«
¿Con cuantos chicos te has acostado? ¿Unos 80? ¿Alguna vez has tenido sexo con
varias personas?». Lucía colgó el teléfono con una mezcla de estupor e
incredulidad tras escuchar estas y otras truculentas preguntas. Un supuesto
«profesional del sector porno» se había «fijado en ella» mientras trabajaba en
una conocida tienda de moda de un centro comercial madrileño. El «cazatalentos» trataba de persuadir a la joven
para que se presentara a un casting con el fin de protagonizar una serie X
destinada al público estadounidense.
© Diario ABC
Durante toda la tarde estuvo
pensando en la conversación que había mantenido con el «headhunter». Había
muchas piezas que no encajaban en la historia que le había contado. «Le dije
que era una chica normal, que no tenía experiencia en el sector. Me contestó
que precisamente estaban preparando una gran producción y que necesitaban,
sobre todo, chicas noveles porque era un nicho que les proporcionaba muchos
ingresos», relata a ABC la joven, aún perpleja por la morbosa situación que
vivió. «Después me explicó que yo daba el perfil que buscaban, pero que tendría
que hacer una prueba para ver cómo reaccionaba ante las cámaras», prosigue
Lucía.
Le prometieron dinero rápido
y fácil, solo por presentarse al casting. Y si salía elegida, los ingresos podrían
sobrepasar el millón de euros. Esa cifra le dejó
perpleja y levantó su recelo. En cuanto llegó a casa, decidió comprobar todos
los datos que le había proporcionado con el fin de ganarse su confianza: un
número de móvil, la dirección de la sede, un correo electrónico e incluso una
Web. «Para que veas que vamos en serio, es una propuesta real», le insistió.
Para reforzar su veracidad, le aseguró que
representaba a «una importante empresa» del sector. Los
argumentos del supuesto productor incluían excusas como que habían creado una
delegación en Madrid «gracias al auge pornográfico que está viviendo la
capital».
Lucía sospechó desde el
principio y rechazó la propuesta, pero no denunció. En general, las afectadas
tampoco lo suelen hacer. El perfil de las víctimas que caen en la trampa son
chicas jóvenes, sin estudios superiores. El material que consiguen de ellas
termina en páginas porno de Internet no profesionales, en la sección que
denominan «teens» (adolescentes, en inglés) o «amateur». Después de logarlo, no
queda ni rastro. Los móviles de contacto no dan señal. Nadie contesta a los
correos electrónicos. Y el local donde se desarrolla la prueba, vacío. Como si
todo hubiera sido atrezo.
http://www.msn.com/es-es/noticias/espana/casting-porno-en-un-centro-comercial-de-madrid/ar-AAcSUHy?ocid=U207DHP
No hay comentarios:
Publicar un comentario