La proliferación de pruebas deportivas de alta montaña, causan malestar entre los conservacionistas, que las ven “peligrosas” para la especie.
La proliferación en Asturias de de carreras deportivas de alta montaña, que suelen discurrir por zonas habitadas por el oso pardo, ha generado malestar entre algunos conservacionistas, preocupados por el impacto negativo que pueden tener estas pruebas en la vida y el desarrollo de la especie. La idoneidad o no de estas citas atléticas, en las que cientos de personas atraviesan parques naturales e invaden el espacio de los osos, fue debatida, en Oviedo, por la Consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, y los representantes del Consejo Asesor de la especie, reunidos por primera vez desde su creación. El debate en este caso, no fue la presencia del oso en los pueblos, sino al revés; la de las personas en el espacio de los plantígrados.
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