Dejar que el sexo pase a un
segundo plano una y otra vez puede provocar resentimientos e incluso la
ausencia total de sexo.
¿Cómo lo hacen esas parejas
que llevan mucho tiempo y que encuentran la manera de darle prioridad al sexo
pase lo que pase? La edición estadounidense del HuffPost ha consultado
a una serie de expertos para que nos desvelen qué tienen en común esas parejas
sanas, felices y sexualmente satisfechas:
1. Hacen un hueco para el sexo
en la agenda.
"Muchas parejas piensan
que planificar el sexo es síntoma de que hay problemas en la relación. Quieren
que el sexo sea espontáneo y orgánico. En un mundo ideal, sería estupendo. Pero
cuando la vida interrumpe esta utopía, y a menos que la pareja esté muy
concienciada para practicar sexo, suele ser una de las primeras cosas que se
descuidan. Las parejas que hacen hueco en sus agendas para practicar sexo
entienden de forma intuitiva la importancia y el valor que tiene. Incluso
parecen darse cuenta de que el sexo tiene muchos beneficios, tanto psicológicos
como físicos.
Las parejas que planifican el
sexo transmiten un mensaje fundamental: 'Mi pareja es importante para mí.
Nuestra vida sexual es importante para mí. Valoro mi satisfacción sexual (y la
de mi pareja)'. Y, para que quede claro, el hecho de que se planifique el sexo
no quiere decir que tenga que ser aburrido o siempre igual. Siempre se puede
innovar: sugiriendo nuevas posturas, haciendo realidad alguna fantasía o
interpretando distintos papeles". ― Kimberly Resnick Anderson,
sexóloga
2. Se sienten cómodos hablando
sobre sexo.
"Las parejas que llevan
una vida sexual satisfactoria saben cómo hablar de las cosas que les excitan y
las que les cortan el rollo, de lo que les gusta y de lo que no, cuándo están
de humor y cuándo no, sin miedo y de una forma sana, constructiva y positiva.
Y, es más, también saben cómo hablar de sus fantasías, cómo comunicar a tiempo
real el placer que están experimentando en sus propias carnes o en las de su
pareja y cómo llevar el proceso de excitación más allá de los genitales. Saben
que el lenguaje del sexo en el dormitorio no es siempre el mismo que fuera de
él y, si se trata de una relación sólida y segura, también es lícito hacerle
saber a tu pareja tus deseos sexuales individuales e incluso
materializarlos". — Ian Kerner,
sexólogo y autor del libro 'Ellas
llegan primero: el libro de los hombres que quieren complacer a las mujeres'
3. Entienden la importancia de
pasar tiempo en pareja.
"Las parejas sexualmente
satisfechas entienden que el buen sexo no se da de forma natural, sino que
conlleva esfuerzo. Hay que cuidar la relación tanto dentro como fuera del
dormitorio. En los tiempos que corren todos estamos ocupados, pero la pareja no
puede sobrevivir a base de sobras de tiempo y atención (y mucho menos la vida
sexual). Hay que estar dispuesto a darle prioridad al tiempo en pareja por
encima de todo, a apagar el móvil y la tele para estar juntos. Hay que hacer el
esfuerzo de salir a cenar alguna noche, de arreglarse para el otro y de
seducirle". ― Vanessa Marin,
sexóloga y creadora de Finishing
School, el curso online sobre el orgasmo para mujeres
4. Mantienen la curiosidad por
las cosas que excitan al otro.
"Lo que puede ayudar a
muchas parejas a mantener la conexión sexual es tener conversaciones más
profundas y aprender qué es lo que les excita, no solo físicamente, sino
también psicológicamente. Ayuda, por ejemplo, tener curiosidad por si tu pareja
prefiere el romanticismo, la dominación o la sumisión, y también saber lo que
quiere ver en ti durante el sexo. Cuando ambas partes tienen curiosidad por lo
que excita al otro y tienen ganas de dar y de ser generosos (dentro de sus
límites personales, por supuesto), la vida sexual de la pareja mejora
muchísimo. Es lo que denominamos hacer un cameo en la peli porno de tu pareja.
De esta manera, los dos tendréis el sexo que más os gusta y podréis hacer
cambios si buscáis cosas diferentes". ― Celeste Hirschman, experta en
sexología y autora del libro 'Making
Love Real'
5. Se ríen juntos, tanto
dentro como fuera del dormitorio.
"Puede que suene
estúpido, pero la risa es un afrodisíaco muy potente. Si te ríes con tu pareja,
hay más probabilidades de que estéis de buen humor y de que disfrutéis de la
compañía del otro.
Reírse en la cama (reírse con
el otro, no del otro) es señal de comodidad y despreocupación y de que la
pareja está dispuesta a experimentar sensaciones positivas y a desmelenarse. Si
hace mucho que no te ríes a carcajadas con tu pareja, puede que estéis
estancados en una mala racha. Esto sucede cuando la positividad y la buena
intención van deteriorándose y el resentimiento eclipsa al buen humor.
Compartir el sentido del humor o chistes privados provoca la secreción de
endorfinas y produce una sensación de bienestar general. La risa también reduce
la producción de hormonas del estrés, lo que induce a la relajación y a abrirse
al otro". ― Kimberly
Resnick Anderson
6. Mantienen viva la pasión en
el día a día.
g-stockstudio via
Getty Images
"Hay parejas que
mantienen la energía sexual en su vida conjunta, de manera que generan
expectación mandándose mensajes subidos de tono, hablando sobre sexo y
aprovechando cualquier oportunidad para intimar, aunque no haya tiempo
suficiente para la faena". ― Danielle Harel, experta en
sexología y autora del libro 'Making
Love Real'
7. Intentan utilizar el
dormitorio solo para dormir y practicar sexo.
"Una pareja con la que
trabajé tenía una regla que no infringieron en 40 años. Nunca hablar de trabajo
en el dormitorio. Una noche, la mujer sacó un tema relacionado con el trabajo
en el dormitorio. El marido se puso el albornoz, puso la cafetera y le dijo a
su mujer que bajara al piso de abajo para hablarlo. Así lo hicieron y después
volvieron a la cama, satisfechos. Aunque pueda parecer una regla poco flexible,
estoy totalmente de acuerdo con la idea. Con otras parejas más jóvenes, veo que
el problema es que están tan sumidos en los problemas del día a día que
permiten que se cuelen en su relación muchas preocupaciones del mundo exterior.
En la consulta, intento animar a las parejas a desarrollar o a mantener su
propia intimidad. Esto puede implicar que haya que limitar la comunicación
verbal y comunicarse más con gestos, con tocamientos o con otro tipo de
demostraciones de cariño". ― Douglas C. Brooks,
sexólogo
8. No esperan la perfección.
"En consulta, he visto
que muchas parejas quieren que su vida sexual sea siempre como lo que ven en
las películas. Pero lo cierto es que durante el sexo hay momentos ridículos.
Hay caídas, comentarios picantes torpes, dedos que se meten en un ojo sin
querer... Las parejas que se toman esos momentos con sentido del humor son
mucho más felices a largo plazo que aquellas que se dejan embargar por la
vergüenza ante la más mínima imperfección". ― Vanessa Marin
Este
artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del
'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero
Kelsey Borresen
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