Cada vez que pienso en la
práctica del squirting aparece en mi mente la mítica escena de "La ley del
deseo", de Pedro Almodóvar, donde el personaje de Carmen Maura
exclamaba a un señor que limpiaba las calles sujetando una manguera, "¡Riégueme!". Inmediatamente, recibía un gran
chorro de agua callejero sobre su cuerpo, sofocando así su calor interno
generado por la calurosa noche de verano y otras calenturas, muy probablemente.
Curiosas asociaciones y símiles hiperbólicos creados por la mente de una
sexóloga inquieta.
Sin embargo, en este caso,
nosotras jugaremos a ser la manguera y sofocaremos a alguna persona que nos
grite aquello de "¡Riégueme!", en algún momento ardiente.
Aunque se suele confundir con
la eyaculación femenina, cuando hablamos de squirting, nos referimos a
una práctica basada en la expulsión de líquido por la uretra de manera
exagerada, con un chorro intenso, como la traducción de su nombre en
inglés, squirt, nos indica. La eyaculación femenina no suele ser tan
llamativa, tan potente ni se expulsa tanta cantidad de líquido y, aunque muchas mujeres puedan
pensar que se han orinado, no es así.
Se empezó a oír a nivel
médico en el año 2001 aunque, antiguamente en la India, ya se conocía con el término
sánscrito Amrita, traducido como "sin muerte", denominado el
"elixir
de la vida eterna" o el "néctar de los dioses".
Aunque pueda suceder de
manera espontánea, suele ser necesario seguir algunas pautas para conseguir un squirt. Conocer
dónde tocar, cómo hacerlo, nuestra actitud para facilitarlo y descubrir algunos
consejos para no cortar la erótica del momento, es fundamental.
1. Dónde tocar
Con el squirt se
puede liberar, no sólo el líquido segregado por las glándulas de skene hacia la
uretra, como ocurre con la eyaculación femenina, sino que se puede acompañar
también de orina para conseguir mayor cantidad de eyaculado y poder lanzar un buen
chorro.
Según los estudios realizados
por el doctor Francisco Cabello, director del Instituto Andaluz de Sexología y
Psicología, todas las mujeres eyaculan, aunque no necesariamente de manera tan
espectacular y, en ocasiones, puede que se haga incluso antes de experimentar
el orgasmo o que no se expulse en el momento del orgasmo y se elimine el eyaculado
orinando tras el clímax.
Pero el squirting parece
que ha creado tendencia y son muchas las mujeres y hombres que desean
conseguirlo y provocarlo.
Para ello es necesario
estimular enérgicamente el ya conocido Punto G
Descubierto por el ginecólogo
Ernst Gräfenberg en los años 40 por casualidad, y bautizado en su honor en
1981. Lo podemos localizar a unos 3 o 5 centímetros de la
entrada de la vagina, en su cara anterior. Así, no solo se estimulan las raíces del clítoris,
que pueden alcanzar hasta 8
centímetros, sino también, la denominada como próstata
femenina o glándulas de skene.
Es una zona de textura rugosa
que se suele engrosar cuando la mujer se excita. Sería recomendable estimular
previamente el clítoris para que la mujer se excite y conseguir, a través de
sus raíces, que se engrose la zona para poder localizarlo mejor.
2. Cómo hacerlo
La posición corporal más
adecuada sería tumbada desnuda boca arriba y con las piernas abiertas.
Si le estimula otra persona mucho mejor.
La postura de la mano para
estimular este punto se llama Spiderman, aunque también se puede
conseguir con el pene y existen juguetes eróticos destinados para este
propósito. Los
dedos corazón y anular se introducirían en la vagina,
moviéndose y presionando hacia el ombligo, simulando la mano del superhéroe al
lanzar su tela de araña, de ahí su divertido nombre. De manera rítmica, trate
de alcanzar el hueso púbico. La palma de la mano podría estimular la vulva y el
clítoris.
Tener entrenado el suelo
pélvico y el músculo Puboccígeo, tensarlo y relajarlo durante la estimulación,
levantar las caderas y presionar las nalgas, también nos facilitará la misión.
Puede que sienta ganas de
orinar, pero continúe, hasta que parezca inminente. Entonces puede continuar
hasta el final o bien, sacar los dedos con rapidez y empujar como queriendo parir.
Se puede estimular el clítoris o los labios mayores entonces.
Si no lo consigue, no
desespere, puede obtener mucho placer sin necesidad de conseguir ese efecto
fuente llamado squirting, al igual que volver a intentarlo a
continuación o en otro momento. La práctica y el entrenamiento siempre son
aliados.
3. Si va a practicarlo, tenga
en cuenta que:
*Va a mojar, muy probablemente, la cama, a la persona que le
acompañe, la pared o incluso los aparatos eléctricos que se encuentren cerca,
tenga cuidado con esto. Por tanto, coloque previamente una toalla y avise a su
acompañante. Retire los objetos que puedan estropearse al recibir líquidos. Es
mejor organizarlo antes de empezar y disfrutar sin preocupaciones durante
la sesión que estar pensando en el momento culmen. Puede parecer que tanta
premeditación pueda restar frescura a la práctica, sin embargo, si se tiene en
cuenta con bastante antelación, no tiene por qué afectar a inicio y desarrollo
de la práctica en sí.
* Podrá sentir una
sensación diferente, intensa,
bastante extraña, puede incluso que desagradable o incómoda hasta la liberación
al tener el orgasmo. Algunas mujeres incluso sienten esa sensación
placer-dolor, que parece insoportable. Sin embargo, siempre que
pueda, continúe. Ese punto suele ser uno de los factores que indican que se
está cerca. Si se deja llevar, permitirá que ese punto de no retorno le ayude a
conseguir esta eyaculación a chorro o squirting.
* Cada mujer es
diferente, por tanto, existen
diferencias anatómicas y esto puede facilitar o complicar la realización de
esta práctica. Parece ser que el tamaño de las glándulas de Skene o el grosor
de la pared vaginal, sean factores importantes para conseguir un squirt. Por
tanto, pruébelo varias veces si le apetece pero, si no lo consigue, no crea
que es disfuncional. No todas las prácticas funcionan y, al
igual que nos pueden gustar más unas posturas u otras, puede que esta práctica
no sea la suya. Hay muchas otras con las que poder obtener placer, por
supuesto.
* Y recuerde que:
No es necesario para
disfrutar de una relación genital conseguir nada concreto, ni orgasmo, ni squirt,
solo disfrute el camino.
Investigue, juegue y disfrute
lo que surja. Mantenga una actitud positiva y siempre que le guste, será
bienvenido.
Cuantas más exigencias y
expectativas se genere o le generen, menos disfrutará y conseguirá.
Es importante estar relajada, excitada y lubricada. Son indicativos de predisposición sexual genital. Si
lubrica poco, a pesar de estar excitada, utilice la lubricación adicional
necesaria.
Y, por supuesto, que nadie le
diga cómo tiene que disfrutar su sexualidad ni le obligue a realizar ningún
tipo de práctica, el consentimiento mutuo es fundamental. Lo normal no existe,
solo céntrese en su deseo, su salud física y mental y su placer. Decida su forma de
expresarse sexual y genitalmente y déjese llevar.
ANA SIERRA
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