Luis Parejo
Un 76% de las mujeres asegura "necesitar la
estimulación del clítoris para llegar al orgasmo"
La verdad, a veces el sexo sale mal. Porque no son
horas, porque está uno cansado, porque el ritmo de la pareja no está
acompasado, porque directamente no apetece pero tampoco se le quiere hacer al
otro un feo... Tantas razones como azar integra un día. Por eso no extraña que
en estos tiempos extra rápidos -y ya que la tecnología lo pone tan a mano- los
juguetes sexuales hayan experimentado un aumento y hasta un clímax.
Por ejemplo: un 63% de las mujeres "busca un
juguete erótico para usar ellas mismas", cosa que suena bastante coherente
en estos tiempos de feminismo rampante y que, al cabo, recorre la línea que la
sexología sugiere cuando de mejorar la calidad de nuestro sexo se trata: hay
que conocer el propio cuerpo, saber qué gusta, qué encanta y qué en absoluto,
no, no, a mí no me hagas eso.
Los datos se extraen de una muestra elaborada durante
tres años, con 65.000 personas en total, y promovida por la plataforma
especializada en sexualidad y juguetes Platanomelon.com. Más cifras en el mismo
sentido: un 72% de los encuestados busca orgasmos más intensos. ¿Acaso no son
suficientes con los que nos proporciona nuestra dosis de sexo -ocasional,
marital, del que se trate- habitual? Dice la sexóloga miembro de la Asociación
Estatal de Profesionales de la sexología Diana Fernández Saro que "en el
mercado han aumentado la variedad de productos, la horquilla de precios, la
accesibilidad en su compra" y también que la gente se gasta más dinero que
antes en estos instrumentos.
Pero se pregunta esta sexóloga si este "aumento
en la venta de artefactos para la erótica favorece la opinión sobre las
bondades del placer, predispone al autoconocimiento, fomenta el juego en las
relaciones y la indagación sobre las posibilidades de nuestro cuerpo". Y
las también sexólogas detrás de la encuesta de Platanomelon.com responden; hay
aquí un diálogo: "Hay estudios que apuntan que un 60% de las mujeres tiene
un vibrador en casa, y eso teniendo en cuenta que muchas veces el dato no es
100% real debido a la existencia de tabúes pero, por suerte, el uso de juguetes
eróticos empieza a entenderse como algo tan natural como ir al cine o salir a
cenar".
Más ejemplos: un 76% de las mujeres asegura
"necesitar la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo" y
"un 40% son usuarias habituales" de aparatos sexuales. En
Platanomelon lo explican muy gráficamente: "Si apiláramos todos los
juguetes eróticos para clítoris que hemos vendido en 2018 se alcanzaría siete
veces la Sagrada Familia de Barcelona".
Más aún: son tendencia -si suelen leer está página
cada sábado ya lo sabrán- los "juegos de dominación y sumisión" y,
dicen desde la plataforma, "han llegado para quedarse": "Si se
apilaran todos los juguetes BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo)
se alcanzaría la Torre Eiffel (300 metros) y aún sobraría".
En cuanto a los hombres, "un 62% de los
encuestados busca juguetes con el objetivo de encontrar 'algo para usar en
pareja y darle más placer". Además, "un 38% dice querer probar cosas
nuevas y un 43% desea jugar en territorios nuevos". Según las sexólogas de
Platanomelon.com, estos nuevos territorios son, entre otros,
"descentralizar el sexo del coitocentrismo y de los genitales".
"Nuestros seguidores nos trasladan sus
inquietudes acerca de cómo experimentar nuevas sensaciones y romper con la
monotonía. Quieren controlar su erección y eyaculación, alargar sus relaciones
sexuales y conseguir orgasmos más intensos".
La pregunta está clara: ¿qué ofrecen los juguetes que
un cuerpo caliente no? "Lo mejor es que son capaces de vibrar, succionar y
sorprenderte con patrones de vibración distintos. En definitiva, hacer cosas
que con las manos no puedes. Los juguetes añaden un efecto sorpresa a la
estimulación y, sobre todo, mucha potencia",
Explorar el sexo bajo el agua, aumentar la
sensibilidad con aceites, cremas estimulantes, elevar la masturbación a niveles
desconocidos anteriormente; la lista de novedades es interminable.
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