La diputada Barbro Sorman asegura que no es tan grave que los refugiados violen a las mujeres/Twitter
Suecia ha sido siempre
considerada como uno de los grandes países de la Unión Europea.
Gracias a sus políticas exteriores, su alto nivel sociocultural, sus ayudas a
las familias y a los jóvenes ha formado parte durante muchos años de la lista
de “los mejores países para vivir”.
Sin embargo, en los últimos
años, la potencia ha sido destronada de su título. Sus políticas solidarias a
favor de los refugiados y musulmanes les ha costado la estabilidad y seguridad
de sus ciudadanos y se ha ganado a pulso un nuevo título, mucho más desolador:
“Capital europea de la
Violación”.
En Suecia ya se han
asentado 300.000 musulmanes
Suecia tiene la población de
más rápido crecimiento en Europa, debido casi totalmente a la afluencia de
musulmanes y a la campaña de acogida de refugiados. Según el diario Dispatch
International, ya hay alrededor de 300.000 en el país.
Al mismo tiempo que entraban
los refugiados en Suecia, la tasa de criminalidad aumentaba astronómicamente y
las agresiones sexuales a niños y jóvenes suecos, la mayoría mujeres, se han
incrementado.
En 1975, se registraron 421
violaciones según la policía; y en 2014 se denunciaron 6.620 violaciones.
A pesar de la cruda realidad
que vive la sociedad sueca, la tolerancia de sus líderes ha llegado al punto de
defender a los recién llegados. La última polémica la ha protagonizado la diputada
del Partido de la Izquierda
socialista y feminista, Barbro Sörman quién aseguraba en su cuenta oficial de
Twitter que “es normal que los refugiados tiendan a querer violar a las mujeres
porque es algo cultural en sus países”.
Además ha arremetido contra
los hombres suecos asegurando que “si violan lo hacen por una elección activa.
Es peor a que lo hagan ellos a los refugiados”.
Además, ha rebajado el
comportamiento de los suecos afirmando que “como son criados en una sociedad
que cree en la igualdad de género, deben cumplir por lo tanto con estándares
más altos que los inmigrantes”.
Sörman, quien representa un
distrito de Estocolmo argumentaba esto para criticar a los medios de
comunicación quienes informaba que el 90% de los denunciados por violación eran
refugiados musulmanes.
Las feministas occidentales
tan comprometidas con el multiculturalismo han llegado al punto de alentar el
repulsivo comportamiento de los refugiados con frases como “los inmigrantes
vienen de culturas donde las mujeres son tratadas como ciudadanos de segunda
categoría por lo que es normal que tiendan a violar”.
A raíz de sus polémicas
declaraciones, Sörman se enfrentó a una ola de críticas ante las cuales intentó
disculpase asegurando que “se había expresado torpemente”. Más tarde, tuvo que
eliminar su cuenta oficial de Twitter.
La policía sueca
defiende al violador
Las agresiones sexuales en
Suecia son parte de las noticias diarias. El último acontecimiento se produjo
en el famoso festival We Are Sthlm donde se reportaron 35 denuncias de jóvenes
después de que “hombres jóvenes extranjeros” les agredieran sexualmente.
Los informes policiales
recogen citas estremecedoras como: “me besó a la fuerza me arrastró y me tocó
el pecho y las nalgas”.
La más joven de las víctimas tiene 12 años, según ha
publicado el diario Daily Mail, y relató a la policía que estaba bailando
cuando un hombre se acercó por detrás y la sujetó.
Cartel en contra de
la violación de los refugiados. Juego de palabras con el al anuncio de “Welcome
refugees” pero con la palabra “violar”/Twitter
“Comenzó a tirar de mí. Fue
horrible me agarró y luego comenzó a tocarme los genitales. Había chicas
llorando por todas partes”.
Sin embargo, la agencia de
noticias suecas, FriaTider afirma que hay muchos más casos de violaciones, pero
que no salen a la luz porque a la policía no le interesa. Según la agencia, los
agentes eran conocedores de que bandas de jóvenes refugiados habían manoseado y
acosado sexualmente a decenas de chicas durante el festival, pero para evitar
un sentimiento de odio hacía los refugiados no habían revelado todas las
denuncias.
Otro de los casos que más ha
impactado, es el ataque de un inmigrante de 34 años de Somalia que fue
arrestado por atacar salvajemente a una mujer en el garaje del hotel Sheraton
en Suecia.
La mujer murió mientras era
violada. La policía afirmó que el autor continuó violando el cadáver de la
mujer después de que ella hubiera muerto.”
El columnista conservador
Selwyn Duke ha criticado al gobierno sueco por casos como este al considerar
que están “subestimando el problema en su esfuerzo de ocultarlo”.
“El 77,6% de los violadores
del país se identifican como inmigrante musulmán”, pero ya hay quién ha
conseguido los papeles y está registrado como ‘sueco’, por lo tanto habrá un
gran número de denuncias que no se están contabilizando” escribió.
Además, ha asegurado que a
los políticos conservadores que tratan de llamar la atención sobre este
problema se les acusa de crímenes de odio, y afirma que el problema del
multiculturalismo sueco ha llegado hasta el punto de que las propias víctimas
temen denunciar las agresiones porque no quieren “ofender” a los autores.
Por su parte, la editora jefe
de Dispatch International, Ingrid Carlqvist comentaba en el medio que “Suecia
se acerca rápidamente a un colapso completo. Cada vez más municipios están
dando la alarma que si los inmigrantes siguen llegando a este ritmo, el
gobierno ya no puede garantizar un funcionamiento normal de servicios a sus
ciudadanos … Si la onda migratoria sigue llegando, en 10-15 años, los suecos
pasarán a ser una minoría en su propio país”.
http://www.alertadigital.com/2016/10/30/una-diputada-feminista-sueca-que-los-refugiados-violen-a-las-mujeres-es-mejor-a-que-lo-hagan-los-suecos/
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