Hay que usar protección
solar también en la piel cubierta por la mascarilla
Los dermatólogos advierten de que este año hay un
mayor riesgo de quemaduras solares porque nuestra piel, tras dos meses de
confinamiento, se encuentra más vulnerable. En esta ocasión, la piel no ha
tenido un periodo de adaptación a los rayos ultravioletas, como sucede cada
primavera, y eso implica que no esté adaptada a la nueva realidad con la que se
encuentra.
Eso unido a las ganas que los ciudadanos tienen de pasar mucho
tiempo al aire libre tras tanto tiempo encerrados. «La preocupación es que
prevemos que va a haber una exposición masiva al sol sin protección; la gente
tiene muchas ganas de salir a la calle, pero no de proteger su piel», alerta la
doctora Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y
Cuello y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid.
La experta recomienda utilizar siempre protección
solar de 30 o más cuando se sale a la calle, y evitar las horas centrales del
día, entre las 12 de la mañana y las 5 de la tarde. En su opinión, la población
está muy centrada en la protección con mascarilla y gel hidroalcohólico, pero
no tanto por la protección y el cuidado de la piel.
Lo que sí se sabe es que el uso del gel
hidroalcohólico está contraindicado con la exposición al sol. «Si utilizamos
este gel y después nos exponemos al sol, nos podemos abrasar», advierte la
doctora, que recomienda siempre el lavado de manos y el uso de crema con factor
de protección solar para disfrutar de una jornada de playa o practicar
ejercicio físico al aire libre.
Respecto a las mascarillas, el Consejo General de
Colegios Oficiales de Farmacéuticos advierte de que no todas las mascarillas
protegen frente a todos los tipos de radiación, por lo que hay que usar
protección solar también en la piel cubierta por la mascarilla. Y siempre
aplicar el protector solar al menos media hora antes de exponerte al sol,
renovándolo cada 2 horas, sin descuidar zonas como orejas, nariz, calva y pies.
La doctora López Criado recomienda a aquellas personas
que han sufrido Covid-19 que consulten con un especialista en dermatología
antes de comenzar a exponerse al sol. «No sabemos qué efectos pueden tener para
la piel algunos de los tratamientos que hemos usado para Covid-19; algunos
fármacos han provocado lesiones en la piel, otros son fotosensibles, etcétera,
por lo que sería recomendable una consulta previa con el dermatólogo en caso de
duda», señala esta especialista.
Aunque lo más habitual es relacionar la exposición al
sol con el melanoma, la realidad es que el sol también puede provocar otros dos
tipos de cáncer de piel no melanoma: el carcinoma escamoso o espinocelular y el
carcinoma basocelular. «Aunque la prevención es la misma, el origen del
melanoma está en alteraciones en los melanocitos, mientras que el carcinoma
escamoso se origina en las células epiteliales, por ejemplo», señala la doctora
López Criado, que destaca que estos tumores «suelen estar provocados por
exposiciones más crónicas a sol y aparecen en personas de edad más avanzada».
Además, salvo que se diagnostiquen tarde o no se
traten de forma adecuada, los tumores de piel no melanoma tienen buen
pronóstico. «Con un seguimiento adecuado del dermatólogo y un buen tratamiento,
el 95% de estos tumores se curan», asegura la doctora López Criado. Un
porcentaje muy superior al que observamos en melanoma, un tumor mucho más
agresivo y que aparece en población más joven. Pese a ello, la doctora reconoce
grandes avances ya que, aunque la incidencia del melanoma aumenta cada año, la
mortalidad se mantiene estable gracias a una detección cada vez más precoz y a
que existen tratamientos eficaces incluso en melanoma metastásico.
Pero lo que de verdad puede ayudar a mejorar los datos
en melanoma es la prevención. «El 95% de los casos de melanoma no se heredan,
sino que se deben al abuso del sol o a una especial sensibilidad a él», explica
la doctora López Criado, que insiste en una exposición controlada al sol y en
la visita al especialista en dermatología ante cualquier cambio de aspecto de
un lunar, incluso aunque este no sangre, no pique o no se ulcere.
Por último, la doctora López Criado recuerda que el
sol es perjudicial por la radiación ultravioleta que emite, de modo que sería
recomendable evitar o, al menos, reducir la exposición a este tipo de radiación
utilizada, por ejemplo, para fijar el esmalte en algunos tipos de manicura y
pedicura. «Las estadísticas las veremos en los próximos años, pero mi
recomendación sería evitar este tipo de manicura en la medida de lo posible y
optar por manicuras y pedicuras de secado al aire», concluye esta especialista.
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