martes, 5 de diciembre de 2017

El gesto erótico en el arte costarricense

·       La exposición Detrás del Portón Rojo analiza la articulación constante de la mirada y el deseo en la práctica creativa de artistas costarricenses
La exposición 'Detrás del Portón Rojo: Una visión de la erótica en el arte costarricense estará abierta hasta abril del 2018. Fotografía José Cordero
“¿Porqué no poner órganos sexuales en lugar de ojos, y ojos entre las piernas?”, interrogaba Pablo Picasso, epítome del artista moderno. Para él, el acto de pintar y el acto sexual constituían una sola y misma cosa, donde convergen el placer y la violencia en una estruendosa afirmación de la existencia. La pasión erótica se asimila entonces al gesto creativo, y por ende, al impulso vital.
La exposición Detrás del Portón Rojo, presentada en el Museo de Arte Costarricense desde el 17 de noviembre, analiza la articulación constante de la mirada y el deseo en la práctica creativa de artistas costarricenses desde el siglo XIX, así como las relaciones entre el artista y su modelo, entre el exhibicionista y el voyeur (siendo este segundo también el propio visitante), entre la reivindicación y el ocultamiento.
Se desprende que el gesto erótico ha fascinado a innumerables generaciones de artistas y se ha declinado en intenciones más o menos íntimas, más o menos políticas. De la travesura creativa a la militancia social, las manifestaciones de lo erótico en el arte costarricense plantean problemáticas fundamentales sobre el lugar y la expresión del impulso sexual en nuestra historia reciente.
No solo su contenido, sino la transversalidad de esta muestra, perturba los códigos usuales del Museo: apuesta por correspondencias simbólicas subterráneas y cuestionamientos inusitados, fecundos y de amplia consecuencia conceptual, en oposición a categorías estilísticas o secuencias temáticas o cronológicas.
Picasso
Cuenta historias extraordinarias sobre la representación, interpretación, censura y celebración del cuerpo desde la mirada de los artistas.
El Museo de Arte Costarricense, como espacio simbólico de tradición, constituye una plataforma particularmente propicia para la re-significación del erotismo en el arte costarricense. En la coyuntura de una revisión de discursos oficiales sobre la educación afectiva y sexual, el gesto artístico contenido e interpretado en este guión se transforma en poderosa insignia de nuevos tiempos y nuevas ideas.
Desde la voluntad de permanencia implícita en el arte, y la desesperada negación de la muerte propia del goce erótico, esta exposición nos abre una puerta a la inmortalidad.
El arte es peligroso”, dijo Pablo Picasso.
Por: Sofía Soto-Maffioli:-Directora del Museo de Arte Costarricense.

No hay comentarios:

Publicar un comentario