Un hombre de nacionalidad
peruana de 31 años fue detenido en la madrugada del pasado lunes día 20 de marzo
en la calle de La Cruz,
en el distrito Centro, tras masturbarse en la calle y eyacular en la mano
izquierda de un policía nacional que acudió al lugar tras ser alertado por
varios clientes de un local de copas. El apresado está acusado de atentado contra
agente de la autoridad.
Los hechos sucedieron sobre
las 06.00 horas, cuando varias jóvenes avisaron a la
Policía al ver a un hombre que se estaba masturbando en
la calle de La Cruz
frente a un local de copas. Al llegar los agentes, se encontraron con el
exhibicionista recostado en la pared. Con su mano izquierda se tocaba su órgano
sexual mientras que con la otra mano sujetaba un teléfono móvil, según los
agentes.
Calle de La Cruz del distrito Centro
donde fue detenido el exhibicionista. JAVIER BARBANCHO
En ese momento, los policías
le pidieron en varias ocasiones que cesara su actitud pero el hombre hizo caso
omiso. Según la versión policial, el detenido, con una mirada lasciva, se
dirigió a los agentes diciendo con voz melosa: «Oh sí mi amor. Oh sí mi amor.
Muy malo, gallego».
Atestado policial
A continuación, aumentó la
cadencia de sus movimientos, según la Policía, hasta que eyaculó sobre la mano
izquierda del agente. El atestado policial señala en concreto: «Un líquido de color
blanquecino sale de su órgano genital en la dirección del
policía antes mencionado, cayendo al suelo y sobre la mano izquierda de este
hombre».
Varias personas empezaron a
arremolinarse en el lugar donde los policías llegaron a decirle al hombre en
más de 10 ocasiones que guardase su órgano sexual. Sin embargo, siguió sin atender las
indicaciones del agente diciéndole: «No mi amor, primero mírame
mi amor», mientras con su mano izquierda, la misma con la que se masturbaba,
"trataba de tocar el rostro de uno de los policías".
En ese momento el hombre
salió huyendo, pero tropezó a los pocos metros y cayó al suelo. Fue arrestado
por los agentes, llegando a arremeter contra ellos con las piernas y los brazos.
Durante su posterior estancia en el calabozo el apresado dijo a un agente:
«Muchas gracias mi amor, me salvasteis la vida. Perdón por hacerme caca, es de
la emoción», según se refleja en las diligencias policiales.
LUIS F. DURÁN
Madrid
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