Mantener relaciones sexuales
es, además de satisfactorio, seguro para aquellas personas que han sufrido un
infarto. Lo acaba de confirmar un estudio que se publica en «Journal of the
American College of Cardiology», que concluye que la mayoría de los pacientes
con enfermedades del corazón pueden reanudar de forma segura su actividad
sexual después de un ataque al corazón.
PIXABAY. Los
beneficios del sexo superan a los riesgos
Muchas personas creen
infundadamente que la actividad sexual puede ser un factor de riesgo para los
pacientes que han sufrido un ataque cardiaco. Se cree que el esfuerzo puede desencadenar
otro evento cardiaco; además, hay pocos datos sobre daños y beneficios de la
actividad sexual en los pacientes enfermos del corazón. Pero según este nuevo
trabajo, realizado en la Universidad de Ulm (Alemania), la actividad
sexual normal no supone un gran esfuerzo; así, afirman, implica una actividad
física moderada comparable a subir dos tramos de escaleras o dar un paseo a
paso rápido.
Para concluir que el sexo es
seguro los investigadores observaron a un grupo de 536 pacientes con enfermedad
cardiaca de entre 30 y 70 años de edad los 12 meses previos a un ataque al
corazón; así estimaron la asociación entre la frecuencia de la actividad sexual
con la presencia de eventos cardiovasculares posteriores, como ataque al
corazón, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular.
Cuestionario
A partir de un cuestionario
de autoevaluación entregado a los pacientes, el estudio muestra que el 14,9% de
los pacientes aseguró no haber tenido actividad sexual en los 12 meses antes de
su ataque al corazón, el 4,7% reconoció que las tuvo al menos de una vez al
mes, el 25,4% dijo tener sexo menos de una vez por semana, y el 55% una o más
veces por semana.
Los investigadores siguieron
a estas personas durante 10 años, periodo en el que se produjeron 100 eventos cardiovasculares
adversos, pero en ningún caso se
consideró la actividad sexual como factor de riesgo de estos eventos
cardiovasculares.
Además se evaluó el tiempo
transcurrido desde su última actividad sexual antes del infarto. En este caso,
únicamente un el 0,7% afirmó que había mantenido relaciones sexuales una hora
antes de su ataque al corazón, mientras que más del 78% señaló que su última
actividad sexual se produjo más de 24 horas antes del infarto.
Parece muy poco probable que la actividad sexual sea
un detonante importante de un ataque al corazón
Teniendo en cuenta estos
datos, señala el investigador Dietrich Rothenbacher, «parece muy poco probable
que la actividad sexual sea un detonante importante de un ataque al corazón».
Sin embargo lo cierto es que
muchas personas que tienen una enfermedad cardiovascular piensan todavía que el
sexo no es seguro. Una de las causas, señala este investigador, está en que
menos de la mitad de los hombres y menos de un tercio de las mujeres obtienen
información sobre la actividad sexual después de un ataque al corazón por parte
de sus médicos.
«Y es importante tranquilizar
a los pacientes de que no tienen que estar preocupados y deben reanudar su
actividad sexual habitual. La falta de tiempo o la vergüenza no deben ser una
excusa para evitar hablar de sexo con los pacientes, ya que es algo esencial
para la salud mental y física del paciente cardiaco», apunta. De hecho, los beneficios de la actividad sexual son
superiores a los riesgos y algunos informes recientes publicados en
«Circulation» y en el «European Heart Journal» señalan que el sexo no debe
dejarse de lado después de haber sufrido un infarto o un ictus y que para ello
los profesionales sanitarios deben hablar con sus pacientes para que reanuden
su vida sexual.
Sin vergüenza
De casi todo menos de sexo.
Los cardiólogos apenas hablan de la vuelta a la actividad sexual con los
pacientes que han sufrido un infarto. Lo aseguraba un estudio internacional
dirigido por la Universidad de Yale (EE.UU.), en el que se ha visto
que, en España, las mujeres reciben consejos más restrictivos sobre la vuelta a
la actividad sexual tras un infarto que los hombres.
El trabajo en el que
participó la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) el Centro Nacional de
Investigaciones Cardiológicas (CNIC) y las redes de investigación
cardiovascular del Fondo de Investigaciones Sanitarias, y que ha sido publicado
en «Circulation», el estudio, que recoge datos tanto de EE.UU. como de España,
muestra que en nuestro país, apenas el 13% de las mujeres y el 17% de los
varones recibe asesoramiento por parte de su cardiólogo sobre la actividad
sexual que pueden realizar tras un infarto. En EE.UU., esta cifra es similar,
con un 19% de los hombres y un 12% de las mujeres. Pero lo más extraño, es que
en los casos en los que sí se habló de sexo, mientras que en EE.UU. al 69% de
los hombres y al 65% de las mujeres se les aconsejaba limitar su actividad
sexual, en España se hacía con el 64% de los hombres y un 83% de las mujeres.
Es decir, por razones que no determinados, los médicos tienden a ser más
conservadores con las mujeres.
R. I.@abc_salud / MADRID
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