¿Qué es el cunnilingus? La etimología de la
palabra lo deja bien claro (del latín: cunnus, "vulva"; y lingō, lingĕre,
"lamer"): el cunnilingus es la práctica del sexo oral en los genitales femeninos (clítoris, vulva y
vagina). Es una de las prácticas más placenteras que pueden realizarse durante
la relación sexual, pero no está tan extendida como pudiera parecer. Al menos
eso es lo que refleja el último estudio sobre Actitudes y Prácticas Sexuales
del Centro de Investigaciones Sociológicas, que revela que 4 de cada 10 españoles manifesta no haber practicado
nunca (ni recibido) sexo oral, según señala Alberto Gooding,
responsable de comunicación de la firma de juguetes eróticos LELO. Y no sólo eso sino que según las
encuestas realizadas por esta firma erótica, el término cunnilingus es
desconocido para muchas personas, a pesar de que el 96% de las mujeres aseguraron
en la encuesta que les encanta el sexo oral.
Por otra parte, y
contrariamente a lo que podría parecer, el estudio del CIS revela que los hombres (69,7%) practican más sexo oral que las
mujeres (53,3%). Sin embargo, esto no implica una mayor
destreza a la hora de practicarlo. Un estudio llevado a cabo en la Universidad
de Guelph, en Canadá, realizado entre universitarias heterosexuales reveló que,
aunque el 60% reconoció haber practicado el cunnilingus, el 17% aseguró que no
había disfrutado con ello y sólo el 28% manifestó que fue algo que le dio
"mucho placer". Conscientes de esta realidad, los expertos de LELO
dan las claves para garantizar el éxito de esta práctica que en realidad
depende de cuidar los pequeños detalles.
Los errores más comunes al
practicar el cunnilingus
Que uno de los dos no
disfrute: aunque es aplicable a
más ámbitos dentro de las relaciones sexuales, en el sexo oral es necesario que
ambos disfruten. Si se practica sexo oral simplemente por hacerlo, lo más
probable es que no cumpla con las expectativas y la excitación se desvanezca.
Por ello, es fundamental aprender a disfrutar de ese momento y hacerlo de forma
preactiva. Además, para ver como los niveles de excitación de la pareja se
disparan, una buena estrategia es mirar fijamente a los ojos y hacer saber lo
mucho que se está disfrutando de ese momento.
Ir con prisas y
practicarlo en un momento inoportuno: Hay que tener en cuenta que las mujeres necesitan de estímulos más
intensos y duraderos para excitarse y alcanzar el clímax. Por lo tanto, los
expertos recomiendan no ir directamente al grano, sino dedicar tiempo a los
“preliminares de los preliminares”: estimular antes algunos puntos erógenos y
dejar que su nivel de excitación vaya subiendo poco a poco antes de practicar
sexo oral.
Usar los dientes sin
sentido.
Para que el sexo oral sea
placentero es necesario tener como principio básico el concepto de delicadeza.
El clítoris es una zona sensible, por lo que un simple roce con los dientes
puede causar mucho dolor. Los expertos recomiendan evitar movimientos bruscos y
dejar de lado los patrones de comportamiento del porno, ya que son técnicas
orales exageradas que no son realmente efectivas. En su lugar, utilizar los
labios y lengua para besar y lamer con mimo.
No saber cuáles son
las zonas erógenas: el clítoris,
con más de 8.500 terminaciones nerviosas es el único órgano del cuerpo humano
cuya función es otorgar placer. Por tanto, para ofrecer a la pareja un
cunnilingus inolvidable, es fundamental estimular de forma óptima esa zona. Sin
embargo, centrarse únicamente en esa parte puede llegar a ser incómodo e
incluso doloroso para ella, por lo que se recomienda estimular también otras
zonas, como los labios, etc
Creer que a todas les
gusta lo mismo o que siempre hay que hacerlo igual.
En la variedad está el gusto
y el sexo oral es un mundo lleno de posibilidades, así que no hay razón para
limitar las alternativas. Repetir los mismos movimientos durante grandes
periodos de tiempo pierde eficacia e incluso deriva en la pérdida del nivel de
excitación. El mejor remedio consiste en improvisar, es decir, variar el ritmo y
la intensidad de la estimulación oral. Hacerlo de manera progresiva, empezando
de manera muy suave hará que la excitación de la pareja aumente. También se
debe variar de postura, (por ejemplo, de pie) ya que esto también hace que la
pareja experimente el placer desde distintos ángulos.
por Raquel Alcolea
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