Un padre francés, de 43 años de edad, fue detenido ayer por haber, presuntamente estrangulado hasta la muerte a su hijo, de 23, porque no soportaba que pasara tanto tiempo jugando al ordenador. El suceso tuvo lugar el lunes por la noche en la pequeña localidad de Luc-sur-Orbieu, en el sur de Francia, tras una violenta disputa entre padre e hijo. Según las primeras investigaciones, el padre no tenía intención de acabar con la vida de su hijo. La fiscalía de la localidad cercana de Narbona, que se encuentra a cargo de la investigación, estudia distintas hipótesis.
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