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La polémica decisión del
presidente de Tanzania, John Magufuli, que impedirá a las mujeres lucir minifaldas
para evitar la propagación del VIH ha causado estupor en medio mundo,
pero lo cierto es que no es ni la primera vez que dirigentes de otros países
legislan con normas, a todas luces, insólitas.
Si bien Magufuli se lleva la
palma, pues el líder africano también prohibió el 'twerking' porque
amenaza los bailes tradicionales, otros países superan en absurdez al
presidente de Tanzania.
Sin ir más lejos, en Reino
Unido está prohibido morirse en el Parlamento, tal y como informó 'The Times'
hace unos años. Como todo, las leyes tienen matices, y esta, que cosecha el
«honor» de haber encabezado en 2007 la lista de las más ridículas para los
ingleses, se debe a que la
Cámara británica tiene estatus de Palacio de la Familia Real, por lo
que una muerte en el recinto obliga a enterrar al fallecido con los honores de
los miembros de la Corona.
Los ingleses y sus particularidades. Y contradicciones.
Inglaterra prohíbe
que las mujeres coman chocolate en el transporte público pero
es legal (en York) matar a un escocés dentro de las murallas de la ciudad
fortaleza si este ostenta arco y flechas.
Los americanos, los más extravagantes
La palma, como en el caso de
las normativas referentes a los actos sexuales, se la lleva Estados Unidos. En
Florida se ha prohibido tener sexo con erizos
después de que dos turistas rusos sintiesen curiosidad y experimentasen con el
animal de las púas. El animal lejos de someterse a los deseos de Anton y
Evgeny, los atacó, y ambos tuvieron que ser ingresados en un hospital de Los
Ángeles para que se les extrajesen las espinas clavadas en sus zonas íntimas.
En la región del Sur de EE.UU. además de prohibir el sexo oral, a las mujeres
se les impide saltar en paracaídas los domingos, nadie conoce muy bien por qué.
Y si a alguno de los floridanos le da por innovar con sus mascotas y acoger a
un elefante, que sepa que le va a salir caro. No solo deberá hacer frente a los
gastos de manutención del animal, sino que cuando el dueño lo deje atado a un
parquímetro deberá abonar el mismo importe que por aparcar un vehículo. El peso
es lo de menos.
Pero no es la única vez que
los americanos sorprenden al mundo con los mandamientos que ordenan acatar en
en el Nuevo Continente. Abrir la botella de un refresco requiere más ciencia de
la que aparenta a simple vista. Si no se lo creen acudan a Oklahoma, donde no se puede destapar la
bebida sin la supervisión de un ingeniero. En New Jersey, por
su parte, son más educados. Para evitar la tentación o el despiste, la
legislación del estado impide sorber la sopa. Y como a los americanos no les
gusta nada fardar, en Washington es ilegal fingir que tus padres son ricos.
Los americanos son muy
pudorosos. O por lo menos en Ohio, donde han decidido prohibir que las mujeres
utilicen zapatos de charol porque su ropa interior puede verse a través de su
reflejo. También en este estado es ilegal tener un pez borracho y, con razón,
te preguntarás cómo se le realiza un control de alcoholemia. Esta ley tiene
trampa: en realidad se trata de un pez conocido con el sobrenombre de «pez
borracho».
La discriminación también
está a la orden del día en América. Como si no tuviesen bastante, en Iowa los
pianistas con un solo brazo no solo lo tendrán más difícil para actuar, sino
que además no verán un dólar por su contribución y esfuerzo, deberán tocar
gratis. Y en Alabama, que se toma muy en serio las cosas, sobre todo en las
iglesias, están prohibidos los bigotes que puedan provocar la risa de los
feligreses.
En Canadá, en cambio, las
leyes tienen un poco más de sentido y han decidido ilegalizar el riego del
césped si llueve. Todo sea por ahorrar.
Que los cerdos no se llamen Napoleón
Más cerca, nuestros vecinos
galos no se libran ni de las normas absurdas ni del peso de la historia. De
hecho, está prohibido llamar a un cerdo Napoleón. Curiosa relación. Pero no es
su única paradoja. Es el país romántico por excelencia pero prohíbe que las parejas se
besen en las estaciones de tren.
Pero no son los únicos en
prohibir nombres. En España, el Ministerio de Justicia vetó el de Lenin, porque
invita a la confusión ya que la mayoría de la gente piensa que es un apellido,
cuando en realidad era el seudónimo del líder de la revolución rusa.
Si usted se encuentra en
China y, por casualidad, decide probar algún tipo de comida que requiera el uso
de palillos, sea precavido, pues está prohibido chuparlos. Singapur,
en cambio, prohíbe comer chicle. De hecho, la república asiática condena con
dos años de cárcel mascar la goma con sabor y establece cuantiosas multas para
los 'rebeldes' que se salten la ley y lo consuman.
En Israel se toman la
educación y la higiene muy en serio, por eso está prohibido meterse el dedo en la nariz,
pero solo los sábados. Así que aprovechen el resto de la
semana.
En Suiza, por su parte,
prefieren ahorrar. Por eso está prohibido tirar de la cadena a partir de las
22.00 de la noche.
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