Doug Marcaida es juez de 'Forjado a fuego', que premia la hoja mejor
moldeada por los concursantes. Fue lo más visto de Mega en diciembre
El juez filipino Doug Marcaida pone a pueba una de las
hojas forjadas por uno de los concursantes. :: R. C.
“Esta arma mata” es la frase que más esperan los herreros después de que el filipino Doug
Marcaida haga las pruebas pertinentes sobre los muñecos de gel con sus hojas
recién creadas. Marcaida es uno de los jueces de 'Forjado a fuego' (un programa
original del Canal Historia, que Mega emite a las 20.40 horas), pero también
hace las veces de contratista militar e instructor de uso de armas para
policías. También es un especialista en combates cuerpo a cuerpo y diseñador de
armas, de ahí su labor en el concurso. Prácticamente, una enciclopedia viviente
en la evolución de las herramientas de guerra. De hecho, tal es su dominio, que
ni siquiera se le escapa la «navaja española».
El juez asiático lleva presente desde 2015, cuando se
estrenó el programa. En él, cuatro herreros especializados compiten en la
fabricación de armas blancas. Una especie de 'Masterchef', pero cuyo producto
final es capaz de asestar golpes mortales. Los concursantes enfrentan sus
habilidades en una serie de desafíos eliminatorios utilizando un almacén de
herramientas, y todo a contrarreloj, como suele ocurrir en este tipo de 'talent
shows'. Hay un ganador en cada programa que se lleva diez mil dólares (unos
8.700 euros)
El filipino cuenta que empezó «a diseñar armas hace
más de 25 años», y que también se dedica a enseñar «cómo usarlas de la manera
correcta» y, sobre todo, a «cómo defenderse con ellas». Confiesa que para él,
«las espadas son hermosas», pero que «tampoco puedes llevar una siempre en la
cintura». Por eso, reconoce que prefiere diseñar hojas más pequeñas, como las
que «puedes llevar en un bolsillo».
De 8 a 40 capítulos
El formato va ya por su quinta temporada, que cada vez
cuenta con un mayor número de capítulos. De hecho, la primera solo tuvo ocho
entregas, mientras que la quinta consta de cuarenta. Una longevidad y unos
resultados que ni se imaginaba el propio Marcaida. «Lo que más me ha
sorprendido es lo mucho que ven el programa las generaciones más jóvenes. Eso
es algo que me encanta. Conozco a muchos padres que son fans de 'Forjado
a fuego', y que lo ven con sus hijos e hijas», apunta. Se siente
también orgulloso de que este formato «maravilloso» se haya hecho un hueco
entre los espectadores y compita en una era liderada por los «aparatos
electrónicos y los videojuegos». El pasado diciembre fue lo más visto de Mega y
hubo puntas de 434.000 espectadores (2,4 de 'share'). Al juez le impresiona las
cotas de éxito que ha alcanzado el programa fuera de Estados Unidos, incluido
España.
Su momento favorito es el de la comprobación de las
hojas que forjan los concursantes. «Al final del día, tienes que probarlo. Es
como los concursos de cocina. Puede ser un plato muy bonito, pero a la hora de
la verdad, tiene que estar bueno. La parte más emocionante es cuando puedo
probar las armas y constatar que pueden matar», comenta.
Como contrapunto, y sabiendo por experiencia propia lo
complicado que es la fabricación de espadas, para Marcaida lo más difícil es
sin duda decirle al concursante «que su hoja ha perdido», que no es lo
suficientemente buena: «Es muy duro oír esas palabras tras tantas horas de trabajo detrás».
JULIÁN ALÍA
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