoia,
taquicardias y problemas cardíacos.
A estas sustancias se alía la viagra,
que no se usa ya para problemas de disfunción eréctil sino para agudizar los
efectos de estas drogas y mantenerlos en el tiempo. Se mueven también en el
mercado negro por un precio muy inferior al que se adquieren en cualquier
farmacia, en las que la caja de cinco unidades cuesta alrededor de 40 euros.
Los consumidores de viagra y camellos las adquieren a través de páginas de Internet
a través de aplicaciones las venden a mitad de precio.
Los traficantes burlan los
controles mediante indicaciones falsas en las etiquetas: «La mefedrona llega
con una etiqueta que pone que no es apta como consumo humano y otra que indica
una función falsa como puede ser fertilizante para plantas». Hay otra forma de
comercialización de estas sustancias, los «legal highs» o sustitutos legales de
drogas que supuestamente tienen los mismos efectos. «Se reciben
en una bolsa en la que no aparece ni siquiera la composición, lo único que
indica es que es parecido a y la droga correspondiente, entonces no sabes
ni qué es realmente, ni cómo consumirla ni cómo ajustar la dosis», alerta Ana,
de Energy Control.
sábado, 2 de diciembre de 2017
¿Cuánto vale tener el cuerpo perfecto?
·
La periodista
debate los límites que se pueden cruzar por la belleza junto a Santiago Segura,
Cristina Rodríguez y Octavi Pujades
Samanta Villar - CUATRO
Samanta Villar - CUATRO
La belleza, según la Real Academia
Española, es la «cualidad de bello», es decir, aquello «que, por la perfección
de sus formas, complace a la vista o al oído y, por ext., al espíritu». En la
edición de este martes de «Samanta y… la
belleza», la periodista muestra diferentes conceptos y estilos de uno de
los aspectos que más preocupa a la sociedad hoy en día es en la belleza. La
obsesión por alcanzarla ha llevado a Samanta Villar a preguntarse hasta dónde podemos llegar
para lograr un canon concreto.
Tal «masoquismo» ha llevado a
muchas mujeres a pasar por el quirófano para tener el «cuerpo perfecto»,
ese que no tiene ningún complejo. Samanta Villar y el complejo que le ha
acompañado siempre, el michelín de la tripa, acudieron a la consulta de un
cirujano plástico para saber qué operaciones necesitaría para obtener ese
cuerpo ideal. Recolocación del vientre, extracción de la grasa de las rodillas,
implantes de gemelos, relleno de labios o aumento de pechos son solo algunas de
las intervenciones que le sugirió el doctor. ¿Cuál es el precio final? El
cuerpo perfecto, para Samanta Villar, vale 40.520 euros.
Hasta Chile viajó para
conocer a Iris, una joven de 22 años que se siente mal porque pesa 140 kilos y
no los 150 con los que se vería guapa (y sí, se lo contó entre lágrimas). Iris
y su pareja son aficionados al feederismo. ¿Que qué es eso? «Un
fetiche que es el placer que uno siente al comer o al alimentar», explica. Lo
que no comentó al inicio es cuál es el rol de su novio, Matías. Él es un
feeder, alimenta a su chica con grandes cantidades de comida que equivaldrían a
la comida que normalmente se comería en cinco días. Sin embargo, a veces eso no
es suficiente y practican la «alimentación forzada». Como te puedes imaginar,
poca gente del entorno de Matías entiende esta situación. «Mi familia cree que
tengo una novia ‘gordita’ por falta de autoestima. Ni lo entienden ni les
interesa», cuenta.
«Samanta y… la belleza»
también muestra el caso de Lidia. Para ella, no hay nada más bonito que un
cuerpo tatuado.
Cuerpo tatuado
«La tinta engancha. (…) Es un
dolor que pica, pero que gustito», confiesa. Tanto es así que quiere el récord
Guinness de la mujer más tatuada del mundo. De momento, tiene un 80% de su cuerpo tatuado
y Samanta la acompañará a hacerse su último tatuaje. «Este será en mi
vagina. Es el único sitio que me queda sin tatuar», cuenta Lidia. Es consciente
de que su apariencia ha causado una imagen en muchas personas que no es acorde
con su personalidad. Sus modificaciones le han llevado a tener lengua bífida o,
incluso, la esclerótica de los ojos tatuada de fucsia. Pero le queda una cosa
por probar: un implante subcutáneo sobre su propio corazón.
Además, Samanta mostró cómo
se preparaba para enfrentarse a la cara que más conocemos de la belleza:
aquella que vemos en la pasarela. La periodista tuvo que subirse a una para
lucir un bikini entre un millón de dudas. «Si tú te lo crees, lo demás se lo
van a creer. Complejos solo hay lo que te tú te creas», le decían antes de
salir de a la pasarela. Así que ¿qué es la belleza?
viernes, 1 de diciembre de 2017
Sapiosexuales: cuando el cerebro es lo que más te pone
Hay personas a las que la
inteligencia les resulta más erótica que el físico. Son propensas a un tipo de
enamoramiento amistoso que es más efectivo a largo plazo que el pasional
SEAN MACKAOUI
«¡Hay que follarse a las
mentes!», bramaba el personaje de Eusebio Poncela, Dante, en el filme Martin
Hache. Con su alegato, pretendía hacerle entender a un jovencísimo Juan
Diego Botto, Hache, que lo mismo le podían atraer «unas tetas que una polla»
siempre y cuando tras «cuerpo y cara» encontrase «una mente que merezca la
pena conocer». La película se estrenó en 1997 y a esa escena
tiene asociada la sexóloga Martina González Veiga el nacimiento en nuestro país
del concepto “sapiosexualidad”, la atracción sexual a
través del intelecto o la inteligencia.
Según Iván Rotella, miembro
de la Asociación
Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS)
, «el término surge en Internet y rápidamente se popularizó su uso
porque se ajusta perfectamente a una nueva identificación de las relaciones
eróticas con algo más poderoso que el mero atractivo físico». Sapio, en latín,
significa saber. Pero la sapiosexualidad no es una orientación sexual -la Web de contactos OkCupid la
ofrece como tal para definirse- y mucho menos una parafilia.
«Que desees rodearte de
personas inteligentes porque te resultan atractivas no es ninguna dificultad de
tu erótica, al contrario, significa que valoras algo más que cuestiones
superficiales», dice Rotella. Sin embargo, pese a que hace ya 20 años que el
término es conocido socialmente, la academia no termina de abordarlo. «A nivel social el término
se ha movido mucho y bien, pero a nivel académico tal vez no se considera tan
importante estudiarlo»,
prosigue este sexólogo.
Para Marina Castro, también
sexóloga, especialista en terapias de pareja, la clave está en diferenciar entre
enamoramiento pasional y enamoramiento amistoso. «La
sapiosexualidad se enmarcaría en el amistoso: voy conociendo a una persona, me
enamoro de sus valores, o de su inteligencia, o de su manera de afrontar la
vida... y éste funciona mejor a la larga que el pasional, que es el que nos
sacan en las películas, con sudoraciones y taquicardias», explica.
Sería un error, sin embargo,
considerar que el sapiosexual se siente atraído sexualmente sólo por personas
con coeficientes intelectuales estratosféricos, tres licenciaturas, dos masters
y un doctorado en Humanidades. Se asemeja más a quedarse embobado escuchando, observando,
admirando, a una persona locuaz, con agilidad mental, rápida,
ingeniosa, divertida... inteligente.
Así lo detalla Pedro
Villegas, sexólogo de la
Federación Española de Sociedades de Sexología (FEES): «A lo
mejor esa persona no está diciendo nada.. Pero habla bien, y resulta
seductora». Más sencillo todavía: si entre dos personas el diálogo es fluido y
de alguna manera se encuentran al mismo nivel, existe
la posibilidad de una relación sexual, tal vez también amorosa y duradera, más
que satisfactoria.
Lo explicaba perfectamente el cineasta John Waters:
«Si vas a casa de alguien y no tiene un solo libro, no te acuestes con esa
persona».
Con todo, a Villegas le
preocupa la tendencia, «habitual en redes sociales y con poca credibilidad
científica» de generar etiquetas. González Veiga, por contra,
ve en la etiqueta una posibilidad: «Me pregunto si en la era del Tinder
y el Grindr necesitamos
crear etiquetas como la de sapiosexual, que nos confirme que no somos sólo una
imagen y un cuerpo consumible. Puede que esta etiqueta nos recuerde que la
inteligencia, la personalidad y la conversación atraen». Y la inteligencia - esto
lo dijo un listo, Albert Einstein - no se sostiene sólo sobre el conocimiento
sino que es, básicamente, imaginación.
REBECA
YANKE
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