Un estudio de la Universidad de Zurich reconoce que los emoji transmiten
información afectiva importante entre posibles parejas y su uso se asocia con
un mayor número de conexiones íntimas.
No, el envío masivo
de emoji melocotón, berenjena y gotitas no garantiza que tu interlocutor se
deshaga en deseos.
Las relaciones sexuales y la comunicación por vía digital
son mucho más complejas que eso. Lo que sí acaba de confirmar un estudio de la Universidad de Zurich es que existe una
relación entre el uso de emoji por parte de personas solteras que se están
conociendo en un contexto romántico y sexual y la prosperidad de esos
encuentros. Conocer a una persona a través de alguna plataforma en línea (apps
para ligar, Instagram…) no solo es cada vez más corriente, sino que ya es la manera más común de hacerlo, señalaba el pasado julio una
investigación de la Universidad de Stanford. Donde antes la única manera de
saber si una persona podría convertirse en ligue era agudizando los sentidos
para captar señales en el lenguaje corporal ajeno en bares, por la calle o en
una reunión de amigos, ahora esa primera fase se da a menudo a través de las
pantallas. Un scroll a la derecha o unos cuantos ‘me gusta’ sirven como
primer acercamiento. Y en caso de reciprocidad, se abre la ventana de chat y
comienza el cortejo.
“Comenzamos esta
investigación porque estábamos interesados en conocer cómo las personas pueden
establecer una conexión en línea a través de mensajes de texto cuando tiene tan
poca información sensorial, como lenguaje no verbal o señales faciales, para
ayudar a interpretar los mensajes y su tono”, explica a S Moda Amanda N.
Gesselman, coautora de Emoji como señales afectivas en la comunicación
digital orientada a las relaciones junto a Vivian P. Ta y Justin R.
Garcia. “Con el aumento de la popularidad de los emojis, pensamos en ellos como
posibles herramientas para insertar parte de ese comportamiento no verbal en
conversaciones de texto y crear una conexión más fuerte, transmitir
compatibilidad, etc”.
A través de una
muestra de adultos solteros estadounidenses, los investigadores han examinado
la frecuencia, las actitudes y los motivos del uso del emoji de estos con sus
posibles parejas y han hallado una relación: “Proporcionan una vía para
expresar el afecto, conocerse y construir intimidad, que a su vez puede dar
lugar a más oportunidades para el cara a cara que permitan evaluar la
compatibilidad y la atracción”. Su uso se relaciona entonces con “más
oportunidades para formar conexiones románticas y sexuales, más primeras citas
y más actividad sexual”.
Menos señales pero una
comunicación más explícita
La comunicación a
través de la pantalla no solo restringe las señales, también abre otras
puertas. “Cuando estamos conociendo a una persona nos surgen emociones que en
muchas ocasiones tendemos (o tendíamos) a reprimir, a no expresar con palabras
de una forma explícita por miedo al rechazo, a no ser apropiados, a no gustar o
no ser deseables”, cuenta la sexóloga Elena Requena a S Moda. “Estos nuevos canales establecen
nuevas normas, nos sentimos protegidos por nuestras pantallas, y al sentirnos
más seguros, somos capaces de ser, a menudo, más claros y más explícitos a la
hora de hacernos entender”.
El peso de lo visual en la
erótica actual
El estudio de
Gesselman y sus colaboradores reconoce sus limitaciones: no saben cómo fueron
las percepciones y reacciones ante el uso de esos emoji en las conversaciones
ni cuáles en concreto son más efectivos para ayudar a formar conexiones entre
las personas. Pero sí hay otras investigaciones recientes, como la realizada
por el departamento de Psicología de la Universidad de Columbia Británica
(Canadá), que ponen sobre la mesa qué tipos de emoji son más usados y dados a
iniciar el sexting. “El uso de emoji juega un papel importante en el
envío y recepción de mensajes sexualmente sugestivos”, señalan las expertas a
cargo de la investigación. El 54% de los 693 participantes aseguró que los
emoji aparecen en sus mensajes a veces, a menudo o siempre. Y de quienes los
enviaron en un contexto íntimo, el 51% afirma que usarlos dio pie a un
comportamiento sexualmente sugerente. Los tres emoji no faciales más usados en
mensajes de carga sexual son la lengua, la berenjena y las gotas de sudor. La
cara de media sonrisa, la de guiño y la de beso con corazón comparten el
ranking. El estudio demuestra que “la extroversión y el número de parejas
sexuales casuales están significativamente relacionados con el uso de emoji
sexualmente sugestivos”.
La sexóloga Elena
Requena explica este éxito. “Si nos centramos en las diferentes formas de
encuentros eróticos, cualquier estímulo más o menos visual, puede actuar como
catalizador. Con este tipo de dibujo o representación podemos hacernos entender
y sentir mejor. Y esa barrera que antes comentábamos puede ser menor si podemos
transmitir diferentes emociones a través de estas figuras”.
Es un fenómeno propio
de un momento en el que lo visual prima frente a otras vías
comunicativas. “Estamos rodeados de imágenes que dictan nuestro
comportamiento, nuestra forma de vestir, de comer, de relacionarnos. Esas
mismas imágenes son la herramienta más usada, con más o menos suerte, para
atraer o para excitarnos”, apunta Elena Requena. «Todo es muy explícito: el
porno, los desnudos, etc”. Esto, según entiende la sexóloga, tiene una parte
negativa: “Deja muy poco a la imaginación para que nuestro cerebro construya lo
que desea en base a unas cuantas pistas. La fantasía”. A pesar de que surgen
con mayor respuesta otras formas de erótica que buscan apoyo en estímulos no
visuales, como los podcasts, si esas imágenes que imperan o el uso de emoji no
van acompañados de algo más, estos “cada vez tendrá menos impacto en nuestro
cerebro, y nuestra erótica se hará más pobre, seguirá siendo muy genital, y
poco peculiar”, señala Requena.
Los emoji como complemento al
juego erótico
El estudio de la
Universidad de Zurich subraya que, aunque no ha sido posible determinar si es
el uso de emoji lo que conduce a tener más citas y más cantidad de sexo o
viceversa, sí está clara la relación entre ambos. “El uso de emoji es una
característica extendida entre aquellos que han presentado rasgos relacionados
con relaciones de mejor calidad, como mayores niveles de inteligencia
emocional”. Requena subraya al respecto el poder de estas imágenes en “la
creación de un ambiente de intimidad”, algo que “puede ser enriquecedor dadas
las limitaciones del medio usado para comunicarse”. Pero no potenciaría su uso
más allá de los comienzos de esa relación: “Una vez que ya nos hemos conocido
mejor es preferible seguir la relación, siempre que sea posible, de una forma
física. La comunicación a través de medios digitales puede ser a veces confusa,
puede haber malentendidos, sobre todo al principio”. Pero sin perder de vista
sus virtudes: «También este medio nos hace sentirnos más libres de expresarnos
y quizás bajar la guardia mostrándonos de una forma más honesta respecto a
nuestros deseos, generar un ambiente de libertad y construir un escenario donde
la imaginación juega un papel esencial».
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