España gana la batalla de la
especialización del turismo homosexual. Las visitas de gays y lesbianas aportan
cerca de 6.100 millones de euros a la economía española, según un informe
publicado el mes pasado por LGBT Capital, una firma de inversión que tiene sede
en las Islas Vírgenes británicas y se concentra en activos de temática gay. Con
este volumen de gasto, España supera a Francia como principal destino gay
europeo.
Los turistas homosexuales,
según estimaciones del Gobierno, gastan alrededor de 30% más de media que el
resto de los visitantes que llegan a España, lo que ha llevado a las
Administraciones a apoyar las campañas para favorecer este tipo de viajes.
Fiesta gay en el parque Isla Fantasía en Vilassar de Dalt
(Barcelona) en 2014. / MASSIMILIANO MINOCRI
Países como Francia o Gran
Bretaña han introducido legislación sobre igualdad de derechos y promueven sus
destinos turísticos entre la comunidad de gays y lesbiana. Pero España es el
destino favorito del colectivo. En 2005 se convirtió en el tercer país europeo
en legalizar el matrimonio homosexual —después de Bélgica y Holanda—. Esto le
ayudó a sumar puntos en el extranjero a la hora de promocionarse como un
destino seguro y acogedor para el colectivo de gays, lesbianas, transexuales y
bisexuales (LGTB).
“Es un país muy tolerante y
divertido”, explica Fabiano Ribeiro, un brasileño de 32 años que visita
Barcelona con dos amigos. “Dos hombres podemos ir de la mano y no hay ningún
problema”.
Eventos especializados
Barcelona se convierte en
agosto de cada año en la sede del mayor festival gay de Europa, el Circuit
Festival, que este año atrajo a 71.000 visitantes. Durante dos semanas,
Barcelona se vuelca con el evento: fiestas en la calle y en los bares, ofertas
especiales en las tiendas y hoteles llenos. Tras ocho años, el festival se
expande este año a Ibiza, y llegará a Canarias en 2016.
“El flujo de visitantes llega
a los bares locales, los gimnasios, y hasta los conductores de taxis quieren
colaborar”, cuenta el organizador del Circuit, Tes Cuadreny, en su oficina en
Barcelona. “Saben que esto beneficia a todos”.
En la Comunidad de Madrid, incluso
el Gobierno regional, controlado por el partido conservador, el PP, se sube al
tren. En una muestra de apoyo a los homosexuales, la presidenta Cristina
Cifuentes izó la bandera del arco iris en edificios institucionales por primera
vez tras su victoria electoral de mayo.
http://economia.elpais.com/economia/2015/09/06/actualidad/1441528797_783258.html
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