El cadáver de J. L. L.,
de origen
rumano, fue encontrado a las 05.40 horas de este lunes por los
empleados de la empresa de mantenimiento Cobra que habían acudido a la zona
para reponer el cable que impedía el suministro y que mantenía paralizado el
tráfico de trenes de vía estrecha entre Gijón y Avilés. El robo ha obligado a transportar a los viajeros
en autobús desde el primer servicio, a las 06.30.
Se cree que el hombre estaba
cortando los cables de cobre de la catenaria cuando sufrió una descarga que
acabó con su vida, aunque este extremo debe ser aún ser confirmado por la
autopsia que se le realizará en el Instituto Anatómico
Forense de la capital asturiana. En las líneas eléctricas
aéreas, las que van suspendidas en postes, normalmente, el polo positivo de la
instalación es la catenaria y el negativo son los propios carriles del tren.
El cadáver fue localizado en
el punto kilométrico 39,400 de la vía de FEVE, entre las localidades de Candás y San Zabrornín.
Hasta el lugar se han desplazado agentes de la Guardia Civil
de Candás,
el equipo de la Policía Judicial
del Instituto
Armado y el forense para proceder al levantamiento del cadáver.
Como consecuencia del robo, FEVE mantiene suspendido el servicio ferroviario entre Gijón y Avilés
desde primera hora de la mañana.
El robo de cobre es muy
habitual. El año pasado, los Mossos interceptaron a varios delincuentes que habían robado media
tonelada del cobre del trazado del AVE que discurre paralelo a la A2, cerca de Sant Vicenç dels Horts
(Barcelona). En
mayo, la Guardia Civil
detuvo a siete personas y desmanteló una red con más de ocho toneladas de cable
de cobre robado en Cantabria y Asturias. Los arrestados, de origen rumano
y con edades entre los 28 y 40 años, actuaban en grandes instalaciones como
empresas, canteras, minas y campos de fútbol. Se les atribuye 11 delitos con
material sustraído valorado en cuatro millones de euros.
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