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Un vecino declaró que había
visto besarse al acusado y a su víctima en el interior del ascensor «sin
advertir nada negativo»
Un fontanero ha sido absuelto por la Audiencia de
Zaragoza del presunto delito de violación a una mujer a cuyo domicilio en la
capital aragonesa fue a realizar un servicio de reparación por una fuga de
agua.
Los hechos ocurrieron el 22 de diciembre de 2017,
cuando el acusado —que se enfrentaba a una petición fiscal de 7 años de
prisión— acudió a la vivienda de la denunciante para verificar una avería y
localizar el punto donde se filtraba el agua hacia un garaje.
Según relata el tribunal en su sentencia, la mujer
bajó al garaje en compañía del fontanero, que le indicó que la fuga podría
tener su origen en las plantas segunda o tercera de la comunidad, a cuyas
puertas llamaron sin obtener respuesta.
Posteriormente, ambos comenzaron a hablar en la planta
de la calle de su vida privada, donde un vecino del tercero que había bajado al
patio para comprobar quién había llamado, declaró que había visto besarse al
acusado y a su víctima en el interior del ascensor «sin advertir nada
negativo».
Este vecino entró posteriormente en el ascensor y
conversó con ambos sobre los daños, antes de que estos subieran a la vivienda
de la mujer, donde, según la Audiencia de Zaragoza, se produjo una relación
sexual, sin quedar acreditado que el acusado ejerciera violencia o
intimidación.
Tres días después, el fontanero envió varios whatsapp
a la mujer para pedirle perdón por lo ocurrido, que la mujer, que denunció la
presunta violación el 26 de diciembre, no llegó a contestar.
El tribunal considera que la única prueba de cargo, la
declaración de la víctima, no se considera «suficiente» para desvirtuar la
presunción de inocencia del acusado.
Los magistrados también resaltan los testimonios
prestados por la mujer en la Guardia Civil, donde aseguró no recordar que
hubiera habido penetración, y el juzgado de instrucción, en el que finalmente
confirmó la violación.
Asimismo, consideran que la actuación de la mujer
«resulta llamativa pues dada la gravedad del hecho que se denuncia, lo lógico
es que se denuncie rápidamente, y todavía más en el caso de la denunciante, que
manifestó ser enfermera en el Hospital Clínico y conocía los protocolos de
actuación en caso de agresión sexual».
El tribunal no ve «lógico» el hecho de que el
fontanero pidiera perdón por whatsapp, ya que hubiera supuesto un
reconocimiento «indirecto» de la supuesta violación.
Hacen referencia a la «falta de fiabilidad» del
testimonio de la mujer al pensar para sí tras recibir los mensajes que «si me
pide perdón es porque sucedió, ha sido real».
Los magistrados señalan, por otra parte, que la braga
y la toalla que entregó a los agentes policiales al denunciar los hechos tenían
restos de semen, pero sin el perfil genético del acusado.
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