Los textos están escritos en alfabeto Braille
y las ilustraciones que lo acompañan son táctiles.
Según ha declarado la autora
al periódico «The Local» «es un libro que busca la estimulación sexual, pero no
se puede calificar de pornográfico». En él se pueden «palpar» encuentros
sexuales de parejas homosexuales y heterosexuales, sexo en grupo e incluso
algunas escenas de sadomasoquismo. La idea surgió cuando la
artista visitó la biblioteca Braille de Estocolmo y descubrió que no había
ninguna publicación porno o atrevida para las personas ciegas. Sin embargo,
«creo que todos necesitamos estímulos sexuales», explicó.
El presidente de la Asociación Nacional
de Ciegos,
Håkan Thomsson, dio la bienvenida al libro y lo consideró un
paso importante para las personas con problemas de visión en el país nórdico.
«Algunas personas creen que no tenemos sexualidad, lo cual es falso. Los
invidentes somos tan sexuales como cualquier otra persona», dijo Thomsson.
Aunque el libro está escrito en sueco, a la autora le encantaría que fuera
traducido a otros idiomas y que pudiera publicarse en más países, pero confesó
que no tenía tiempo para encargarse ella misma de lanzarlo.
En Suecia, la educación
sexual es materia obligatoria en las escuelas desde 1955 y, poco a poco, se van
derribando los pocos tabúes que quedan en relación con la sexualidad y las
diferencias de género. Así, hace apenas dos semanas, se inauguró el primer
centro hospitalario para hombres violados en Estocolmo y, el pasado año, la Asociación Sueca
para la Educación
Sexual (RFSU) llevó a cabo un concurso a nivel nacional para
elegir una nueva palabra que designara la masturbación femenina, ya que se
consideraba que las que se utilizaban tradicionalmente tenían demasiada carga
masculina. Por votación popular se escogió la palabra klittra, una abreviatura
de «clítoris» y «glitter» (brillo), que destaca la importancia del clítoris
para el placer femenino.
CARMEN CALVO Corresponsal En Copenhague,
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