viernes, 2 de noviembre de 2018

Brujería y satanismo

Para mucha gente la palabra brujería conjura visiones de las malvadas viejas de halloween en escobas o extraños y quizá depravados rituales de desnudez y sexo. 
Sin embargo, algunos historiadores creen que la brujería es la religión más antigua del mundo y, por lo tanto, muy respetable a pesar de los prejuicios del judaísmo y del cristianismo. Estos historiadores de la religión dicen que los ritos de fertilidad de la brujería eran sólo fervor y fascinación por la naturaleza, y que la “esbats” mensual por la Luna nueva y los “sabbats” estaciónales sólo eran ceremonias rituales que pedían a los dioses fecundidad para la tierra y fertilidad para sus habitantes. La palabra witchcraft (brujería), por ejemplo, de hecho significa “craft of the wise” (práctica de la sabiduría), “puesto que Wicca”, su raíz, significa “el sabio”. Con el desarrollo de la civilización esta antigua religión devino en una mezcla de cultos de fertilidad, ocultismo egipcio y los antiguos estudios cabalísticos.
Esta actitud se llevó a tales extremos que muchísimos inocentes fueron asesinados. Se sabe que la gran mayoría de esas desafortunadas víctimas no tenían más conexión con los maleficios que ser identificados como inmorales y malvados por sus asustados vecinos y enemigos. Por supuesto, es concebible que hubiera por entonces algunas brujas que usaran sus pociones y píldoras para el beneficio personal y la venganza, como proclamaban sus acusadores, igual que algunas brujas debían haber “maldecido” a sus perseguidores con gran convicción. Pero la tradición Wicca como un todo era una religión que celebraba la alegría, la salud y las abundantes cosechas.
Esta vieja religión está experimentando actualmente un renacimiento como parte del interés del “New Age” en la metafísica y los fenómenos psíquicos. La meditación y la hipnosis, herramientas tradicionales de la brujería, son hoy métodos populares de “crecimiento de la consciencia” hacia la realización personal y los cambios globales. Flores, hierbas y cristales, los sacramentos naturales de la antigua religión, son ampliamente utilizados también por los adeptos al New Age en sus rituales de sanación.
La mayoría de la maldad que se ha atribuido a la brujería es parte realmente de tradiciones bastante diferentes de Satanismo y adoración del Diablo. Los cultos de ese tipo se basaban más en el hedonismo ateísta que en la veneración de la naturaleza. Como las brujas, los miembros también practicaban el nudismo ritual, pero su énfasis estaba en la sexualidad orgiástica. Sus “misas negras” se centraban alrededor de una mujer desnuda como altar, y sus ritos incluían el uso liberal de drogas y pociones alucinógenas.
Su teología era y aún es diferente. Anton LaVey, quien fundó la Iglesia de Satán en San Francisco en 1966, creía que incluso si hay un dios, está inhabilitado para intervenir en los asuntos humanos. Puesto que Satán, de acuerdo con los devotos de LaVey, es el símbolo del mundo material y la naturaleza carnal del hombre, se convierte en el ídolo adorado. En tiempos, el satanismo fue reconocido como una religión en uso (o anti-religión) en Europa, pero nunca a gran escala.
A través de los tiempos, los rituales de venganza mediante sacrificios de animales y humanos y extrañas historias de rituales con cadáveres desnudos se han asociado con el Satanismo. Mientras la posibilidad de la existencia de secretas prácticas de culto al diablo no pueden ignorarse, la iglesia de Satán de LaVey parece ser una versión no amenazadora de adoración al demonio. Pero las historias de horror de matanzas y abusos sexuales resurgen en ocasiones y a menudo se atribuyen al “culto al diablo”. Por ejemplo, en un reciente programa de televisión (1989), Geraldo Rivera hizo una entrevista a un oficial del departamento de interior que afirmó que el infame culto del asesino de masas Charles Manson estaba relacionado con el grupo “Son of Sam”, un culto supuestamente satánico.

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