· El Gobierno holandés da luz verde al proyecto, que los vecinos temen que fomente el narcotráfico y la trata
Una prostituta en un
escaparate del Barrio Rojo (Ámsterdam), desde donde atrae a sus clientes EFE
Utrecht insiste en hacerle la
competencia a Ámsterdam en el mercado de la prostitución. A pesar de haber
fracasado en todos sus intentos anteriores, el Gobierno holandés acaba de dar
luz verde a la apertura de lo que busca ser un inmenso barrio rojo en la ciudad en
medio de las críticas por tráfico de personas y explotación sexual que ya
obligaron a las autoridades a cerrar los negocios anteriores de este tipo.
El barrio de Nieuwe Zandpad
acogerá de momento 162 escaparates de prostitución en una nueva zona a orillas
del río Vecht. El Consejo de Estado ha rechazado las objeciones de los
residentes contra esta construcción. Los vecinos no quieren más
problemas ni experimentos de prostitución porque han escarmentado con las
pruebas que hubo hasta ahora y que no han tenido precisamente un final feliz.
Una construcción de este tipo cerca de una zona residencial no causará más que
problemas, según denunciaron al Ayuntamiento de Utrecht.
No obstante, el Ayuntamiento
ha concluido que la aprobación de este nuevo proyecto es "una decisión
razonable basada en una profunda investigación" y que, aunque es posible
que los visitantes de las prostitutas acaben en la zona residencial, no espera
que eso conlleve problemas relacionados con el narcotráfico. La promotora
inmobiliaria Beja Hoogeven será la encargada de levantar el complejo, que
promete invertir grandes cantidades en las licencias, y en el alquiler del
terreno, que será de 635.000 euros al año.
Barrio Rojo de
Ámsterdam. Foto Internet
El municipio se vio obligado
en 2013 a retirar la licencia y
cerrar los barcos de prostitución en Zandbad y los negocios de
otro complejo de ventanales en el barrio viejo de Utrecht. Los locales estaban
perseguidos por múltiples denuncias y sospechas de trata de personas y
explotación sexual. Había que cortar por lo sano y los vecinos aplaudieron
entonces la decisión.
Los barcos cerraron de forma
sucesiva a lo largo de ese año por estar involucrados en tráfico de personas
procedentes de Europa del Este y por cobrar cantidades
desorbitadas a las prostitutas. Más tarde, le llegó el final al barrio rojo
de la ciudad. Esos cierres pusieron en la calle a cientos de mujeres, lo
que provocó manifestaciones y ataques al Gobierno por "no pensar en los intereses de las prostitutas".
Ahora los temores de ellas
giran en torno a los precios de los locales. El abogado Marjan Wijers, que
trabaja por los derechos de las prostitutas, ha trasladado la preocupación de
estas profesionales al municipio. "Temen estar trabajando para el beneficio de la
constructora y el municipio", aunque este último haya
advertido de que los precios de alquiler serán "razonables" para
todos.
Se espera que el nuevo barrio
rojo esté listo para la próxima primavera, pero la constructora aún
no ha hablado de dinero. Se trataría de un mínimo de 635 euros por plaza y
semana, según el abogado, que ha señalado que será un proyecto
más lujoso que el que había en la zona vieja, donde se pagaba una media de 540
euros por alquiler semanal y por medio día de uso.
Barrio Rojo de
Ámsterdam. Foto Internet
El alcalde, Jan van Zanen, ha
prometido ponerles coto a los nuevos gerentes de los burdeles, que se harán
cargo de un máximo de 32 habitaciones cada uno, para evitar abusos en los
precios. "Nos
encargaremos de que tanto la constructora como los gerentes no vayan a obtener
altos márgenes de beneficios para evitar así que el alquiler
sea demasiado caro", precisó el funcionario.
Utrecht apuesta de nuevo por
los beneficios de la prostitución con la esperanza de que atraiga más dinero y turismo,
lejos de los problemas de las drogas que suelen acompañar al negocio. Si
funciona podría ser incluso un alivio para Ámsterdam, cuyo alcalde pidió
hace unos meses a los visitantes que viajen a otras ciudades holandesas porque la capital de los coffeeshops "no sabe qué hacer
con tanto turista".
IMANE RACHIDI
La Haya
No hay comentarios:
Publicar un comentario