La Oficina de la Lengua Aragonesa, conocida por sus siglas OLA, fue promovida en la pasada legislatura por los socios de izquierdas con los que el PSOE gobernaba en Huesca. Para mantenerse en la Alcaldía, Luis Felipe tuvo que pactar con las marcas locales de Podemos y de IU, y entre las condiciones que le impusieron sus socios figuraba la promoción de la fabla, elevada a la categoría de política estratégica municipal.
Tras las elecciones de mayo del año pasado, Luis Felipe logró mantener la Alcaldía sin necesidad de depender de las marcas locales de Podemos e IU. De hecho, su investidura fue sorpresiva, porque se daba por hecho que iba a ser alcalde la cabeza de lista del PP, Ana Alós, pero a última hora saltó por los aires lo pactado entre populares, Cs y Vox, y uno de los que tenía que votar a la candidata popular se desmarcó.
Desde junio del año pasado, Luis Felipe gobierna en minoría en el Ayuntamiento de Huesca y se apoya en los tres ediles de Cs para sacar adelante los acuerdos más trascendentes, entre ellos la aprobación de los presupuestos municipales. El resto de la Corporación la completan los nueve ediles del PP, uno de Vox y dos de la marca local de Podemos (Con Huesca).
Luis Felipe
(PSOE), alcalde de Huesca
Tras prescindir de las ataduras del anterior
gobierno de coalición con Podemos e IU, Luis Felipe empezó a desmantelar las
polémicas políticas lingüísticas que en la pasada legislatura aceptó para
mantenerse al frente del Ayuntamiento. En octubre retiró los carteles en los que Huesca
aparecía sin «h»y borró las proclamas de «ziudat bilingüe»
que se plantaron en carteles oficiales en la vía pública. Y ahora completa el
desmantelamiento de la Oficina
de la Lengua
Aragonesa. «Se hace ahora porque estaba en vigor un
contrato de servicios que finaliza en mayo», explican a ABC fuentes del
gobierno municipal. «La vigencia del contrato concluye en mayo y no se
va a renovar, porque no entra dentro de los objetivos prioritarios,
hay otras prioridades de políticas municipales y de servicios a la ciudadanía»,
han indicado las mismas fuentes.Esa «oficina de la fabla» fue montada por el Ayuntamiento a principios de la pasada legislatura. A todos los efectos era un nuevo servicio municipal, pero en vez de prestarlo con medios propios lo hizo a través de una contrata externo, con un coste anual de 21.000 euros. A ello se sumaban otras partidas presupuestarias de menor importe, destinadas a financiar acciones concretas, incluida la confección de carteles.
Según consta en la web de esa oficina que se ha decidido desmantelar, se puso en marcha con el objetivo de promover la «normalización» lingüística de la fabla en la capital oscense: «A Ofizina de Lengua Aragonesa d’o Conzello de Uesca se crea con o deseyo de fomentar a normalizazión, l’uso e a presenzia de l’aragonés en toz os ambitos d’a vida sozial e cultural d’a ziudat».
Roberto Pérez .Zaragoza
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