Layane Dias se puso un pendiente en la nariz, tuvo una infección y una
bacteria la dejó en silla de ruedas
Layane Dias tenía 20 años y estaba a punto de empezar
unas prácticas cuando comenzó a sentir unos dolores intensos en la espalda,
eran tan fuertes que tuvo que medicarse, pero aun así no pararon. Estaba tan
débil que tuvo que dejar el trabajo.
«No conseguía sentir nada del pecho para abajo», le
explica a BBC Brasil. Según
cuenta, el neurocirujano que la atendió le explicó que una bacteria llamada
Staphylococcus aureus, que consigue transmitir enfermedades a través de la
sangre, había entrado en su organismo a través de una infección.
«El médico me preguntó si había tenido alguna herida
en la nariz o algo similar porque, tal como me explicó, esa bacteria suele
generarse en las fosas nasales. Fue entonces cuando le conté que me había hecho
un piercing en la nariz el mes anterior». Fue etonces cuando el médico no lo
dudó: «El piercing fue la puerta de entrada de la bacteria a tu cuerpo», esta
frase fue la que le dijo.
«Hasta en tres ocasiones me había puesto uno en el
lado derecho de la nariz», explica la joven. El pasado mes de junio, decidió
cambiar y hacerse uno en el lado izquierdo.
Por primera vez le había salido sangre durante la
perforación. También se le hinchó y puso roja la punta de la nariz, pero no le
dio importancia. «Pensaba que solo se trataba de un grano, pero me dio fiebre.
Me lo traté yo misma, me puse unas pomadas y a la semana desapareció».
Un día despertó cn mucho dolor de espalda, pensó que
era algo muscular. Pero cuando el dolor se volvió insoportable fue al médico.
Le hicieron una radiografía en la espalda, pero no vieron nada. Al día
siguiente ya no sentía las piernas.
Le hicieron análisis de sangre y vieron que tenía una
infección. Ella seguía sin sentir las piernas y fue enviada a un hospital en
Brasilia, capital de Brasil.
Tuvo que tomar morfina para soportar el dolor, pero
también le causaba alucinaciones y uno de los doctores suspendió el
tratamiento. Una resonancia magnética mostró que tenía 500 mililitros de pus
entre tres vértebras que presionaban su médula espinal. La operaron de urgencia
para retirarle el líquido.
El cirujano encargado de la operación, el doctor
Oswaldo Ribeiro Marquez, cuenta que, aunque es raro, es posible que un piercing
cause paraplejia. «Puede darse en casos en los que hay alguna complicación en
el proceso», asegura, a la vez que confiesa no haber visto algo así en sus 15
años de experiencia clínica.
Tuvo que estar dos meses ingresada en el hospital
antes de que le dieran el alta. Ya durante su recuperación hospitalaria sabía
que no era seguro que volviese a caminar de nuevo. Saber que podrá quedarse
toda su vida prendida a una silla de ruedas fue uno de los momentos más
difíciles. «Quedé destrozada», confiesa.
Hoy en día tiene sesiones de fisioterapia, pero
también con una psicóloga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario