Se descargó esa aplicación que salía por la tele por
probar. Parecía fácil y tampoco buscaba el trabajo de su vida. Laura tiene 20
años. Estudia y, de vez en cuando, hace trabajos como azafata de congresos para
sacarse un dinerillo extra. Pero esta vez la cosa no salió como pensaba. No es
caso único, por desgracia, pero con su experiencia busca poner sobre aviso a
otras que, como ella, pueden verse inmersas en una conversación muy incómoda
que no andaban buscando.
JACOB LUND |SHUTTERSTOCK
Todo comenzó con una oferta tentadora en Job Today:
"Mínimo 500 euros semanales". Un buen pellizco que atraería a
cualquiera. También a Laura. Y ese lenguaje ambiguo: "Chicas de 18 a 30
años, trabajo de azafata para acompañamientos y eventos VIP". Y la
coletilla: "Se pide simpatía, educada, buen físico e idioma". Bueno,
para estar cara al público, no parece descabellado, pensó Laura, y pulsó Chatear.
¡Qué alegría verse preseleccionada apenas media hora
más tarde! Una dirección de correo electrónico en la que hablar más
tranquilamente de los detalles, y fuera. Parecía fácil, pero nada en la oferta
era lo que parecía. "El horario es de 10:30 a 20:00 de lunes a sábados y,
como mínimo, mínimo... son 500 euros a la semana, lo normal serían entre 700 y
900 euros lo que ganarías. Todos los días te vas con tu dinero ganado a casa,
el pago es a diario". ¿Y el trabajo? Prostituirse, nada menos.
"Imagínate mi cara... Madre mía, no esperaba algo
así en una app tan conocida", se lamenta una impresionada Laura al
otro lado del teléfono. "No sé dónde denunciar este caso, pero espero que
su diario difunda esta barbaridad", había escrito su hermano, en un email
a EL MUNDO unos días antes.
"Nadie se enteraría de nada"
La tal Irene vendía el trabajo como un auténtico
chollo libre de problemas: "Busco una chica para estar en un piso de
Valencia capital atendiendo llamadas telefónicas y a caballeros solventes que
vendrían para estar contigo íntimamente en encuentros de sexo", describía.
Nada que esconder. Los clientes serían "caballeros casados que desean
estar con azafatas, chicas de eventos y demás", y buscan total discreción,
"nadie se enteraría de nada".
Ojo, por si quedaba alguna duda, no habría que
compartir clientela con nadie. El confort ante todo. "No es piso de
chicas", subraya el email, "estaríamos solo tú y yo y así tendrías
bienestar y comodidad, no hay conflictos ni problemáticas con otras chicas".
Tal cual, un chollo.
Aquella misma tarde, Laura se dirigió a la comisaría
más cercana y puso en conocimiento de los agentes una experiencia que la había
dejado con mal cuerpo. No puso denuncia "por no meterse en líos",
algo que confirma como habitual un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía a
FCINCO. "A veces sólo se animan a denunciar cuando ven que hay más, les da
menos vergüenza", explica.
¿Hora y lugar de la cita?
"La policía me preguntó incluso si podía
conseguir el número de teléfono de la mujer con la que había hablado",
asegura la joven. Se negó en redondo, pero aceptó concertar una cita para
comprobar si le daban una dirección.
"La verdad es que me podría interesar, pero
prefiero hablarlo en persona porque quiero saber si eres una persona de
confianza y si de verdad podría trabajar sin problemas". Valiente Laura,
encontró lo que buscaba en menos de 15 minutos: una hora y un lugar. Por
supuesto, nunca acudiría a su cita con Irene.
"Lo hice para ver si iba algún agente a ver qué
pasaba", cuenta. Desde el CNP afirman que este tipo de investigaciones son
largas, más sin denuncia, y no dan más datos de lo que sucedió después. Sin
embargo, sí confirman que poco se puede hacer en estos casos. "No es una
estafa, todo quedaba muy claro y la prostitución no es un delito, otra cosa es
que la chica hubiese sido menor...".
Job Today funciona por denuncia
Foto Internet
Laura quería asegurarse de que nadie picara,
como ella: "Imagínate que lo ve una niña y queda con la mujer". Por
eso, se puso en contacto con Job Today para denunciar el fraude. Desde la app
le respondieron con preocupación, aunque desentendiéndose del contenido de las
ofertas. "Es un almacén de datos y no publica anuncios. Los responsables
son los anunciantes", le explicaban.
En conversación con FCINCO, una portavoz de la plataforma
confirma que, efectivamente, no existe un filtro previo para el anunciante.
Para publicar una oferta, se solicita únicamente un nombre de la persona, uno
de la empresa y una descripción del puesto.
Tras la denuncia de Laura, afirman haber seguido el
caso "desde cerca", cerciorándose de que el usuario que colgó esa
oferta "no publicará nada similar que diera lugar a otro caso
similar". Eliminaron la oferta fraudulenta y aseguran que el mismo usuario
no ha vuelto a reaparecer. Para el futuro, recomiendan no dudar en reportar
estos contenidos.
Lo que le sucedió a esta joven valenciana está, por
desgracia, a la orden del día. Anuncios que juegan con el vocabulario y que se
valen de un mercado de trabajo precario para reclutar personal en otro tipo de servicios.
Marta buscaba trabajo, también como azafata, y tuvo que hacer desaparecer su post
en MIlanuncios porque no dejaba de recibir mensajes ofreciéndole dinero a
cambio de sexo. Cinco hombres diferentes en dos horas. Irene tardó apenas media
en desvelar sus intenciones a Laura. Ninguno tenía tiempo que perder.
SARA POLO
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