lunes, 1 de junio de 2015

Adolescentes (en celo) de ayer y de siempre

El estreno simultáneo de la nueva versión de "Poltergeist" y de "Dando la nota 2: aún más alto" me ha hecho retrotraerme, inmediatamente, a principios de la década de los 80, época en la que algunos tuvimos la suerte (o la desgracia, según se mire) de vivir nuestra adolescencia. En el primer caso, la razón es obvia, pues el original data de 1982. En el segundo es algo más rebuscada porque, al tratar sobre un grupo de universitarias en busca de su lugar en el mundo, me han venido a la memoria las comedias estudiantiles que tan en boga estaban en aquellos años de Naranjito. Víctima de un inexplicable ataque de nostalgia, no se me ha ocurrido mejor idea que revisitar una película mítica de aquel entonces, "Porky's".

La celebérrima escena de la ducha

Dirigido por Bob Clark en 1982, el filme es una desmadrada comedia sobre un grupo de chavales en su último año de instituto, en los años 50, en una localidad ficticia del norte de Florida (es decir, del profundo Sur de Estados Unidos, porque, como todo el mundo sabe, en Florida, cuando más al norte, más al sur), obsesionados con el sexo y con perder la virginidad. Entre  bromas y gamberradas, un día deciden ir a un club de carretera, el "Porky's" del título, donde son maltratados y estafados. A partir de ese momento, todo girará en torno a su venganza.
Lo primero que llama la atención del filme es que se mantiene de plena actualidad: el retrato de los adolescentes es tan realista que se puede aplicar perfectamente a los jóvenes de hoy en día. Y la mayoría de los chistes siguen funcionando a la perfección, sobre todo la escena en que los protagonistas espían a sus compañeras en las duchas (en la que se inspira el póster) y la que explica el mote que recibe la profesora de gimnasia, Lassie. Un personaje que, por cierto, está interpretado por una jovencísima y semidesconocida Kim Cattrall y que anticipa con clarividencia el rol que la convertiría en una estrella mundial, el de Samantha en "Sexo en Nueva York", desnudo de cintura para abajo incluido.
Pero eso no es lo único.
 El personaje de la señorita Ballbricker, presentado como una caricatura, se mantiene como prototipo de la intolerancia y el fanatismo. Y el retrato del sheriff del condado denuncia sin medias tintas el nepotismo, la corrupción y el racismo que todavía siguen, lamentablemente, en vigor en muchos estados de la Unión, como se ha podido comprobar en recientes sucesos.
Otra cosa que llama la atención de la película es que, rodada en pleno reaganismo, supuestamente una época retrógrada y sumamente conservadora, rezuma espíritu libertario y la autocensura que caracteriza el cine americano actual brilla por su ausencia. El sexo está tratado con gozosa libertad, tanto verbal como visualmente, la cuestiones sociales más espinosas no son ningún tabú y la muy molesta corrección política brilla por su ausencia.
Definitivamente, "Porky's" no es ninguna obra maestra. Pero es una película divertida, rompedora y por la que no pasa el tiempo. También es una película que creó escuela y marcó el nacimiento de un subgénero. Y, sobre todo, es un perenne recordatorio de que la adolescencia es una época irrepetible. Para lo bueno y para lo malo.
http://www.metropoli.com/blogs/sonar-despierto/2015/05/23/adolescentes-en-celo-de-ayer-y-de.html?intcmp=HEMSUPL

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