Una película X protagonizada por una refugiada siria
Pero la vergüenza no acaba aquí. En Alemania, el país
que más refugiados ha recibido desde que comenzase la mayor crisis migratoria
que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial, la acogida no está siendo
precisamente modélica. Los delitos contra los centros de acogida y los propios
refugiados se cuentan por miles. Una situación que parece estar agravándose en
los últimos meses. Así lo aseguran varias ONG teutonas que advierten del
peligroso repunte de "olas de ataques xenófobos" que se están
produciendo en todo el país contra los solicitantes de asilo.
Pues bien, cuando parecía que la bajeza moral de
muchos de los ciudadanos de territorios que reciben exiliados había tocado
fondo, nos hemos topado con lo que varios medios han calificado ya como
"la última moda" entre los amantes del porno en Alemania: Las
películas X con refugiados como protagonistas.
Así lo denunciaban los compañeros de Vocativ en
una de sus últimas publicaciones tras comprobar, para su sorpresa, que una de
las búsquedas que más estaba aumentando en los últimos meses en el país germano
era, nada más y nada menos, que "pornografía de refugiados". La
tendencia es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que, en Alemania,
entre inmigrantes ya acogidos, pendientes de acoger y en situación de completa
ilegalidad jurídica existen más de dos millones de refugiados.
Porque la cosa no queda ahí. Además del aumento de la
demanda de material pornográfico con refugiados como protagonistas también se
está produciendo un incremento llamativo en las búsquedas de "porno
hijab", como se denomina a las producciones en las que aparecen musulmanas
vistiendo con el tradicional velo musulmán. Como sucede cada vez que aumenta la
demanda de un determinado producto del que existe relativa escasez, la
industria del triple rombo se afanaba para ofrecer en la mayor brevedad de
tiempo posible aquello que su público le venía reclamando.
De ahí que, durante una de las muchas acciones de scouting
que se llevan a cabo en busca de las próximas estrellas del porno, una
productora reparaba en Antonio Suleiman, un inmigrante sirio que, tras abandonar su
país de origen y recalar en Alemania, ha acabado convirtiéndose en toda una
celebridad del cine para adultos.
¿Qué hay detrás del interés por el porno con refugiados?
Una de las primeras preguntas que uno se formula al
percatarse de todo este asunto es qué es lo que hay detrás de este creciente
interés por parte de los occidentales en el porno de refugiados. A esta
cuestión trataba de responder el portal In.com haciéndose eco de un informe en el
que se determinaba que, entre otras razones, parte de este inusitado interés
estaría provocado por el placer que produciría a muchos de los consumidores del
primer mundo "ver humillados a los refugiados".
Más allá del caso alemán, lo cierto es que el aumento
en el interés por el porno protagonizado por refugiados también se está
extendiendo a otros países, entre ellos España. Sólo hace falta redactar en
Google las palabras "porno refugiados", así, en español, para
encontrarse todo tipo de sugerencias X. Títulos como "blanco se
folla a una refugiada", "delegados de la ONU follando en un campo de
refugiados", "chicas pijas follando con un refugiado" o
"porno gay entre refugiados" se agolpan en la primera página de
resultados del buscador por excelencia.
Es precisamente este último asunto, el del porno gay
con refugiados, el que más polvareda está generando últimamente a la sombra de
la presentación del último y polémico proyecto del cineasta Bruce LaBruce, Refugee's
Welcome. Bajo el pretexto de "abordar la crisis de la
inmigración" lo que acaba encontrando cualquiera que se acerque a la cinta
del canadiense es simple y llanamente a un refugiado que asegura ser sirio
realizando una felación y siendo penetrado por un intérprete alemán de aspecto
rudo.
Más allá de la ausencia de trama alguna, lo que más
llama la atención del filme es que en ningún momento se invierten los papeles
de forma que el teutón proporcione un mínimo de placer al refugiado. Una
decisión que cuesta creer sea fruto del azar y que vendría a confirmar la tesis
mencionada más arriba.
Suelen repetir los capos del porno que, como sucede en
la moda, en la industria del cine para adultos las creaciones se van adaptando
a los hábitos e intereses de los consumidores. Si piden porno de refugiados
tendrán, pues, porno de refugiados. Quien paga, manda.
DIEGO BERMEJO
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