Imagen promocional de la campaña #FreetheNipple It's Time
2016.
Muchas personas han decidido
participar en la batalla por la igualdad de género a pecho
descubierto, literalmente. Los senos se han incorporado como nuevo símbolo
de la lucha por esta causa y, con pezón o sin él, son muchas y muchos los que
están dispuestos a demostrar el verdadero poder de la teta.
Las redes sociales
han terminado de alentar un debate que subyace desde hace años en torno al
pecho femenino. En los últimos meses, numerosas imágenes publicadas en
plataformas como Facebook, Twitter o Instagram han sido censuradas por mostrar o
insinuar el busto de la mujer y esto ha provocado la reacción contraria:
cientos de usuarios y usuarias que no han tenido reparos en subir sus propias
fotografías para expresar el desacuerdo y la incongruencia. ¿Por qué es
diferente que enseñe el pecho desnudo un hombre que una mujer? ¿Por qué en el
caso de ellas se considera pornográfico? ¿Por qué hay personas que lo toman
como una licencia para acosar o insultar?
El pasado fin de semana la
tuitera @fuckingmanola denunció su experiencia: "Voy a hablar sobre el
acoso que he recibido hoy porque me ha jodidamente enfadado y no me voy a
callar". "Hoy recibí un trato INHUMANO por subir unas selfies [sic]
en las que se me veía un pezón. (Y ni siquiera de manera sexual que no importa
pero bah)", escribió en varios tuits.
Los mensajes provocaron la
reacción inmediata de una de sus compañeras en el grupo Queer Avengers, Iría
Morris, que creó el hashtag #tetasporManuela. Cientos de personas lo utilizaron
durante varios días para publicar fotografías de sus pechos más o menos
desnudos y denunciar así la desigualdad entre hombres y mujeres.
Iría Morris
El fenómeno, sin embargo, no
es nuevo. España ha tomado ahora el testigo de #FreetheNipple
(algo así como "Libera el pezón"), una campaña que en Estados Unidos lleva meses reivindicando la
libertad de la mujer y el derecho a exhibir su anatomía sin criminalizarla.
Una película con el mismo
nombre dirigida por Lina Esco fue el origen del movimiento al que se han sumado
cientos de personas anónimas y numerosas caras conocidas: Rihanna,
la modelo Cara
Delevingne o Scout Willis, la hija menor de Demi
Moore y Bruce Willis. Instagram censuró una fotografía en la que lucía una
camisa transparente y la joven decidió salir por las calles de Nueva York con
la parte de arriba descubierta, inmortalizar su paseo y subir las imágenes a
Twitter con el texto "Legal en NYC, pero no en Instagram".
El problema está en los pezones
Otra de las artistas que más
se ha significado últimamente en esta causa ha sido Miley Cyrus.
Es difícil distinguir cuánto hay de estridencia y marketing y cuánto de
compromiso social en cada una de sus apariciones, pero lo cierto es que no deja
indiferente a nadie -¿y no es acaso eso lo que busca?-.
En la reciente gala de los
MTV enseñó uno de sus pezones desafiando a la estricta moralina estadounidense,
y días antes habló sobre el asunto en el programa de Jimmy Kimmel
a propósito de un incómodo encuentro con Paul McCartney y de sus siempre
llamativos modelitos: "Lo que he aprendido es que el ser humano
no tiene miedo de los pechos, el problema está en los pezones. Si yo enseño mis
pechos nadie tiene ningún problema, pero que los pezones estén cubiertos con
algo es necesario. A Estados Unidos no le molestan las tetas, son los pezones
lo que no le gustan. Pero es lo que hay. Es una locura porque el pezón -que se
supone que no puedes enseñar- lo tiene todo el mundo, pero la parte que no todo
el mundo tiene, puedes enseñarla. Nunca he entendido cómo funciona esto",
dijo al presentador.
A miles de kilómetros de
distancia, June
Fernández, directora de Pikara Magazine, trata de arrojar luz.
"Se identifican los pezones con la parte sexual de la mujer, por eso se
considera que mostrarlos es algo pornográfico y nos
convierte en 'malas mujeres'", apunta.
Fernández va más allá y habla
de lo "invisible de la vulva femenina" y de cómo "todo lo que
tiene que ver con los procesos naturales de las mujeres se entiende como algo
sucio". Sin ir más lejos, recuerda el caso de la poeta pakistaní Rupi
Kaur, cuya imagen tumbada en la cama con una mancha provocada por la
menstruación también fue censurada y generó, igualmente, toda una corriente de
protestas.
"Se usa el cuerpo de las
mujeres como un reclamo comercial. En Instagram no hay ningún problema en
aparecer con grandes escotes, pero se castiga si mostramos el cuerpo al
completo.
Nuria Roca
También habla de la doble
moral. La presentadora de 'Lo mejor que te puede pasar', en Melodía FM, ha sido
uno de los últimos rostros populares en sufrir la censura de Instagram
La red social retiró la
fotografía de su sombra, en la que se distinguía el perfil de su pecho en
topless. Ella la compartió con sus seguidores porque le parecía "bonita y
creativa", pero la plataforma no tuvo la misma consideración. "Me
parece ridículo y un ejemplo de la hipocresía moral de las redes sociales",
asegura en conversación con EL MUNDO. Instagram justificó su decisión apelando a las
normas comunitarias que rigen su funcionamiento, algo que Roca cree que
"deberían revisar" para establecer los límites. "¿Si fuera la
sombra de una pistola no pasaría nada? ¿No es peor una imagen que incita a la
violencia?", se pregunta.
Pechos lactantes
Tratando de buscar una
explicación al hecho de que un hombre, a diferencia de una mujer, pueda
difundir una imagen con el torso descubierto, caminar por la calle sin camiseta
y, hasta hace no mucho tiempo, incluso sentarse a comer en un bar con el pecho
al aire, Gracia
Ariza habla de la "cosificación" del cuerpo de la mujer, de la
"sexualización derivada del machismo".
Ariza es la presidenta de
'Lactando Amando', la
Asociación en Apoyo de la Maternidad
Imagen sobre lactancia de J. Beall.
y la Lactancia que ha
defendido esta semana a Herminia Reyes. Herminia estaba dando el pecho a su
bebé de nueve meses en el Corral del Carbón, en Granada, cuando una vigilante
de seguridad la 'invitó' a marcharse del lugar. "Me sentí
violentada", relató la mujer a este diario. "Desde la distancia, una
auxiliar de seguridad dijo que estaba prohibido hacerlo", apelando a
"una normativa de seguridad" que resultó inexistente.
Su caso no es el único.
Muchas mujeres han denunciado situaciones similares, tanto en la vida real como
en Internet. De hecho, de nuevo las redes sociales han sido escenario de la
eliminación de imágenes que mostraban a madres con sus bebés en el momento de
la lactancia. La supresión de las instantáneas de Jade Beall dio la voz de
alarma y resultó definitiva para que la compañía de Mark Zuckerberg relajara
sus códigos y entendiera que la lactancia es una acción "natural y
hermosa" que no debe censurarse.
"Normalmente los pechos
de las mujeres se ven como un objeto de deseo, como algo sexual. En la mayoría
de anuncios publicitarios, el pecho de la mujer suele ser protagonista, bien
porque se sugiere, bien porque se enseña directamente. Se usa esta estrategia
para captar clientes, pero nadie protesta contra ello", critica Ariza. Sin
embargo, "la
lactancia es todavía algo tabú. Creen raro que una madre
amamante a su hijo, lo ven como algo sucio, digno de esconder", de ahí los
reparos sobre este acto biológico y natural.
Ariza apoya movimientos como
#tetasporManuela o #FreetheNipple en tanto que son una vía para mostrar
"que no queremos ser supermujeres, sino mujeres reales, naturales, con
estrías o sin ellas, gordas o delgadas".
El cuerpo como arma
Ariza apela de nuevo al cuerpo
femenino como arma en la lucha por la igualdad de género, algo de lo que saben
mucho las integrantes de Femen. Sus protestas con los senos al aire son una de sus
señas de identidad, y no es casual.
"No quieren ver nuestras
tetas en Internet, ni en los parques haciendo running, ni dando de comer a
nuestros hijos, y por supuesto, tampoco protestando porque supondría aceptar
que ha de existir una igualdad para todos los cuerpos", asegura Lara Alcázar,
portavoz del movimiento en España.
"Femen emplea el desnudo
como protesta para demostrar que el cuerpo de las mujeres no está dispuesto a
seguir siendo cosificado en favor del patriarcado, sino que está luchando de
manera política y lleva un mensaje de manera inseparable. Nos desnudamos para
expresar que no sentimos vergüenza de ser mujeres", continúa.
Por eso valora de manera
positiva cualquier acción que tenga el mismo objetivo. "Obligan a la
sociedad a repensar el papel del cuerpo de la mujer", opina. También Nuria
Roca cree que "cualquier iniciativa es buena" para avanzar en la
lucha por la igualdad. "Este es mi pecho y tengo derecho a
enseñarlo", resume June Fernández, en una perfecta definición de lo que
significa el verdadero poder de la teta una vez que los sujetadores han caído.
MARÍA HERNÁNDEZ Madrid
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