v La frecuencia promedio de relaciones coitales en este
grupo es de seis al mes
La disfunción
eréctil no impide que muchos hombres disfruten de su sexualidad. (Archivo)
La mayoría de los
pacientes que tienen disfunción eréctil (dificultad para lograr o mantener la
erección) y toman algún medicamento para controlar esta situación, no se
sienten intimidados por no poder tener actos sexuales espontáneos. Tampoco los
restringen y más bien disfrutan al planificar cada encuentro con su pareja.
Estas son las conclusiones
de un estudio realizado con 1.458 hombres entre los 40 y los 70 años de siete
países (Brasil, China, Italia, Japón, Rusia, Taiwán y Turquía) que tenían al
menos tres meses de utilizar cualquier tipo de medicación para mejorar su
erección (se investigaron varias marcas en general).
El reporte fue publicado en la revista The Journal of
Urology y presentado este jueves en Costa Rica, durante un encuentro con
periodistas centroamericanos para tratar distintos temas de salud. El
laboratorio farmacéutico Pfizer financió la investigación.
Los investigadores, un
inglés y un estadounidense, que lideraron este estudio encontraron que los
pacientes, en promedio, tienen seis relaciones coitales cada mes, y cuatro de
cada cinco encuestados ven como un hábito satisfactorio el planear sus veladas
románticas.
Más erotismo
"Sí es cierto que para
muchos es muy emocionante la espontaneidad de una relación sexual. Sin embargo,
cuando estas personas ya no tienen que preocuparse por conseguir o mantener una
erección o dejan de angustiarse por cuánto les va a durar, simplemente pueden
dedicarse a la parte del erotismo y a disfrutar la compañía en pareja",
explicó el sexólogo mexicano David Barrios.
Los datos también indican
que el 71% de los encuestados planea el acto incluso días de antelación, el 55%
establece un día de la semana, y el 60% elige hasta el momento u hora
específica del día.
"Lo que sí observamos
nosotros en nuestros consultorios es que cada vez hay más hombres (tanto
heterosexuales u homosexuales) preocupados por diagnosticar su problema y
tratarse. Muchos llegan en compañía de sus esposas o de sus parejas, porque es
un asunto que impacta a ambos", manifestó Barrios.
Agregó: "También
vemos pacientes muy jóvenes, de veintitantos años. En estos casos, no es tanto
una disfunción eréctil como tal, sino que están tan preocupados por rendir bien
y dar la talla. Entonces, todo ese estrés y preocupación se manifiesta por
medio de un problema de erección, pero usualmente esas manifestaciones son esporádicas y se tratan con
psicoterapia".
Prácticas sexuales con disfunción eréctil (Fiorella Mora
e Irene Rodríguez/ La Nación)
El especialista aclaró que
no todos los casos requieren medicación y que es un médico urólogo o sexólogo
quien debe determinar si realmente se necesita un medicamento y recetarlo. La
automedicación puede no funcionar.
Otros profesionales
destacan que el usar fármacos para tratar la disfunción eréctil cuando en
realidad no se necesitan puede generar otros problemas como dolores de cabeza,
palpitaciones, comezón, debilidad, y, si se emplea de forma recurrente,
problemas del corazón.
"Si usted no la
necesita no tiene por qué usarla. Si usted se siente mal amante, estos
medicamentos no van a resolver su problema, para ello más bien necesita
terapia", aseveró el sexólogo español Max Ríos en una entrevista sobre el
tema a periodistas de su país.
Más allá de un problema
sexual
Barrios recordó que la
disfunción eréctil va más allá de un problema de alcoba y es algo que puede ser
un indicador del inicio de males cardiovasculares mayores.
"Lo malo es que
muchos médicos se han vuelto 'recetistas' y nada más recetan una pastillita
para corregir el problema de erección. Sin detenerse a ver cómo está el resto
de la salud de la persona", subrayó Barrios.
En una entrevista
anterior, el cardiólogo Luis Fernando Valerio explicó que, cuando una persona
ha tenido un elevado consumo de grasas y colesterol, reducida ingesta de frutas
y verduras, y escasa o nula actividad física regular, con el tiempo comienzan a
acumularse placas de grasa y calcio en las arterias. Poco a poco, estas placas
recubren las arterias, hasta que la sangre tiene dificultad para pasar.
Cuando esto ocurre, se
hace cada vez más difícil conseguir o mantener una erección por el tiempo
necesario para que la relación sexual sea satisfactoria.
Periodista
en la sección Aldea Global. Máster en Salud Pública con Énfasis en Gerencia de la Salud en la Universidad de Costa
Rica. Escribe sobre salud, periodismo médico y educación. Ganó el Premio
Nacional de Periodismo Científico del Conicit.
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