El eslogan elegido por los carlistas para el verano. / FB
El tópico de que el texto no
tiene desperdicio, al menos en este caso, no podía resultar más cierto.
Asómbrense. Los carlistas avilesinos reclaman, en pleno año 2015, la
segregación por sexos en playas y piscinas y lo hacen para evitar los pecados
de la carne el verano.
El Círculo Tradicionalista
Pedro Menéndez de Avilés ha colgado en su página de Facebook las
recomendaciones que todo católico debe observar cuando comienza la temporada de
baños. El tiempo para los carlistas avilesinos se detuvo en 1958. Sus consejos
rescatan unas normas de decencia cristina redactadas en 1958 por la Comisión
Episcopal de Ortodoxia y Moralidad del Secretariado del Episcopado Español.
¡No acudas a las playas
mixtas! Católico, preserva tu decencia también el verano. Es el lema que acompaña la fotografía que el Círculo
Tradicionalista de Avilés ha colgado en su Facebook.
Con el título, también muy
tradicional de, El Veraneo, estas normas de decencia cristiana, ahora rescatada
del olvido, recuerdan que el estío es tiempo en el que el mundo, el
demonio y la carne hacen mayor estrago en las almas. “Especial peligro ofrecen
para la moralidad los baños públicos en playas, piscinas y orillas del río”.
Las normas comienzan con una
llamada a evitar los baños mixtos. Hay motivos. Son casi siempre, dicen,
“ocasión próxima de pecado y de escándalo”. Y más en las piscinas que en el
mar, “por lo reducido del espacio””.
Únicamente pueden tolerarse
las piscinas mixtas infantiles, pero ¡ojo!, solo para aquellos niños tan
pequeños que no hayan llegado aún al uso de razón. Tampoco debe permitirse la
entrada de los niños en piscinas de adultos y menos de distinto sexo. “Las
imágenes pueden quedarles para el día de mañana”, advierte el círculo.
En las piscinas masculinas
solo debe emplearse el simple bañador –esto no queda muy claro—y, eso sí,
siempre es más aceptable el tipo Meyba que el Speedo.
En las piscinas femeninas, el
traje de baño debe cubrir el tronco e incorporar faldillas para fuera del agua.
Advertencia si hay que acudir
a baños mixtos. Si no se pueden evitar de ningún modo, recomienda el escrito,
el traje de hombres y mujeres debe ser más modesto y emplearse solo para el
agua. A la salida, conviene cubrirse con un albornoz. “Evítese la convivencia
en la playa y fuera de ella con estas prendas”.
Ésta es graciosa: “En los
concursos de natación públicos obsérvese lo dicho en los dos puntos
anteriores”.
Los cuidadores de la moral
cristiana se detienen también en los baños escolares. “Deben hacerse con
separación de sexos, trajes convenientes, por edades afines y bajo la
vigilancia de los directores de los centros docentes”.
Curiosamente, estas normas de
decencia cristiana no rechazan el desnudo, al menos, no del todo. Así, destacan
que los baños de sol no deben ser pretexto para abusar del desnudo, que
"ordinariamente" no es necesario. “Y cuando lo es –no lo aclara—debe
practicarse lejos de la vista de otras personas”.
El último punto es
especialmente importante por los peligros que encierra para el pecado. Los
tradicionalistas recomiendan huir de las excursiones campestres, sobre todo, si
hay baño mixto en un estanque o río. “A los inconvenientes del baño público en
general hay que añadir los que provienen de la frivolidad, ligereza y excesiva
libertad de un día de excursión”.
Pablo Zariquiegui
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