En
2017 se ha consumido el equivalente en porno a la saga completa de Juego de
Tronos vista 1,4 millones de veces
LUIS PAREJOEM
El
porno es como los documentales de La2, pero al revés. Si todos fuéramos, en
realidad, como decimos, nos sabríamos obra y milagros del abejero europeo y no
tendríamos ningún problema en que nuestra madre revisara el historial de
internet. Si se le han puesto los pelos como escarpias sólo de pensarlo, no
está solo. De hecho, está bien acompañado. El mayor imperio español del porno
en internet se llama Techpump y tuvo el año
pasado 7.600 millones de visitas, distribuidas a lo largo de los 194 países que
oficialmente están reconocidos por la ONU. Teniendo en cuenta que en el mundo hay
aproximadamente 5.250 millones de personas mayores de edad, significa más de
una visita por persona.
Vale,
que hay mucho vicioso, dice, ¿no? Pensemos en horas: 96 millones. Cuatro
millones de días, sean 11.000 minutos de vídeo por minuto. Y si necesita
traducción, recurramos a la cultura popular: en 2017 se ha consumido el
equivalente en porno a la saga completa de Juego de Tronos vista 1,4 millones
de veces. Vamos, que no está solo. ¿Y si le digo que estas cifras astronómicas
las consigue un equipo de unos 50 "amigos" de Gijón?
La
cosa nació de la casualidad. Borja Mera tenía 18 años y hacía webs de música
por diversión. Empezaba el siglo e internet era un embrión de lo que sería.
"Cuando empecé no había Google, con eso te lo digo todo". Lo deja
claro el asturiano por teléfono. Eran cuatro informáticos los que trasteaban, pero
había muchos profanos que se asomaban a la ventana de la web. Y les gustaban
sus páginas de música. Un día, contactó con él una empresa de porno para poner
un banner, y le ofreció una cantidad desorbitada de pesetas. Vio el
negocio y hoy tiene la exclusiva, entre otros, de Nacho Vidal. Y son íntimos
amigos.
Techpump,
bajo la batuta de Mera, facturó el año pasado en torno a 10 millones de euros.
Sus tres buques insignia de negocio son Cumlauder para la producción propia y
Serviporno y Porn300 para los vídeos ajenos, dos especies de YouTube...
Suficientes para desnudar a golpe de estadísticas al mundo entero, y a España
en particular, con sus Techpump Insights, que revelan, por ejemplo, que nos
damos al sexo online a la hora de la siesta, sobre todo los martes, y
que los domingos nos gusta terminar la semana con una buena peli... X. También
que el 37% del público es femenino, y no precisamente de soft porn, y
que la inestabilidad política nos afecta: el procés supuso un bajón del
9% en Cataluña, especialmente, por cierto, en lo territorios de la famosa
Tabarnia. En cambio, los bastiones del independentismo estuvieron especialmente
eufóricos antes del 21-D.
Pero no sólo hace
negocio del porno
De
esos datos nació, precisamente, la segunda pata de Techpump cuando a Mera se le
quedó pequeño el cine X. "El consumo de porno aumenta exponencialmente
justo en el momento en que acaban los partidos de la Champions", cuenta.
Si a las 22.45 suena el pitido final, a las 22.46 explota la app que
mide el tráfico en tiempo real en los teléfonos de Techpump. "En toda
Europa. Sí, también en el Vaticano". El resultado se llama Footbie y
es, de nuevo, un YouTube exclusivamente de vídeos de fútbol, desde los mejores
goles hasta entrenamientos específicos para porteros, que prepara ya su
expansión a los eSports retransmitiendo en directo los torneos de FIFA.
Dice
Borja Mera que la clave del éxito de sus webs es hacer un buen retrato
psicológico del público a través del big data y, básicamente, darle lo
que quiere. Eso, y cuidar la imagen, no saturar con publicidad invasiva.
"Sacrificamos facturación para no llenarlo todo de anuncios", explica,
"somos la única empresa del mundo que tiene webs porno con cero
publi". Prefieren mirar a largo plazo, y al final el público les está
dando la razón.
Así
que el siguiente paso ha ido enfocado al e-commerce de gafas de sol low
cost. Siroko suena al próximo Hawkers, pero va más allá. Se
han especializado en gafas diseñadas para deportistas, bautizadas como las
etapas más míticas del Tour de Francia y creadas según las necesidades de
atletas de élite. Y como todo lo que toca Mera se convierte en oro, el
piragüista Saúl Craviotto vio sus dos medallas de Río a través de unas Siroko
diseñadas por él mismo.
Porno, fútbol y gafas de sol, Techpump es la crónica de un
éxito anunciado con sede en Gijón, Asturias.
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