La decisión de la edil de Podemos y presidenta de la Empresa Funeraria
Municipal (EFM) del Ayuntamiento de Palma, Antònia Martín, de ir de por libre y
exigir sin negociar con los sindicatos el
nivel básico de catalán a los enterradores de la compañía palmesana, fue ayer
contestada por la portavoz socialista del gobierno municipal de coalición de
socialistas, nacionalistas y Podemos, Susanna Moll.
La presidenta de la
Funeraria de Palma, la edil de Podemos Antònia Martín, con un
alto cargo de la compañía
En rueda de prensa tras la Junta de Gobierno, Moll fue
tajante al respecto: «No se les exige ningún nivel ni se tiene previsto» que se
les vaya a exigir, afirmó el alto cargo municipal contradiciendo así la
intención de la edil de la formación de los círculos. En su comparecencia ante
los medios, Moll subrayó que solo hay una petición de la presidenta de la EFM, Antònia Martín, para que
se estudie si se puede exigir el nivel A1 de catalán.
Y aunque reconoció Moll que se está pendiente de este
«informe jurídico» solicitado en el marco del consejo de administración recalcó
que «ni se les pedía» ningún nivel de catalán y «en principio» no está previsto
que les vaya a exigir, dejando en evidencia las intenciones de la también secretaria
general de Podemos Palma.
Todo ello después de que la edil de la formación
morada aún no haya puesto fecha para la reunión solicitada por el comité de
empresa de la compañía, ni para el consejo de administración extraordinario
solicitado por las dos formaciones de la oposición en Cort, PP y Cs, para
expresar su rechazo y solicitar la revocación de esta medida. Al respecto hay
que recordar que el pasado 8 de mayo con motivo de un consejo de administración
extraordinario de la EFM
relativo a la aprobación de las bases para la convocatoria de bolsas de trabajo
de administrativo y de operario de funeraria y cementerios, su presidenta
propuso de forma oral, la incorporación de un nuevo punto, con el que se
pretendía supeditar la aprobación de las bases para la convocatoria de las
bolsas de trabajo, a un «informe vinculante» posterior, cuya finalidad no era
otra que subir el nivel de catalán exigido para los administrativos de B2 a C,
y exigir reconocimiento de nivel de catalán a los operarios, sin negociación
previa con los representantes de los trabajadores.
Una forma de proceder inesperada de Martín que suscitó
el rechazo del comité de empresa, de las dos formaciones de la oposición en
Cort (PP y Cs) y de entidades sociales como la Sociedad Cívica
Balear. De hecho desde las filas populares se ha presentado ya una propuesta al
pleno de Cort de la próxima semana en la que se exige a Martín que «se revoquen
los acuerdos con los que se quiere aumentar el requisito de catalán para los
administrativos y el conocimiento del catalán para los operarios» y que «en
ningún caso se alteren las condiciones establecidas en las bases reguladoras de
la convocatoria de las pruebas selectivas, que fueron previamente negociadas
con la representación de los trabajadores de la empresa municipal».
Desde Cs, por su parte, su portavoz Josep Lluís Bauzá,
acusó a además a la edil de ser «incapaz de diferenciar entre funcionarios y
trabajadores de la empresa pública, saltándose todas las normas a fin de
imponer el catalán».
INDALECIO RIBELLES
Palma
No hay comentarios:
Publicar un comentario