Libros hasta en el estómago
Islandia es un país donde
hace bastante frío y las horas de luz son prácticamente inexistentes en ciertas
épocas del año, motivo por el que sus 323 mil habitantes
pasan mucho tiempo en casa. ¿Y cómo palian tantas horas encerrados?
Leyendo y leyendo, motivo que ha convertido el país de Björk, las cascadas y
los volcanes en uno de los más lectores del mundo con un 90% de su población
consumiendo al menos un libro al año y una media de ocho libros comprados por
la mitad de los islandeses en el mismo período de tiempo. De
hecho, las buenas costumbres culturales de Islandia han quedado grabadas en
dichos como el famoso “cada islandés lleva un libro en el estómago”.
Con tal demanda literaria no
es de extrañar que proliferen escritores que en lugar de leer prefieran pasar
horas y horas mirando por la ventana el cielo oscuro y las auroras boreales (uno de cada diez
islandeses ha escrito un libro alguna vez) mientras siguen tecleando nuevas historias en su ordenador para
una población limitada que aún así puede no compensar tal cantidad de
autores. ¿Solución? Los sueldos que el gobierno de Islandia concede actualmente
a 70 de sus
escritores.
El motivo de este sueldo,
ingreso al que se añaden los posteriores beneficios por derechos de autor,
complementa la (lógica) idea de que no todos los escritores pueden vivir
solo de sus ganancias por las ventas de un libro, especialmente en un país en
el que a pesar de leerse mucho la población escasa. Partiendo de esta base lo
más lógico es recompensar las horas invertidas en la creación de un manuscrito pagando a los escritores
un sueldo de 2400 euros (el de un camarero islandés,
como aquí. . . ) durante tres, seis o nueve meses, un año o incluso dos,
aunque éste último es el caso menos usual.
Según cuenta La Vanguardia, la Asociación de Escritores es la que
decide qué escritor merece este sueldo tras las deliberaciones de un jurado
formado por tres catedráticos universitarios que cuestiona
el proyecto del escritor y el tiempo que tiene previsto dedicar a su obra, lo
cual permite un filtro más afilado a la hora de compensar a escritores
profesionales.
De esta forma Islandia, cuna
de una literatura isleña con mucha personalidad donde triunfan la novela negra
y las sagas medievales, fomenta como ningún otro país un panorama literario que
se retroalimenta, que se esfuerza por mantener las buenas costumbres de una
sociedad adicta a la carne de tiburón y los libros acompañados de un buen
café.
¿Qué opinas de la idea de que
un escritor cobre un sueldo a la hora de crear su obra?
Publicado por Alberto Piernas
No hay comentarios:
Publicar un comentario