S. F. - @ABC_familia
El 14 de febrero,
coincidiendo con San Valentín, se conmemora también el Día Europeo de la Salud Sexual, cuyo
objetivo es concienciar
a la población sobre la importancia de la práctica y el cuidado de la actividad
sexual. La OMS
define la salud sexual como el acercamiento positivo y respetuoso a la
sexualidad, así como la posibilidad de tener experiencias placenteras y
seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Nadie duda de los beneficios saludables del amor, el afecto y la intimidad sexual, aunque la capacidad
y el disfrute de este tipo de relaciones se pueden ver mermadas por algunos
trastornos, como infecciones de transmisión sexual (ITS), patologías cardíacas
o crónicas, temor a un embarazo no deseado, disfunción e infertilidad, entre
otros.
Además, según ha señalado el
jefe del servicio de medicina interna del Hospital Quirónsalud Marbella, Javier
Moreno, «con frecuencia, las dificultades sexuales
pueden ser también el reflejo de algún otro problema de salud,
como la diabetes, la hipertensión o la depresión».
Las cifras relacionadas con
patologías contraídas por contacto sexual tampoco son muy halagüeñas; y es que,
según la OMS, un
millón de personas contrae una ITS al día. Algunas ITS, como el herpes y la
sífilis, pueden multiplicar el riesgo de contraer el VIH por tres o más. 290
millones de mujeres en el mundo están infectadas con el virus del papiloma
humano (VPH), una de las ITS más comunes. Anualmente, la infección del VPH
provoca 528.000 casos de cáncer cervicouterino y 266.000 defunciones.
Por su parte, el jefe del
servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud Málaga, Andrés
Carlos López, ha señalado que «entre el 75 y el 80 por ciento de las mujeres y
los hombres sexualmente activos —también afecta a los hombres aunque gran parte
de la sociedad lo desconoce— entrarán en contacto con el VPH en algún
momento de sus vidas, pudiendo llegar a desarrollar, en el caso
de las mujeres, cáncer de cuello de útero, anal, vulvar y vaginal o, en el caso
de los varones, cáncer anal, genital, de pene u orofaringeo».
Hanoos. Hijos de la
luz.nº 18
Beneficios
López ha apuntado a «la
prevención, el asesoramiento, la educación sexual o los sistemas de vigilancia
y seguimiento» como las herramientas fundamentales para afrontar este tipo de
complicaciones. En cualquier caso, ha agregado, «siempre que alguno de los
trastornos mencionados no lo impida, el ginecólogo hace hincapié
en los múltiples beneficios de la práctica sexual sobre la
salud, como el fortalecimiento del suelo pélvico», y es que «se trabajan los
músculos que permiten el sostén del útero, la vejiga y el intestino».
«Un suelo pélvico cuidado nos
proporciona placer, seguridad y calidad de vida, ya que si se debilita surgen
problemas como la incontinencia de orina, de gases, de heces, el descolgamiento
de los órganos pélvicos o la dificultad para tener relaciones sexuales», ha
explicado.
Otro de los beneficiados de
la práctica sexual es el corazón. La actividad sexual tiene
una relación inversamente proporcional con la presencia de enfermedades
cardiovasculares. Un estudio publicado en The American
Journal of Cardiology sentencia que los hombres que mantienen relaciones
sexuales dos veces a la semana tienen el 50 por ciento menos de probabilidad de
sufrir un infarto frente a los que practican sexo una vez al mes.
Este tipo de ejercicio
«disminuye el estrés y mejora la presión arterial, algunos de los principales
factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares», ha incidido Francisco
Torres, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Málaga.
Las ventajas también repercuten sobre
la piel, por el aumento de la hidratación, sobre el sistema
inmune, evitando algunas enfermedades, por el incremento en la producción de
glóbulos blancos, o a nivel psicológico, por la segregación de hormonas que
contribuyen a la felicidad o a un mejor descanso.
El jefe del departamento de
psicología del Hospital Quirónsalud Marbella, Antonio de Dios, ha recordado que
las
emociones positivas son una fuente necesaria de bienestar e
incluso facilitan el pensamiento creativo y la conducta encaminada hacia el
éxito.
«En este caso —ha continuado—
liberación de hormonas, como endorfinas, oxitocina, serotonina y prolactina,
actúan directamente sobre los circuitos de recompensa cerebrales y generan tranquilidad,
euforia o incluso analgesia».
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