martes, 15 de abril de 2014

Llamó a un teléfono erótico y le proporcionaron a su mujer

Tenía que suceder, sin duda alguna, en un país latino, no podía ocurrir en otra parte. Tenía que ser en una nación en la que, en definitiva, las situaciones de enredo forman parte de  la cotidianeidad.  Es este, otra vez, un relato de la infidelidad conyugal, ahora ocurrido en la ciudad italiana de Trento, una historia tan vieja como el mundo, aunque en esta ocasión las últimas tecnologías de la comunicación servirían como celestinas. Y…..también, como nexo entre los ocasionales amantes. El suceso es el siguiente:

Un ciudadano de esa población norteña, representante de comercio, a través de una línea erótica telefónica que proporcionaba contactos  y se llevó la sorpresa de su vida. Sin embargo esa sorpresa, en lugar de ser gratificante, fue, por el contrario, amarga, para desgracia del navegante del amor, tras su oculta y, para algunos pecadora llamada, se encontraba la canosa esposa del ocasional “marinero”. El desenlace del suceso puede adivinarse: cruce de insultos, reproches, llantos y puede - eso no se sabe todavía -  que un posible divorcio.

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