El pelo canoso podría ser un signo de un mayor riesgo
cardiovascular
Es bien sabido que nuestro
riesgo cardiovascular aumenta según nos vamos haciendo mayores. Y asimismo, que
el paso de los años se lleva consigo la coloración de nuestro pelo. O lo que es
lo mismo, ‘peinamos canas’, ya sea en la cabeza o en el resto del cuerpo. Sin
embargo, es muy posible que esta decoloración capilar, tan evidente en algunas
personas, tenga consecuencias mucho más allá que las meramente estéticas. Y es
que según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de El
Cairo (Egipto), existe una relación directa entre esta decoloración y la salud
cardiovascular, hasta el punto de que tener un pelo canoso se asocia a un mayor
riesgo de padecer una patología coronaria. O así sucede, cuando menos, en
varones.
Como explica Irini Samuel,
directora de esta investigación presentada en el marco del Congreso EuroPrevent
2017 de la Sociedad
Europea de Cardiología (ESC) celebrado este fin de semana en
Málaga, «el envejecimiento es un factor de riesgo cardiovascular inevitable y
lleva asociado signos dermatológicos que podrían alertar de un mayor riesgo.
Así, necesitamos
más estudios sobre los signos de riesgo cutáneo que podrían permitirnos
intervenir de forma más temprana en el proceso de la enfermedad cardiovascular».
Peinando canas
Lógicamente, las canas son
propias de la edad, por lo que podría aducirse que el mayor riesgo
cardiovascular está justificado por el propio paso de los años, no por la
pérdida del color del pelo y cabello. Sin embargo, no todo el mundo ‘peina
canas’ a la misma edad. Tal es así que es posible sean un signo de una edad
biológica –que no cronológica– más avanzada, al menos en lo referente a la
salud cardiovascular.
Es más; el proceso de
decoloración capilar comparte mecanismos con la aterosclerosis –esto es, la
deposición de placas en las arterias que pueden obstruir el flujo sanguíneo y,
por ende, causar un infarto o un ictus–. Es el caso de una menor capacidad de
reparación del ADN celular, del estrés oxidativo, de la inflamación, de los
cambios hormonales y de la senescencia celular. Entonces, ¿es
posible que el pelo cano sea un marcador de riesgo independiente de la
enfermedad cardiovascular?
El envejecimiento es un
factor de riesgo cardiovascular inevitable y lleva asociado signos
dermatológicos que podrían alertar de un mayor riesgoIrini Samuel
Para responder a esta
pregunta, los autores analizaron los historiales médicos de 545 varones adultos
que se habían sometido a una prueba de imagen –un TAC coronario multicorte–
para confirmar o descartar el diagnóstico de enfermedad de las arterias
coronarias –o ‘arteriopatía coronaria’–. Y de acuerdo con la coloración del
cabello, los autores ‘otorgaron’ a los participantes de uno a cinco puntos:
cabello totalmente negro (1 punto), más cabello negro que canas (2), tantas
canas como cabellos negros (3), predominio de canas (4), y cabello totalmente
canoso (5).
Los resultados mostraron que
tener el cabello canoso –de 3 a
5 puntos– se asocia a un mayor riesgo de padecer la enfermedad de las arterias
coronarias. Un riesgo, además, que es independiente de la edad cronológica y de
otros factores de riesgo cardiovascular ‘tradicionales’ –caso de la
hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia, el tabaquismo y los
antecedentes familiares de arteriopatía coronaria.
Como apunta Irini Samuel, «la aterosclerosis y la
decoloración capilar se producen a través de vías biológicas comunes y la
incidencia de ambas aumenta con la edad. Y en este contexto, nuestros resultados sugieren que, con
independencia de la edad cronológica, el pelo canoso es un indicador de la edad
biológica y podría ser un signo de alarma de un mayor riesgo cardiovascular».
Entonces, y si mi cabello ya
se ha tornado blanco, ¿debo pedir una cita urgente con el cardiólogo? Pues es
pronto para decirlo. Pero como refiere la directora de la investigación, «los
pacientes asintomáticos con un alto riesgo de arteriopatía coronaria deben
someterse a chequeos regularmente para evitar episodios cardiacos mediante la
toma de terapia preventiva».
¿También en mujeres?
Y llegados a este punto, ¿qué
sucede en el caso de las mujeres? ¿El pelo blanco también alerta de un mayor
riesgo cardiovascular? Pues dado que el estudio se llevó a cabo exclusivamente
con varones, no se sabe. Y no, ya seamos mujeres o varones, el uso de tintes para el
cabello no va a mejorar nuestra salud cardiovascular ni
revertir este riesgo.
Como indica Irini Samuel, «necesitamos más estudios,
en coordinación con los dermatólogos, para saber más acerca de las causas
genéticas y de los posibles factores ambientales evitables que hacen que
nuestro pelo encanezca. Además, también es necesario un estudio
más grande con mujeres y varones para confirmar la asociación entre el pelo
canoso y la enfermedad cardiovascular en pacientes sin ningún otro factor de
riesgo conocido para el desarrollo de estas patologías».
No en vano, concluye la investigadora,
«de confirmarse nuestros resultados, podríamos establecer un sistema de
puntuación estándar para evaluar la decoloración capilar y utilizarlo como
marcador del riesgo de enfermedad de las arterias coronarias».
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