Son datos poco conocidos pero
que ponen en evidencia otra realidad del también llamado «segmento plateado» de
nuestro país: más del 68,5% de los
mayores de 60 años tiene conexión a Internet, son más fieles a las marcas y
pagan más por la calidad que los jóvenes, gastan en mayor medida cuando viajan
que estos, son los que más invierten en Bolsa y, si encima pasan de los 70, son
definitivamente más felices. El
indiscutible envejecimiento de la población (9.966.393 individuos mayores de 60 años,
conforme a datos del INE de 2015) conlleva innumerables retos y
desafíos sociales, pero también puede ser considerado como una oportunidad para
estimular la actividad empresarial y el desarrollo económico de nuestro país.
Esta es, al menos, la
conclusión del «Estudio sobre Economía del Envejecimiento» de los
españoles que acaba de publicar la Fundación General de la Universidad de
Salamanca. Solo recientemente, prosiguen los autores del estudio, los
catedráticos de Comercialización e Investigación de Mercados Pablo A. Muñoz y
Óscar González, y el profesor Álvaro Garrido, ha empezado a valorarse el
potencial económico de los mayores de edad y su atractivo para generar oportunidades que
estimulen la actividad económica. Pero la extraordinaria
importancia y la fuente de oportunidades que supone el colectivo de personas
mayores queda de manifiesto en cada uno de los seis ejes en los que se centra
el informe. Uno de los cambios más llamativos se sitúa en el consumo de las
nuevas tecnologías.
En ese sentido, más del 68,5%
de los mayores de 60 años tiene conexión a Internet y su utilización para
actividades de tipo funcional (relación con el banco, o citas médicas) es alta
también a partir de esa edad, lo que implica una importante apertura para
cambiar o complementar el canal físico con el electrónico. «Si los bancos han
conseguido que el 55% de clientes de más de 60 años que utilizan la red hagan
operaciones a través de este canal, las organizaciones médicas públicas y
privadas, por analogía, tienen un margen por delante para aumentar aún más su
relación a través del canal electrónico», establecen los autores del informe.
En cuanto a los hábitos de
compra, el estudio asegura que las personas mayores de 60 años participan más
en las compras de productos que los menores de esa edad, y que el formato
comercial en el que gastan la mayor parte de su presupuesto para productos de
alimentación y hogar en España es el supermercado. Tras este formato, son los
hipermercados los que recaudan la mayor parte del presupuesto de los hogares.
La explicación puede venir dada, puntualiza Garrido, «por el hecho de que,
aunque los mayores de 60 años valoran en mayor medida que los jóvenes que el
establecimiento tenga un horario amplio de apertura, están dispuestos a pagar
un mayor precio para obtener ventajas muy valiosas para ellos, como que el
local se encuentre cerca de su domicilio o que cuente con una atención más
personal».
Adictos a las marcas
Respecto a los productos
adquiridos, este segmento de la población no escapa del fenómeno de las marcas.
«No se aprecian diferencias en la elección o preferencia de marcas propias en
función de los años, por lo que todos los grupos de edad pueden ser
considerados como clientes potenciales de la misma forma por las cadenas
distribuidoras», asegura el catedrático Pablo A. Muñoz. Este punto lo corrobora
Toni Segarra, director creativo y socio de SCPF, al asegurar que«en el mundo, el 50% del gasto en consumo es de los mayores
de 50 años, lo que hace que las marcas tengamos una enorme
oportunidad y responsabilidad con este colectivo».
Viajes y ocio
Estos mismos mayores,
prosiguen en el informe de la
Universidad de Salamanca, gastan más que los jóvenes cuando
viajan, y buscan claramente la comodidad y la facilidad a la hora de elegir,
contratar y disfrutar del destino y el alojamiento. «Nadie duda ya de que
viajar es una forma de hacer la vida más agradable e interesante, y los datos
de esta muestra nos indican que en parte esa satisfacción con la vida y con los
logros alcanzados está relacionada con el número de viajes realizados a lo
largo del año que, en el caso de los mayores de 60 años, es mayor que los
realizados por personas de menor edad, aunque la diferencia no sea en exceso
significativa», matizan.
También es verdad que dicha evolución
de número de viajes y edad no sigue una tendencia lineal: De 25 a 39 años se viaja mucho,
luego hay una disminución en esa actividad de los 40 a 49 años (posiblemente por
el cuidado de los niños pequeños en la familia), y luego vuelve a tener una senda
creciente hasta llegar a los 75 años, momento en el que posiblemente un miembro
de la pareja pueda ver mermado el grado de autonomía y el ánimo para encarar
este tipo de actividades.
Emprendedores
Así pues, los mayores son
tecnológicos, viajan, compran... e invierten en negocios. Según el estudio, alrededor del 12% de los
encuestados coloca
su dinero en algún tipo de negocio. Cabe resaltar que el rango de edad que más
invierte en empresas es el comprendido entre 66 y 70 años, que llega hasta un
16,22%. La encuesta resalta, a su vez, que 7 de cada 10 mayores de 60 años son
los sustentadores principales de sus hogares. Eso sí, hogares de dos personas,
con una media de 1,21 personas a cargo.
Estos datos indican, a su
vez, que aunque el nivel de ingresos sea menor a medida que avanza la edad, las
cargas familiares también son menores y, por tanto, la dificultad para llegar a
fin de mes de los mayores de 60 años es algo menor que la de los más jóvenes.
De hecho, los hogares con más dificultades para llegar a fin de mes son
aquellos sostenidos por personas de entre 40 a 59 años, que son los que más personas
tienen a su cargo.
Satisfacción
Los mayores de 60 años están, en definitiva, «más satisfechos que los
menores con su vida en general y con los logros alcanzados a lo largo de ella»,
concluye el profesor Garrido. Respecto a la satisfacción con su salud, no
existen diferencias entre las distintas edades y lo más destacable es que, de
nuevo, aunque ligeramente, los menos satisfechos en este aspecto son las personas
de entre 60 y 70 años
El estudio refuerza, por
tanto, la concepción de la población de los mayores como un segmento de
población que presenta cada vez una actitud más positiva y activa hacia este
estadio de la vida, que ya no se concibe como una fase de retiro, sino como una
fase de cambio en la que priman el aprovechamiento del tiempo, las actividades
de ocio o la formación. «Y aunque es verdad que algunos tienen necesidades
específicas derivadas del envejecimiento, queda claro que son un grupo de población
económicamente diferenciado y proactivo, que conlleva grandes oportunidades»,
concluyen los autores del estudio.
CARLOTA FOMINAYA –
carlotafominaya Madrid, Mayores
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