Se trata de un joven de 23 años que ya planificó el pasado mes de junio una
quedada a la que acudieron varios centenares de personas.
La Policía Municipal de Navarra ha identificado y
denunciado al organizador
de un partido de fútbol entre infectados contra no infectados que fue convocado
por redes sociales. Según la citación, este se iba a disputar el próximo
lunes día 20 en el barrio de Mendillori de Pamplona.
El organizador es un
joven de 23 años que ya planificó en el lago del citado distrito pamplonés una
quedada el pasado mes de junio a la que acudieron varios centenares de
personas. Se le ha denunciado por incumplir el artículo 34 de la Ordenanza
Municipal sobre promoción de Conductas Cívicas y que conlleva una multa de
hasta 3.000 euros, según han indicado los agentes.
Inscripción por
Instagram
Los promotores lo
habían denominado como "patxanga Mendillori", y según indicaban en el
cartel, se trataría de un "partido benéfico en favor de los enfermos de la
COVID-19". El lugar donde se desarrollaría sería "las pistas del nuevo
instituto de arriba", y para inscribirse, se solicitaba ponerse en
contacto con un usuario de Instagram, del que se facilita la dirección de su
perfil.
Zona muy afectada
Este barrio de
Pamplona es uno de los más afectados por los rebrotes de coronavirus en Navarra. Registra el mayor número de
positivos tras superar al de la boda de Tudela, lo que ofrecía una muestra
clara de la preocupación de las autoridades en caso de haberse celebrado este
encuentro.
Por ello, agentes del
Grupo de Delitos Informáticos del Área de Investigación Criminal de la
Policía Foral comenzaron las pesquisas con el objetivo de determinar la
responsabilidad penal por un delito contra la salud pública, puesto que este
tipo de celebraciones pueden provocar contagios masivos.
Piden cordura
Al margen de las
obligaciones derivadas por este acto, los agentes han apelado "a la
cordura y la sensatez para que nadie acuda a estos u otros eventos en los que
no se pueda garantizar la seguridad sanitaria y se ponga en riesgo la salud
pública".
También han querido
remarcar que "estos llamamientos no sólo suponen un peligro para la
ciudadanía, sino también una afrenta para todas las personas que diariamente
trabajan para sanar o prevenir los contagios y, sobre todo, para todas las
personas que han perdido a un ser querido".
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