Tetas. HBO es eso, tetas.
Las de 'True Detective', fabulosas y casi paródicas, como las de 'Entourage',
'Sexo en Nueva York' (que les dedicó un episodio entero y sólo Sarah Jessica
Parker no las mostraba) o las del informativo de Pedro Piqueras, que lo mismo valen para ilustrar el calorazo que hace, las Femen
o la semana de la alta costura de París. Son su marca, su rollo. Piqueras no es
HBO, pero igual debería.
Las tetas de Lena Headey han
sido noticia esta semana. Y el coño. Y eso que no eran suyos, sino de una doble de cuerpo que le
salvó la papeleta a la actriz y diva de 'Juego de tronos'.
También a sus productores: el cuerpo real de la Headey quizá no sea el que
el espectador espera para Cersei Lannister. Tatuajes aparte (la actriz está
cubierta de ellos), no es ni la mitad de sexual que lo que se vio en pantalla.
Y eso que, dato importante, lo que se vio en pantalla NO era
sexual.
De hecho se trataba de una
escena cruel, perturbadora y, también marca de la casa de HBO,
necesaria-innecesariamente larga, con esa monja gritando "shame!" (Vergüenza)
repetitivamente y el espectador poco menos que obligado a mirar.
Pero al final todo ha quedado en comentar si el efecto digital de colocar la
cara de Lena Headey en el cuerpo de otra (que se ha hecho famosa y todo) estaba
bien hecho. Claro que lo estaba. Faltaría más.
En la ya antigua (y
desgraciadamente, también anticuada) 'Sigue soñando', las tetas eran algo entre
la transgresión a la que HBO se auto-obligaba y un chiste interno. No sé si llegaron a
promocionarla
como "una comedia con tetas", pero bien podrían haberlo hecho.
Ahora, veinticinco años después, de la serie de Crane y Kauffman (sí, los
mismos de 'Friends', donde optaron por la mojigatería) sobreviven más tetas que
chistes. ¿Shame?
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