Como lo lee. Aquello de situaciones desesperadas
requieren medidas desesperadas lo están empezando a aplicar en Estados Unidos
para sobreponerse a la recién nacida Era Trump. Y no es para menos. Algunos se
meten en la piel del presidente e inventan tramas tan surrealistas que podrían
perfectamente ser reales. Otros emulan sus políticas y proponen muros alternativos. Hay quien,
incluso, propone una operación de salvamento para rescatar a una primera dama que parece pedir auxilio. Y sí, algunos han llegado al
punto de pedir ayuda al más allá y encomendarse a la brujería. La
desesperación, ya saben.
La cantante Lana del Rey, en su publicación en apoyo del conjuro anti
Trump. @LanaDelRey |TWITTER
La magia como solución anti Trump ha encontrado una
promotora de excepción. La cantante Lana Del Rey se ha erigido en representante
de un movimiento ocultista que, según Rolling Stone, está tomando
ya todo el territorio nacional con rituales para provocar la caída del magnate
reconvertido en líder del mundo libre.
El pasado martes, Del Rey lanzó un misterioso mensaje
a través de Twitter: "En el filo de la medianoche, el 24 de febrero, el 26
de marzo, el 24 de abril, el 23 de mayo". A simple vista, pueden parecer
fechas de conciertos, pero lo inquietante era la continuación del texto:
"Los ingredientes se pueden encontrar on line". Eso, y un emoji
de un pastelito. ¿Sería una receta?. Pero una receta... ¿de qué?
La respuesta es: la receta de un conjuro contra Donald
Trump. Las fechas coinciden con una convocatoria masiva vía redes sociales como
llamamiento a la población mundial para unirse al hechizo colectivo. Cada luna
menguante, justo antes de la luna nueva, miles de personas alrededor del globo
repetirán el ritual hasta derrotar al presidente. (¿Recuerda aquello de las
medidas desesperadas?)
Las instrucciones se encuentran en un grupo de
Facebook, aunque están abiertas a "modificaciones para que se adapten a la
práctica espiritual o sistema mágico del cada uno". Los elementos
indispensables, según los brujos, son "la simultaneidad y la enorme
energía de los participantes".
La foto "poco favorecedora" de Trump que
acompaña al post, impresa y recortada, es uno de los ingredientes
básicos del conjuro, aunque ni mucho menos el único. Por si decide unirse al
movimiento mágico, aquí está la lista completa:
-Una foto poco favorecedora del presidente
-Una carta de la torre de una baraja de tarot (por aquello de la Torre
Trump)
-Un pequeño cabo de una vela naranja (¿color presidente? Sustituible por
una zanahoria pequeña)
-Un alfiler
-Una vela blanca, "que representa el elemento Fuego"
-Un bol pequeño de agua, "que representa el elemento Agua"
-Un bol pequeño de sal, "que representa el elemento Tierra"
-Una pluma, "que representa el elemento Aire"
-Cerillas o un mechero
-Un cenicero
Reunidos los ingredientes, hay que leer las palabras
mágicas a la luz de la vela blanca:
Escuchadme, oh, espíritus del agua, la tierra, el
fuego y el agua. Anfitriones del cielo, demonios de los reinos del infierno y
espíritus de los ancestros.
Con el cabo de la vela naranja encendido, continúa:
Yo os invoco para embrujar a Donald Trump para que
fracase estrepitosamente, para que no pueda hacer daño a ningún alma humana, ni
a ningún árbol, animal, piedra, río u océano. Embrujadlo para que no pueda
dañar nuestro gobierno, usurpar nuestra libertad o llenar nuestras mentes con
odio, confusión, miedo o desesperación. Y hechizad, también, a todos quienes
permiten su maldad y a aquellos cuyas bocas repiten sus mentiras venenosas.
Con la carta de la torre en la mano y del revés, se
acerca el momento cumbre:
Os suplico, espíritus, hechizadlos a todos ellos.
Enredad sus lenguas maliciosas, derribad sus torres de vanidad. Os ruego en mi
nombre y en el nombre de todos los que caminan, reptan, nadan o vuelan, de
todos los árboles, bosques, arroyos, desiertos, ríos y mares, en nombre de la
justicia, la libertad, el amor, la igualdad y la paz. Enredad sus lenguas,
enredad sus obras, hechizad su maldad.
Tras la lectura del mágico poema, viene la parte más
energética: hay que quemar la foto de Trump y repetir, in crescendo:
"¡Que así sea! ¡Que así sea!", soplar las cenizas presidenciales y
encomendarse al destino. "¿Qué clase de magia es ésta?", se pregunta
el propio grupo organizador, que se responde a sí mismo, tajante: "De la
clase de magia que funciona".
No es la primera vez que la población recurre a la
magia para acabar con una amenaza política. En 1941, un grupo capitaneado por
el ocultista estadounidense William Seabrook, se reunió para llevar a cabo un
ritual vudú para matar a Adolf Hitler. Dos años antes, inmediatamente después
de la declaración de guerra de Inglaterra, una orden mágica, la Fraternidad de
la Luz Interior, llevó a cabo sucesivos rituales por carta para proteger a su
país durante la guerra. Aquello se conoció como la mágica batalla británica y parece que,
78 años más tarde, hay quien ha decidió revivirlo al otro lado del charco.
FCINCO @Fcinco_EM
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