La actitud es más poderosa que la condición física. Es
la cabeza lo que hay que cambiar, no necesariamente los kilos. Utilice su
sentido del humor
Parece que el tamaño importa para ligar, practicar
sexo y reconocerse erótico. Pero hoy no hablamos del tamaño, sino del
sexo a lo grande: cuerpos rollizos, gordos, obesos, curvies o fofisanos.
Fotograma de la película 'Amor ciego', que trata sobre las apariencias.
Ser 'XL' en un mundo de la talla 34
Señorita Invertida sabe bastante sobre este tema.
Siendo creativa, videoblogger, curvy e influencer, afirma:
"Estamos de moda, pero detrás de cuatro noticias donde se nos ensalza, la
sociedad sigue enseñando que no está bien ser gorda. En la cama menos, se ven
todos tus defectos y es mejor esconderlos o que adelgaces. Lo peor es que,
hasta las propias gordas, porque somos gordas, te proporcionan trucos para que
te escondas. Yo, por desgracia, también caí en contar cómo disimular mis kilos
de más".
La sociedad presiona para que estemos dentro de unos
cánones de belleza y superarlos no puede afectar a nuestra salud. ¿Por qué hemos
de respetarlos? ¿Quién determina qué es bonito, erótico, atractivo o sexy?
Un día aparece la tendencia de los fofisanos,
hombres irresistibles con barriga cervecera y es genial, ¡adiós cuerpos
perfectos! Curiosamente, no se aplica ese término a las mujeres, que en
cuestión de estética seguimos llevándonos la peor parte. Tú, hombre, puedes
relajarte, te vamos a desear igual, pero a las mujeres no. Eso sí, como
estímulo erótico te permitimos ser curvy, ya conocemos lo que les gusta
a los hombres las curvas y tener dónde agarrar. Pero no te descuides, serás
gorda pero estupenda y cuidada siempre. Si me relajo puedo ser despreciada y
que escriban al lado de mi barriga o trasero un ¡arrrg! ¿Y mi derecho a
ser fofisana y deseada?
Aunque ser gorda no sea siempre indicativo de mala
sexualidad, lo cierto es que muchas personas, en su mayoría mujeres, sienten el
rechazo social, además del suyo propio, teniendo la autoestima por los suelos y
el deseo más bajo aún. El miedo a desnudarse, a no gustar o a ser inapropiada,
en esta sociedad que vende lencería y juguetes sexuales sólo para algunas, está
muy presente en este colectivo. "Resulta complicado comprar un arnés de la
talla 'XL' o conseguir disfraces eróticos para tallas grandes", asegura
Srta Invertida.
"La mayoría asegura que su cuerpo le ha impedido
disfrutar plenamente de las relaciones sexuales, no han hecho alguna postura
por miedo a aplastar a la otra parte, por impedimento físico o porque les da
vergüenza. Muchas hablan de hacerlo a oscuras o con poca luz para que se vea
menos su cuerpo ", comenta.
"Se nos olvida que hay muchos tipos de personas
gordas. Están las que tienen una talla 48, puede que sumándose al movimiento curvy,
no horrorizadas con su cuerpo, ni la sociedad con ellas. Y las que tienen una
talla 60 que no se pueden ver los órganos genitales o no llegan a ellos. Quizá
ni piensen en hacerlo o lo rechacen porque creen que nadie querría
tocarlas", añade.
'Globesity', la pandemia del siglo XXI
Este término alude a una epidemia mundial de sobrepeso
y obesidad que va en aumento, denominada así por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) en 2001. Resulta paradójico que coexista con la desnutrición
mundial. Según la Dra. Sagrario Jiménez Morueco, experta en medicina estética,
nutrición y sexología, más de 1.600 millones de personas se encuentran por
encima de su peso ideal, de los que más de 500 millones son obesos. El
colectivo supera con creces el tamaño de ningún otro.
"Estas personas suelen enfrentarse a muchas
limitaciones, con un alto grado de sufrimiento y, desde el ámbito de la
sexología, no se le ha dado la importación que debería", afirma la
doctora.
¿Qué haría con menos peso? Según el estudio realizado
por los Laboratorios Rovi en junio de 2015, Reflexiones sobre alimentación y
salud en población española, la doctora Jiménez nos ofrece los siguientes
datos:
El 58% de las mujeres reconoce que mostraría más su
cuerpo si no tuviera exceso de peso.
Un 30% evita ponerse ropa atrevida.
Un 25% usa ropa ancha para disimular su cuerpo.
Un 16% no baja a la piscina cuando hay mucha gente.
Si adelgazaran y se sintieran "en forma":
Un 65% se pondría ropa más ajustada o más corta.
Un 44% se quedaría en bañador sin tanta vergüenza.
Un 19% serían más atrevidos a la hora de ligar.
Un 9% se plantearía ir a una playa nudista.
Da que pensar, sin duda. Pero recuerde, a pesar de las
complicaciones que pueda generar la obesidad, "la actitud es más poderosa
que la condición física", asegura la doctora. "Hay mujeres que
adelgazan y su sexualidad no cambia". Puede ser gorda y disfrutona o
delgada y sufridora, es la cabeza lo que hay que cambiar, no necesariamente los
kilos.
La erótica del michelín
¿Sabía que hay personas que disfrutan especialmente
con la gordura de otros? Así es, para las personas anastimafilícas,
sentir el gran peso de una persona sobre su cuerpo o deleitarse con sus
michelines, les genera un gran placer. Pero todos podemos erotizar cuerpos muy
diversos y no habría que llegar a esta parafilia para erotizar cuerpos grandes,
con más centímetros de piel para sentir y pliegues diversos para investigar en
la cama diversas formas de estimulación y conseguir placer.
La solución no es dar claves para ocultar los
michelines, sino disfrutarlos a tope. Trabajar la autoestima es fundamental y
no dude en pedir ayuda profesional si lo necesita.
Si le gustan los espejos no se oculte, también son
para usted, siéntase sexy mientras está en la cama. Le aseguro que, la
mayoría de las personas, si nos miramos al espejo haciendo el amor nos sentimos
bastante ridículas pero, ¿y lo que nos reímos? Utilice su sentido del humor.Busque posturas que faciliten la penetración, las traseras
son las mejores. A cuatro patas, como el perrito o tumbados de costado, en cucharita.
Además, permiten estimular clítoris, pechos y deleitase con las curvas. Utilice
juguetes sexuales si no alcanza sus genitales con las manos, recuerde que son
buenos aliados también en pareja.
¡Creatividad al poder! Si cree que romperán la cama,
continúen en el suelo o sobre una alfombra. Los cojines otorgan una mayor
comodidad para el disfrute.
Un libro siempre es un buen regalo. Srta Invertida
recomienda B de bella, de Alberto Ferreras, Ed. Espasa. Una protagonista
a su medida le ayudó a disfrutar su sexualidad de manera divertida.
ANA SIERRA
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